CATALINA POV'S:
Entramos a la casa donde había vivido toda mi infancia junto a mis padres, tanta era la felicidad y la tristeza ante el recuerdo, que no pude evitar derramar algunas lágrimas.
La que ahora era mi familia, estaba sentada junto a mí, mientras charlaban con mis abuelos. Ellos conversaban sobre mi vida y cómo me trataron todo este tiempo.
Luego de algunas horas de conversación alguien tocó el timbre de la casa.
Avisé que iría a abrir la puerta, después de todo, yo era la que me encontraba más cerca a esta, además, quería saber quién estaba al otro lado de este pedazo de madera.
Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veía...
—¿Cata?
Me miró confundida y con los ojos algo abiertos de la sorpresa.
—¿Julissa? —pregunté con evidente emoción.
Frente a mí tenía a la persona con quién compartía mis travesuras de pequeña, confiaba mis secretillos y estaba a mi lado cuando la necesitaba.
Nos abrazamos por un largo momento y fuimos a su habitación junto con Beily para poder conversar con tranquilidad.
Ella me comentó que había sido aceptada en una universidad de Londres y se iría con sus padres, lo cual significaba que mis abuelos se quedarían solos. Siendo sincera, esto me preocupaba un poco.
Nos fuimos a casa casi a las seis de la tarde para evitar que papá conduzca de noche. A veces le cansaba mucho la vista.
Cuando llegamos a casa tuve la necesidad de hablar con mis padres. Necesitaba de su ayuda para acabar con mi preocupación.
—Yo... Yo les quería preguntar, solo si se puede, si es que es posible que mis abuelos vengan a vivir aquí cerca, porque mis tíos se irán a Londres con Julissa —hablé con nerviosismo. Hasta me sudaban las manos.
Entendía si no aceptaban. Después de todo, me habían dado muchas cosas. Y tal vez era mucho pedir algo así.
—Claro que sí, hablamos de eso con tus tíos —dijo mamá mientras asiente con una sonrisa.
Lo que sale de sus labios me deja algo desconcertada. No sabía que mi madre tenía comunicación con mis tíos, ni que se hubieran puesto de acuerdo sobre esto.
—¿Cuándo? —pregunté con el ceño fruncido—No entiendo nada.
Sin duda no entendía ni un poco de lo que mi madre decía. Ahora sí que estaba muy confundida.
TIFFANY POV'S: (madre de Cata)
Flashback
Teníamos la sorpresa lista para Cata, solo que teníamos que arreglar algunas cosas. Conseguimos el número de sus tíos y decidimos llamarlos. Sobre todo, para que sepan que nos quedaremos a vivir en New York y podrán visitar a Cata sin problemas.
—¿Hola? —contestó al segundo pitido una voz femenina a través de la otra línea.
—Buenas tardes, soy Tiffany Johnson, madre adoptiva de Catalina Evans, ¿me podría comunicar con algún familiar cercano suyo? —me presenté cordialmente.
—Yo soy su tía, ¿qué pasó con mi sobrina? —preguntó con tono preocupado. Creo que pensó que eran malas noticias cuando era todo lo contrario.
—Quiero hablar con usted —hablé en tono serio—Nos mudaremos con Cata a New York y no queremos que esté alejada de su familia, pero tampoco la queremos perder —expliqué tratando de que entienda.
Catalina es mi hija ahora y si bien no podía estar alejada de su verdadera familia, tampoco podía dejarla ir como si nada. Es mi hija por más que no haya estado en mi vientre.
—No, no se preocupe. Yo me mudaré con mi esposo y mi hija a Londres, y pues mis padres se quedarán solos.
Su voz se escuchaba ya más tranquila.
—Nosotros hemos comprado dos casas, y una es para ustedes, pero pueden vivir sus padres ahí —propuse solucionando así el pequeño inconveniente.
—Eso sería bueno —suspira—Gracias señora, estimo mucho a mi sobrina y sé que estará bien con ustedes. Lo supe desde que firme los papeles a favor de la adopción. Nos vemos cuando vengan —dijo con tono agudo.
Creo que se puso sentimental. Totalmente compresible.
El recordar ese día, generó en mí mucha felicidad. Cata había traído la pizca de felicidad que faltaba en casa.
Fin del flashback
—Y eso fue lo que pasó, todo está resuelto. Tus abuelos vivirán en la casa de a lado. —Sonreí y giré mi rostro levemente para ver a mi hermosa hija, quien traía una sonrisa de oreja a oreja y un brillo especial en sus ojos.
—Gracias por todo lo que hacen, no sé qué sería de mí sin ustedes —dijo a lo que le respondí con un abrazo.
Catalina es una parte importante para nosotros. Alguien que no queremos perder jamás.
—De nada, pequeña, te amamos. —Me acerqué a ella y deposité un beso en su frente. —Por eso hacemos todo esto, para que estés feliz —hablé tiernamente.