Capítulo 15

Daysi tenía puesta una de sus típicas batas cortas de color rosa, de tiras con estampados de gatico. Nunca imaginó que dejaría que Thiago la viera en aquellas fachas. Pero estaba en su casa y no tenía planeado recibir una visita.

A Thiago le pareció tierno verla vestida de aquella forma, a la vez su mente lo noqueó al recordarle que ella era una menor de edad, casi una niña, ¿qué hacía gustando de ella?

—¿Por qué viniste? —preguntó Daysi.

—Necesitaba hablar contigo —respondió Thiago.

—¿De qué? —inquirió Daysi.

—¿Nos podemos sentar?

Daysi se dio cuenta que estaban de pie a mitad de la sala. Lentamente se acercó a un mueble de color marrón y se sentó procurando que su bata no fuera a alzarse, siempre tenía ese problema con sus cortas pijamas.

Thiago se sentó al otro extremo del mueble, tratando de mantener la mayor distancia posible por si alguien entraba a la sala.

—¿Por qué terminaste con Enden? —preguntó Thiago.

Daysi tragó en seco y pasó una mano por su cabello mientras apretaba son fuerza sus labios.

—Daysi, no termines tu relación sólo por lo que sucedió entre nosotros, por favor. —Aconsejó Thiago— Te arrepentirás de lo que estás haciendo.

—¿Crees que podré estar con Enden sabiendo lo que sucedió entre los dos?

—Daysi, sólo fue un beso, uno que tú no quisiste, fue un malentendido.

—¿Un malentendido? —inquirió Daysi.

—Enden lo sabe todo —informó Thiago.

—¿Qué? —el rostro de Daysi palideció.

—Habla con él.

—Thiago, ¿por qué le contaste?

—No debíamos ocultarlo, Daysi, no es algo tan grave. Enden lo entiende, sólo debes hablar con él.

—Thiago, tú no conoces a Enden, él no va a perdonar lo que sucedió —soltó Daysi—, es demasiado orgulloso.

—Eso no es cierto, cómo se nota que quien no lo conoce eres tú —Thiago la analizó—. ¿No quieres estar con él?, ¿es eso?

Daysi no fue capaz de responder.

—¿Por qué?, ¿por qué no quieres estar con él? —Daysi no respondió a sus preguntas—, yo te había preguntado por él, y negaste que estuvieras con él, dijiste que no te gustaba. ¿Por qué hiciste eso?

El rostro de Daysi se tornó sumamente triste.

—¿No quieres estar con Enden?

Daysi comenzó a llorar.

—Daysi… —soltó Thiago—, no terminaste con Enden por el beso, ¿verdad?

—Yo… no sé qué es lo que quiero —confesó la joven—. Enden ha sido muy bueno conmigo, y lo quiero, pero… no lo sé.

—Te sientes confundida.

—Pasó muy rápido, ¿sí?, de un momento a otro era novia de él. Todos están hablando de mi relación con Enden, me preguntan “ay, ¿y son novios?”, hablan de lo nuestro en los pasillos. Yo nunca había tenido novio, es tan extraño y después, tú, ese beso. Siempre he hecho las cosas mal, era demasiado raro que esto estuviera saliendo bien.

—Debes pensar bien lo que harás —dijo Thiago—, pero la decisión que tomes deberás decírsela a Enden, él merece que le aclares la situación. Habla con él.

Alex pasaba su mirada por Daysi y después la llevaba hasta la otra banca donde se encontraba Enden sentado en el patio del instituto.

—¿Cuándo se van a arreglar? —preguntó Alex—, llevan una semana en esta tónica.

—No sucederá —dijo Daysi—, terminé con él.

—¿Qué? —soltó Alex—, ¿cómo se te ocurre hacer eso?

—Sabías que era absurdo lo nuestro, todos se burlaban de ello.

—No, no era absurdo.

—Ay, por favor, Alex, tú mismo lo dijiste, era la cosa más extraña que estabas viendo.

—Sí, era extraño porque eras tú. Estabas cambiando, pero sí, era demasiado raro que lo hicieras. Demasiado bueno para ser verdad —Alex la miró fijamente—. Estar con Den te sentaba tan bien, te veías tan feliz a su lado. No sé por qué te comportas así, de verdad, ¿por qué?, ¿qué te hizo para que le terminaras recién comenzando la relación?

Daysi llevó su mirada hasta Enden que se encontraba sentado a unas bancas de ella conversando con unos amigos de él.

Escuchar aquellas palabras hirieron a Daysi en gran manera. Recordó aquellas tardes al lado de Enden, cuando caminaban tomados de la mano y esos cambios de rutina donde podía divertirse en gran manera. Quería volver a esos días, sí, lo deseaba. Eso era lo que quería en su vida, quería estar con Enden.

Había esquivado por muchos días a Enden, el problema que tuvo. Lo sabía, era una cobarde, pero quería arreglar las cosas.

—Ya, sólo debes alcanzarlo antes de que entre a su casa, —dijo Alex frente a su rostro— lo peor que puede suceder es que te cierre la puerta en la cara. Pero Den no es así, no creo que lo haga.

—Pero, lo que sucedió entre los dos fue algo grave.

—Ajá, ¿por qué no me quieres decir? —preguntó Alex poniendo sus manos en la cintura.