Daysi se recostó a su cama al momento en que comenzó la película. Como era habitual, vestía una de sus cortas batas de colores pasteles. Su cabello rizado estaba enmarañado y sería casi imposible que una peinilla entrara en él. Comía una bolsa de papas fritas y a su lado Marilyn tenía sus ojos enterrados en el celular.
—¿Te vas a ver la película sí o no? —preguntó Daysi.
—Sí, claro —respondió Marilyn sin dejar de ver el celular.
—Pues parece que no es así.
—Es que… —llevó la mirada a su amiga— quiero decirle que me gusta, ¿crees que es buena idea?
—No si aún no estás segura que él gusta de ti.
—Pero nunca lo sabré si no le pregunto.
—¿Y si te rechaza? —volteó a verla—, ¿cómo harás si él te dice que gusta de otra?
Marilyn pareció estar a punto de cambiar de idea, sus ojos se tornaron tristes y volvió a mirar la pantalla de su celular.
—Te ilusionas muy fácil con los hombres —confesó Daysi.
—Tú lo dices porque tienes novio, pero te sucedió lo mismo con mi hermano.
—Oye… —soltó la joven mientras se ruborizaba.
En aquel momento se abrió la puerta y el rostro de Alex apareció a la vista.
—¿Viendo películas y no me invitaste? —inquirió mientras se acercaba a la cama.
—Ya prácticamente ni te apareces por aquí, —respondió Daysi— sabes que no tengo celular y no puedo avisarte.
—Me parece que se te está olvidando que vivo al lado de tu casa.
Marilyn tenía mucho tiempo que no veía a Alex, le parecía que se veía más acuerpado que la primera vez que lo vio en aquella fiesta. Estaba bastante guapo y parecía que aquel rostro iba a mejorar con el paso del tiempo. Además, la forma en que sonreía era bastante atractiva. Simplemente, era el chico que siempre había imaginado.
Alex posó sus ojos en Marilyn y le sonrió, haciendo que sus ojos se achinaran.
—Hola —saludó.
La joven se ruborizó en gran manera y desplegó una sonrisa bastante ruborizada.
—Hola —saludó Marilyn.
Alex se sentó al lado de su prima y empezó a comer de la bolsa de papas.
—Axel está abajo con Den —informó.
Daysi le pasó la bolsa de papas con un rostro bastante aburrido.
—Sí, debes ir a bañarte y ponerte algo decente —soltó Alex—, no vas a recibir a tu novio en esas fachas tan horribles.
—¿Sabes la pereza que tengo de levantarme de esta cama? —Daysi arrugó el rostro—, uy no…
—Ve a cambiarte —pidió Marilyn—, es cierto lo que dice Alex.
Daysi bajó de la cama y comenzó a caminar con pasos arrastrados hasta el baño de su habitación. Mientras, Alex se acomodó en la cama y siguió comiendo las papas.
—Tenía tiempo que no te veía —le dijo a Marilyn.
—Me pasa igual —soltó la joven con una sonrisa nerviosa.
—¿Eres quien va al grupo de lectura con Daysi?
—Sí, soy yo —las manos de Marilyn jugaban con su celular por el nerviosismo—. ¿Tú… estudias con Daysi?
—Ah… sí, en el Liceo, pero no estoy en su salón.
—Ah… okey —Marilyn comenzó a acentuar con la cabeza al darse cuenta que no sabía qué hablar con él, algo que verdaderamente quería hacer.
Alex se levantó de la cama y la miró por última vez.
—Voy a estar abajo, le dices a Daysi que no se demore mucho —pidió y después salió de la habitación.
—Ah… sí… —soltó Marilyn, pero el joven ya se había marchado.
Al encontrarse sola, dejó salir un suspiro y apretó con fuerza sus labios. ¡Cómo le encantaba aquel joven! Era sumamente guapo.
—Él mejoraría mi raza —esbozó. Volvió a suspirar.
A los diez minutos salió Daysi del baño, cubriendo su cuerpo con una toalla blanca y con otra secaba su cabello.
—Esto es lo más aburrido de tener novio —refunfuñó mientras se dirigía al closet—, y lo peor de todo es tener que soportar a los amigos de Enden. Ese estúpido de Peter y el tontarrón de Axel.
—¿Peter es el rubio que me dijiste que te molesta con tu otro primo?
—Sí, esos mismos. Abajo está Axel y ahorita vendrá Peter. Claro, como Estefanía parece que tiene algo con Peter, entonces, si ella está aquí, él también debe estarlo —Daysi volvió a gruñir—, no lo soporto, para nada. Es egocéntrico, un idiota, siempre está hablando de su carro, ah… pero ni puede manejarlo, porque sus padres no lo dejan —soltó una carcajada de burla— y lo peor es que me culpa a mí, ¿puedes creerlo? Yo no dije nada a sus padres, no sé por qué siguen culpándome por algo tan tonto.
Marilyn dejó salir un suspiro y se concentró en la película, le aburría en gran manera cuando Daysi comenzaba a quejarse de su círculo social.
Después de pasada una hora, Daysi y Marilyn bajaron a la sala principal para recibir a sus “invitados”. Enden se encontraba sentado en un mueble con los ojos pegados en la pantalla de su celular y su semblante era uno bastante aburrido, a su derecha estaba Axel sentado haciendo lo mismo.
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Editado: 22.01.2025