—Me voy —dijo Thiago levantándose de su silla y tomaba su bolso de la mesa.
—¿En serio? —Yiret bajó un poco sus párpados mientras lo observaba—. Sabía que era mala idea pedirte ayuda.
—¡Pero si te estoy explicando una y otra, y otra vez y no entiendes!
—¡Pero es que si me explicas así de rápido nunca voy a entender! —replicó ella bastante molesta.
Daysi volteó a ver hacia atrás y notó a la pareja discutiendo. Thiago tomó unos papeles de la mesa y parecía estar regañándola.
—Ay, ya comenzaron —musitó ella con tono aburrido—. Me fastidian —comenzó a tomar varios tragos de su refresco de mora.
—Viven peleando —soltó Marilyn—, ¿cómo le hacen para ser novios con tanta discusión?
Daysi empezó a ahogarse con el líquido en su boca.
—Anda, ¿no sabías? —inquirió su amiga—, ¿no te había echado ese chisme? Son novios desde hace dos meses. Creo que ya van para tres.
La joven abrió sus ojos en gran manera, al igual que su boca. Lentamente volteó a ver a Yiret y Thiago que discutían sobre aquella terrible materia de cálculo que tenía colgados a más de uno en la universidad.
Sabía que ellos hablaban mucho, ya que desde que Yiret entró al grupo de lectura, tuvieron varios encontrones. La primera razón era los debates de los libros; Yiret siempre quería tener la razón y Thiago era una persona que también le encantaba ganar las discusiones, así que vivían discutiendo a todo momento.
A veces era divertido verlos discutir. Una vez discutieron de política y hasta el profesor hizo silencio para escucharlos. Fue bastante interesante.
Daysi jamás habría imaginado que Yiret se iba a interesar tanto por la lectura. Al principio creyó que era por Thiago, vivía siempre detrás de él, o al menos, eso era lo que ella creía. Le parecía bueno porque así él no estaría insistente detrás de ella. Pero… ¿Qué ahora fueran novios? Realmente le parecía una pareja bastante dispareja.
—Hola, amor —escuchó.
Hizo un gesto de desagrado y volteó a ver a la pareja que se estaba besando a su lado.
—Hola, Daysi —saludó Axel mientras se sentaba al lado de Marilyn.
Y ahí estaba otra pareja que nunca debió juntarse, Axel y Marilyn. Comenzando porque Axel era un año menor que ella… Bueno, no era mucho la diferencia, pero… ese chico era estresante. Desde que conoció a su amiga, no dejaba de estar detrás de ella como un perrito faldero. Llegó hasta comprar los mismos libros que Marilyn leía sólo para tener un tema de conversación con ella.
Al principio Marilyn no le prestaba nada de atención. A ella quien le atraía era Alex, pero… La verdad es que Daysi no le veía mucha diferencia, eran hermanos gemelos. En fin, Marilyn cavó su tumba el día que decidió aceptar las citas de Axel, por más que le dijo que no lo hiciera, no le hizo caso.
Según Marilyn, sólo aceptaba sus invitaciones para poder comer e ir a lugares costosos y sacarle dinero al joven. Debía aceptar que al principio sí parecía que lo estaba haciendo solamente por eso, porque… vaya que le hizo comprarle muchas cosas y eso le parecía bien, no era tonta, alguien debía darle su merecido a ese idiota. Pero después, la veía esperar cada mensaje de Axel, correr a abrazarlo cuando se reencontraban, se besaban y se ponían apodos ridículos.
Y ahí estaban, cinco meses de relación, y contando. A Daysi no le gustaba saber nada de ese noviazgo, le parecía fastidioso. Axel siempre estaba con ella y era muy meloso, así que debía soportarlos hasta que tenía la fuerza de apartarse de ellos.
—Hola —respondió Daysi en un gruñido.
—¿Por qué esa cara? —preguntó el joven con una leve sonrisa.
—Sabes que ella es así por naturaleza —dijo Marilyn con un tono burlón.
—¿Qué harán en la noche? —preguntó el muchacho mientras veía a las dos jovencitas.
—Tengo que terminar un trabajo de lingüística —respondió Daysi—, ¿por qué?
—Yo no tengo que hacer nada —respondió Marilyn bastante sonriente.
—Pero es viernes, —replicó Axel mientras veía a Daysi— puedes terminarlo mañana.
—¿Cuál es el plan? —preguntó Marilyn.
—Vamos a ir a discoteca —respondió el chico—, la idea es ir todo el grupo.
—Si va todo “el grupo” —soltó Daysi con tono aburrido—, es un plan de pareja, y no.
—No es un plan de pareja —replicó Axel—, Alex va a ir.
—El soltero eterno —se burló Marilyn.
—Cierto, al pobre le va muy mal en el amor —comentó Axel.
—¿Y quienes más van, amor?
—Irá Den —respondió Axel con una sonrisa de malicia mientras veía fijamente a Daysi.
Daysi estaba definiendo sus rulos mientras se veía en el espejo del tocador. De fondo se escuchaba una canción del grupo Morat y las risas de las tres chicas en su habitación. Era bastante extraño que Yiret se encontrara en su cuarto.
—¿Y tú, Marilyn? —preguntó Estefanía—, ¿ya lo has hecho con Axel?
El rostro de Marilyn se ruborizó por completo, dejó salir una risita nerviosa y se acomodó en la cama con las piernas cruzadas.
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Editado: 22.01.2025