RICARDO
Estábamos realizando las entrevistas para el puesto del chef secundario, pero no encontramos a alguien que diera la talla.
-. Si esto sigue así – Estrella dijo frustrada – tú tendrás que seguir en cocina y a la par ayudándome con los papeles de administración.
-. Tenemos que encontrar a alguien idóneo – yo aún podía hacerme cargo de ese puesto.
-. Pero…
-. Buenas tardes – esa voz no era alentadora.
-. ¿Qué es lo que se te ofrece aquí? – Estrella la miraba con fuego en los ojos – no te quedo claro que no eres bienvenida en esta familia o en donde este esta familia – nos señaló a ambos.
-. Solo vengo por el puesto de trabajo – ambos nos miramos porque ella tenía las uñas bien arregladas y estaba demasiado maquillada como para creerle.
-. Para ser chef en el restaurante no estas ni siquiera calificada – yo no me iba meter en esa discusión.
-. Por lo que escuché buscan a alguien que les ayudé con la administración – ese anuncio lo había puesto hace más de un mes antes que me informarán que venía Estrella.
-. Lo siento ese puesto ya no está vacante – intervine serio.
-. Lástima, moría por trabajar contigo – intentó acercarse y yo salte detrás de Estrella. (ok. Fue instintivo)
-. No sabes lo afectados que estamos – Estrella me miro mal y se aguantó la risa.
-. Por favor ustedes se lo pierden – empezó con su postura de diva – mi familia puede invertir y…
-. Nos llevarían al fracaso – la interrumpió mi prima – esto es un negocio familiar, nadie fuera de la familia puede invertir.
-. Pero podemos retomar – me miró a mí y juro que sentía ahogarme – lo de ser familia.
-. Eso jamás – mi voz fue firme – te recuerdo que tengo una novia y que la amo más que a mi vida.
-. ERES UN MALDITO TERCO – golpeó la mesa - ¿QUÉ MIERDA TE DIO ESA GORDA? – solo escuche como la mano de mi prima se estampaba en su mejilla.
-. Nunca te voy a permitir que le faltes el respeto – no reconocía a mi prima estaba roja y montada en ira – ella es una mujer en todo el sentido de la palabra no como tú.
-. Me voy a encargar de hundir este negocio – cuando termino de decir eso, lo entendí.
-. Deja de meter tus narices en donde no te han llamado – trataba de mantener la calma – si vuelvo a encontrar algún infiltrado, no voy a parar hasta meterte en la cárcel y publicar tus videos – vi como abrió los ojos – veo que aún los recuerdas y si no deseas dañar tu reputación Lourdes más vale que me dejes en paz.
-. No serías capaz – me miró como una loca.
-. Toca lo que más amo en esta vida y no tendré límites – advertí.
-. VEREMOS – se fue dando un portazo.
-. Debí jalarle las greñas a esa maldita mujer – Estrella se tomaba el rostro porque esto colmo lo poco de paciencia que le quedaba.
-. Tranquila debemos ocuparnos de otra cosa – y la ayude a hacer ejercicios de respiración como cuando niño me daba los ataques de pánico.
-. Buenas tardes – la voz de un hombre como la de un locutor de radio nos sorprendió - ¿Puedo pasar?
-. Buenas tardes – saludé – prima - ella asintió – claro adelante.
-. Disculpe acabamos de tener un encuentro deplorable – se excusó – pero díganos viene por el puesto de chef.
-. Así es – dejo un folder en el escritorio – soy un egresado de la Cordon Bleu – esa es una de las escuelas más famosa de Francia – y quisiera intentar otras cocinas sobre toda la de Perú que se está haciendo conocida mundialmente.
-. Crees que podamos hacer una prueba en la cocina – intervine ya que mi prima está a punto de babear por el chico.
-. Por supuesto – asentí.
-. Bien, vamos – llegamos y él fue a ponerse la chaqueta y lo espere junto a Alonso, le explicamos los platos y empezamos con las comandas. El muchacho se desenvolvía muy bien solo que le faltaba un poco debido a lo nuevas que le resultaban las recetas.
Al termino del día le dije que estaría a prueba un mes y él se fue muy contento.
-. Límpiate las babas – le dije a mi prima al regresar a la oficina.
-. No exageres – la mire mal y con sospecha – estaba guapito nada más.
-. Ja – le hice uan mueca – si tú lo dices – terminamos el día y a casa.
SANDRA
En dos días logré conseguir 11 500 soles y eso es bueno, pero algo no me cuadra porque mi abuelo tenía tan poco dinero.
-. Buenos días- justo que termine de desayunar llegó el veterinario con los resultados.
-. Gracias – recibí los documentos - ¿cuánto le debo? – era obvio que tenía que pagarle sus honorarios.
-. Por esta vez se los voy a perdonar debido a que desconoció a su primo ¿o es qué finge muy bien? – lo miré y lo remiré y no me acordaba.
-. La verdad que no recuerdo – me avergoncé – lo siento.
-. Soy hijo de Esperanza – lo miré y recordé no era posible.
-. Has cambiado demasiado Daniel – lo dije con duda.
-. El mismo que viste y calza – es en serio como es que no lo reconocí.
-. Mil disculpas – lo abracé porque gracias a él fue que recuperé mi autoestima – pero en mi defensa estas demasiado cambiado.
-. Digamos que el crecer me sentó bien – asentí – te tengo buenas noticias tus cerdos están muy bien de salud.
-. Bien entonces solo esperar para poder venderlos – estaba feliz todo me estaba saliendo bien.
Llegó una camioneta negra que no había visto tenía la esperanza que fuera mi amigo d los contactos en Chota, pero lastimosamente quien bajo fue José vestido como el día anterior y esta vez parecía que se había bañado en protector solar.
-. Buenos días – y como siempre saludando a los gritos.
-. Buen día – le hable a volumen normal – si s ele escucha no somos sordos – él apreció avergonzarse, aunque fuese una fracción de segundo.
-. Vine para llevarla al pueblo a una cita – y este que se cree ni siquiera me ha preguntado si deseo salir con él.
-. Lo lamento usted debe estar equivocado yo en ningún momento le dije que iba a salir con usted – me estaba colmando la paciencia.