CAPÍTULO 10: ¡ES NUESTRO FIN!

Las horas pasaban lentamente en el día de la boda tan esperada por las familias Montenegro y Rojas, y por supuesto, muy esperada por el pueblo también. Se casaba la distinguida abogada Alma Rojas con el empresario Valente Montenegro y como homenaje a dicha unión, las familias de los novios darían una hermosa celebración.

Alma no podía sacar de su mente a su primo Mateo, su gran amor, al mismo tiempo que la culpa se apoderaba por completo de ella… No tenía claro, exactamente, cómo decirle al que iba a ser su marido, que ella ya había estado con alguien más antes que él, y que lamentablemente él no mancillaría su pureza en la primera noche como esposos, como debía ser según la tradición impuesta en la sociedad de esa época.

Mientras los recuerdos y la nostalgia invadían sus pensamientos, un fuerte presentimiento de que algo malo ocurriría, se le paseó todo el día en su cabeza; mezclándose entre sus pensamientos, llegando en varias ocasiones a sentir como la piel se le ponía como de gallina, pero los mismos nervios por lo que sucedería dentro de pocas horas, no la dejaban precisar de qué podría tratarse.

Mateo, entre tanto, tenía unas ganas imperiosas de ir a robarse a su Alma, necesitaba decirle cuánto la amaba y de preguntarle también si ella aún lo amaba a él, pero se decía a sí mismo una y otra vez que era un cobarde, que no podía ir en contra de la corriente, en contra de sus familias… Ninguno de ellos aceptaría semejante “atrocidad”, pues es un “pecado” que podría traer consecuencias negativas para todos.

-¡Joven Valente, alguien le ha dejado este sobre en la puerta! –Le dijo la mucama a su patrón dejándole en sus manos un sobre negro con la inscripción del nombre a quien iba dirigido (Valente Montenegro).

Estimado Valente:

A estas horas debes estar preparándote para contraer nupcias con tu “distinguida” novia Alma Rojas, aun sin saber el gran secreto que esta mujer guarda… Te estarás preguntando quién soy y de qué rayos estoy hablando, que tu Alma no guardaría “un gran secreto” y que, menos aún, no te diría de qué trata. Pues, entonces tengo que decirte, muy a mi pesar, que lo que te escribo en estas líneas es verdad y que cambiaría drásticamente la forma en que mirarás a tu futura esposa…

Valente leía detenidamente la carta que recientemente había recibido y que aún no sabía quién había osado en enviársela justo horas antes de su boda, y mucho menos el motivo real de enviársela ¿Qué era tan grave que tenía que ser de su conocimiento ese mismo día? Pero, él sabía que el leerla también sería solo y únicamente su decisión. Así que, al leer las primeras líneas, sintió que debía seguir leyéndola, porque obviamente lo que allí decía era de su total interés y podría influir directamente en el desarrollo de su boda con su amada Alma.

Te estarás preguntando cuál es ese “gran secreto” al cual me refiero. Entonces, prepárate, Valente, ¡Siéntate, porque lo que sigue a continuación tal vez no te haga sentir muy bien!

Esas líneas cambiaron drásticamente los gestos de Valente… Cada vez que continuaba la lectura su seño se fruncía y sus ojos se acrecentaban cada vez más.

Alma, tu querida novia y futura esposa, ¡NO ES PURA!, ha sido de alguien más, alguien que jamás hayas pensado que podría involucrarse con ella, es alguien que la ha estado a amando en silencio desde niños y que se ha hecho merecedor del amor de tu prometida. Ese alguien es su primo Mateo Rojas, y es el verdadero amor de Alma. Ella jamás lo olvidó y él a ella tampoco, a pesar de que han tratado por todos los medios de acabar con ese amor pecaminoso que los une, y que por obvias razones lo han mantenido en secreto hasta hoy.

Todavía te estarás preguntando quién soy y por qué los echo al pasto, tanto a tu novia como a su primo; pues, solo puedo decirte que ese amor de ellos me ha hecho mucho daño… Ha destruido mi familia y no había querido hacer pública esa situación hasta que se diera el mejor momento para hacerlo. Y ese día es hoy.

Espero que me perdones por haberte causado el malestar de saber quién es realmente tu Alma, pero era necesario decírtelo, para que ya no fueras el tonto cornudo que has sido desde que te comprometiste con ella.

Atentamente:

La exmujer del primo de Alma y madre de su hijo primogénito.