SANDRA
Estaba feliz porque hoy vendría un hacendado de Pomalca para llevarse algunos animales porque tiene una fiesta y si esto va viento en popa, por fin seríamos libres de todo lo que sucedió con el señor Torres.
-. Buenos días – Rosita llegó a mi lado y me saludó.
-. Buen día – la miré - ¿Por qué estas más feliz que de costumbre? – ella evitaba mirarme.
-. Por nada – ok quizá aún no deseaba contarme.
-. Has visto cómo va la mano de Jorge – comenté y vi sus ojos brillar.
-. Después de la gritadota que le diste cuando se onfectó la vez paada ahora ya se cuida, es que de verdad era profunda – me reí.
-. No sabía que le podía tener miedo a las agujas…
INICIO DE FLASHBACK
-. Jorge – lo llamé porque se le había infectado la mano.
-. Dígame señorita – le señale la silla.
-. Ya está aquí le doctor – era un señor algo mayor, pero muy bueno y experimentado.
-. ¿Para qué? – lo vi palidecer.
-. Te va a revisar – le hice una señal al doctor y empezó su trabajo.
-. Es una cortada profunda y está infectada es por eso que no se cura – vaya así que por eso no cicatrizaba.
-. ¿Qué debemos hacer? – Sergio y Rosita estaban atentos, pero no hablaban.
-. Debemos limpiar y suturar – asentí era lo mejor o podría perder la mano.
-. ¿Qué es suturar? – Sergio preguntó.
-. Coser- dijo restándoles importancia el doctor y vi como los ojos de esos tres por poco no se salían de sus orbitas.
-. Solo la puede limpiar – indago Jorge con apenas una voz audible.
-. Es eso o desea perder la mano – le dijo el doctor y Jorge negó frenéticamente.
-. Mejor haga su trabajo – dijo Sergio y se fue. Mientras el doctor limpiaba la herida pude ver como el apretaba los dientes para evitar dejar salir quejidos, el doctor saco la anestesia y la colocó en una jeringa y vi como Jorge fue a dar al piso como un saco de papas.
-. ¿Qué pasó? – juró que no deseaba reírme, aunque eso fue imposible
-. Creo que le tiene miedo a las agujas – dijo el doctor también divertido, al final lo suturo desmayado porque así no se movía y dejo las indicaciones para su cuidado y algunas pastillas en caso de dolor, claro que de pasó aprovechamos para vacunarlo contra el tétano.
FIN DEL FLAS BACK.
-. Supongo que no desea ver otra aguja – nos reímos y justo llegaron los hermanos.
-. Buenos días – saludaron al unísono.
-. ¿Cómo están? – intentaba no reírme al recordar.
-. Bien – Sergio me miraba raro.
-. Bien – Jorge estaba algo avergonzado.
-. Disculpen chicos es que me acordé de la visita del doctor – Jorge se ruborizó, y Rosita se echó a reír, yo intentaba controlarme – aparte por lo que veo ambos le tienen miedos a las agujas.
-. No… - los miré con advertencia.
-. Es normal que algunas cosas nos den miedo porque no decirlo y enterarnos por un desmayo – al final reímos todos y empezamos el día.
Como a las 11 de la mañana legó aquella persona, pero algo me decía que no era confiable o algo así esa fue la impresión que me dio.
-. Buenos días – saludé al llegar a él.
-. Buenos días – tenía una voz gruesa, era alto, con cabello negro como la noche más oscura; era algo simpático, pero mi corazón ya tenía dueño.
-. ¿Qué es lo que dese llevar? – algo al estar cerca de esa persona me incomodaba como una corazonada.
-. Dos cerdos de los más grandes que tiene, y un ciento de cuyes que ya estén para pelar – ok era un pedido grande, que si podíamos cubrir ya que nos hemos enfocado en estar al cuidado de los animales.
-. Bien son 35 mil soles – me importaba saber si tenía el dinero, no deseaba caer en una estafa.
-. Claro – sacó el dinero y lo contamos en el despacho, los revisé y eran verdaderos.
Cuando íbamos a escoger los animales tomé mi celular y empecé a grabar, él escogió los cerdos y por el número que tenían en la oreja entregué el certificado de salubridad; en los cuyes él también los escogió y lo documente.
-. Bien, gracias – me dio un apretón de manos que helo mi cuerpo con una sensación desagradable.
Pasada cerca de una media hora llego José agitado, y me hacía recordar a un perrito con la lengua afuera.
-. ¿Qué sucede? ¿Por qué llegas así? – le invite un vaso de agua no vaya a ser que se desmaye.
-. Legué antes de que cerrarás esa venta – negué y vi cómo se entristeció y se enojó al mismo tiempo.
-. ¿Por qué? – él tomó un par de respiraciones profundas.
-. Es un amigo de mi padre y estoy seguro que algo planean – asentí.
-. Bueno tengo el dinero separado en el despacho, y tengo videos de que él mismo eligió los animales aparte de que estaban con sus certificados – dije segura.
-. Sí, pero quizá ellos puedan hacer algo – lo miré entendiendo que si había una posibilidad.
-. Veremos qué pasa, ¿Y ese golpe? – tenía un buen moretón en el pómulo izquierdo.
-. Mi padre – dijo con tristeza al parecer él era su héroe y solo lo decepciona una y otra vez.
-. Bueno y que has decidido – me daba pena porque parecía caminar sin rumbo o un objetivo específico.
-. He conseguido un pequeño trabajo y ayudo a mi madre y hermana a criar algunos animales que tenemos ocultos de mi padre, trate de seguir actuando normal, pero sin recibir dinero de él y solo lo acompaño por obligación en las mañanas – suspiro – hasta que un día descubrió que trabajo y quiso obligarme a renunciar y dije que no, así que – señalo el golpe.
-. El inicio siempre es duro – palmee su hombro - e incluso ya te pareces más a ese José de mi niñez – reímos juntos – solo trata de ahorrar y no despilfarrar tu sueldo.
-. Exacto y por ese terminé con mi novia – eso fue una sorpresa – y me enteré de algo que tú también deberías saber – eso me extraño demasiado.
-. ¿Qué tendría que ver yo con tu novia que por cierto ni conozco? – él empezó a mover su pierna.
-. Es que… - eso no era bueno, que me late que es una mala noticia – mi ex es la hija de tu abuelo – sentí que el piso debajo de mi temblaba muy fuerte – yo me enteré cuando discutíamos porque ella no deseaba terminar.