Wanda revolvió su café de forma ausente contemplando a Loki mientras él leía, y luego soltó el pensamiento que apareció en su mente sin previo aviso.
—¿Tú cantas, Loki?
La pregunta pareció tomarlo por sorpresa, porque alzó la mirada con el ceño fruncido y la enfocó en ella con seriedad.
—No, no canto —contestó de forma breve, antes de volver al libro abierto que sostenía en sus manos.
Wanda no pensó rendirse, porque vio algo escondido detrás de su aparente rechazo. ¿Por qué, sino, se veía tan preocupado y arrugaba tanto las cejas mientras pretendía seguir leyendo? Hasta recién una leve sonrisa bailaba en sus labios mientras recorría las líneas de la novela, pero ahora sus ojos estaban fijos en mitad de la página, como si su mente estuviese lejos de ahí.
—¿No sabes cantar, no te gusta cantar o no quieres cantar? —preguntó, tentando la suerte.
—Las tres —respondió él, sin mirarla.
—A riesgo de subirte el ego, tienes una voz hermosa, Loki —dijo la bruja, dejando la taza en la mesada y apoyando sus manos en sus caderas—. Apuesto que es maravillosa para cantar. ¿Por qué no quieres?
Loki cerró el libro con delicadeza y lo dejó a su lado en el sofá antes de ponerse de pie y caminar hasta la mesa que servía de comedor, trabajo, estudio y todo a la vez. Se sentó en la esquina, apoyando un pie en el travesaño y dejando el otro en el piso. Wanda lo seguía con la mirada, atenta y llena de desconcierto. ¿Qué pasaba? ¿Había dicho algo malo?
—Yo cantaba, hace muchos años —dijo él, después de un momento de silencio. Había alzado los ojos al techo, con la mirada ausente en el recuerdo—. La cultura que nos adoraba, los vikingos, surgieron en la historia en el año midgardiano 793, con el saqueo del monasterio de Lindisfarne. Esa fue la aparición de los vikingos en la escena política europea. Se conocía sobre ellos desde un poco antes, pero nunca se les había dado importancia, hasta que comenzaron con los saqueos y los ataques a otras zonas. Los anales y crónicas de los siglos siguientes están repletos de relatos aterradores, debido a su actuar violento, y los vikingos y sus descendientes tuvieron gran influencia en la historia europea. En las islas británicas gobernaron durante muchos años hasta ser finalmente derrotados por los normandos, descendientes de vikingos que habían recibido tierras en Normandía, o Francia. Se suele datar el final del período vikingo con la caída del rey Harald el Despiadado, que murió en la batalla del puente Stamford en el año midgardiano 1066, cuando intentaba tomar posesión del territorio de Inglaterra. Los historiadores daneses amplían la fecha hasta 1085 con el fin del reinado de Canuto IV de Dinamarca. Si bien la influencia nórdica siguió siendo relevante, la aculturización de los normandos, las victorias militares de otros estados y la cristianización de Escandinavia supusieron el final de su actividad vikinga tal y como se conocía.
Hubo un instante de silencio, que Wanda no se atrevió a romper. No tenía nada en contra de las lecciones de historia, menos aún si las narraba Loki de una forma tan atrayente, pero no entendía qué tenía eso que ver con cantar. Sin embargo se quedó callada sin desviar los ojos de Loki, y eventualmente él quitó la mirada del techo, la fijó en ella y sonrió como si recién reparase en su presencia.
—Disculpa, me fui por las ramas. Quería hacerte un panorama general y creo que te confundí aún más.
—No, no —Wanda agitó una mano—. No me molesta. Pero no le veo la relación con mi pregunta. Igualmente, sigue si quieres, está interesante. Nunca supe mucho sobre esa cultura.
Loki se observó las manos, abstrayéndose de nuevo en sus pensamientos y causando que Wanda no pudiera evitar admirarlo de lejos. Ese dios era una obra de arte de la cabeza a los pies. Rió en voz baja al pensar en eso, pero Loki comenzó a hablar de nuevo y ella volvió a prestar atención a sus palabras.
—Más allá de la historia, los vikingos nos adoraban porque nos conocieron. Yo nací en el año midgardiano 800, por lo que ya tenía trescientos años cuando la era vikinga llegó a su fin. Ello me dio la posibilidad de bajar a Midgard y conocerlos personalmente. No llegaron a alabarme como dios protector porque... —Loki sonrió con añoranza, aún observando las palmas de sus manos—. Bueno, digamos que me gustaba demasiado crear caos por doquier. Pero aun así me integré bastante en su cultura, muy atrasada respecto a la que teníamos en Asgard, pero no por ello menos interesante. Mientras Odín, Thor y los demás eran alabados, participaban en batallas y todo ese teatro, yo dediqué más tiempo a conocer a los vikingos como personas, sus familias, su sociedad, su idioma y, ante todo, su música. Hoy en día no se conoce nada de música vikinga. No hay registros, ni ningún tipo de partitura, y se han encontrado pocos instrumentos en investigaciones arqueológicas. La música vikinga está borrada, perdida, o eso creen todos. Entre los muchos grupos y cantantes humanos que tocan el estilo 'vikingo', hay una banda llamada Wardruna que supuestamente es como las demás, que toca lo que se cree que fue la música en esa época, basándose en los pocos instrumentos encontrados. La realidad es que el cantante principal tuvo iluminaciones de parte de las runas, y la música que toca es exactamente la que se tocaba en la época vikinga. Claro que nadie creería eso, así que se piensa que es mero folclore.
Wanda nunca había escuchado a la banda que él mencionaba, de hecho, ni siquiera se le había pasado jamás por la cabeza escuchar música nórdica de ningún tipo. Claro que tenía a un dios nórdico por pareja, pero realmente estaba a oscuras respecto a su antigua cultura. Nunca se le había dado por preguntar, ni por investigar, simplemente vivía en el presente. Loki tampoco había mencionado nada al respecto, nunca.
—¿Conoces a Wardruna? —preguntó Loki, mirándola con una ceja enarcada.
Wanda negó con la cabeza, encogiéndose de hombros. Además de eso, tampoco entendía completamente qué tenía que ver toda esa historia de la música vikinga con respecto a la cara que había puesto Loki antes, como si la pregunta de ella le hubiese afectado profundamente. Él estaba comportándose extraño, y ella no terminaba de descifrarlo.