Tú eres la nerd

14. UNA TARDE EMOTIVA

CATALINA POV´S:

Mis padres me habían dado permiso para la pijamada de esta noche así que teníamos lo que restaba del día para hacer lo que quisiéramos. No podía estar más feliz.

Subí a mi habitación con las chicas tras de mí para chismorrear un poco sobre lo que ha estado sucediendo últimamente y para tratar de sacarle algo de información a Almendra sobre el chico nuevo.

—¿Y cómo vas con Richard? —preguntó Ryan de repente y mi cuerpo pareció tensarse al oír ese nombre. Se suponía que estábamos aquí para interrogar a Almendra, no a mí.

De todos modos, sabía que en algún momento íbamos a terminar hablando de aquel chico. Mis amigas y yo éramos muy unidas, lo que hacía difícil que nos guardáramos secretos, sobre todo, si un chico estaba en él. Era casi una traición el no dar detalles sobre alguien que podría terminar siendo más que un simple amigo.

Cuando dejo de dar tantas vueltas al tema en mi cabeza, la pregunta que me hizo mi amiga resonó en mi mente. Ni siquiera sabía cómo iba mi relación con aquel tonto. Hasta ahora había evitado a toda costa toparme con el tipo ese y no me arrepentía de nada. Lo había visto repetidas veces en el salón, pero cuando se quería acercar a mí, yo huía disimuladamente.

—¿Qué?

Me hice la desentendida, aunque ciertamente lo estaba, pero no por tratar de evadir el tema, sino por la pregunta. Las chicas no sabían lo que había pasado la noche de la fiesta, ¿cómo se enteraron de que conocí al egocéntrico chico?

—En la fiesta te vimos con él —habló Almendra contestando la pregunta que había formulado en mi mente, mientras me lanzaba una pícara sonrisa.

—¿Y tú? ¿Me dirás que no hay nada entra Mark y tú? —pregunté retándola y achinando mis ojos. Si Almendra quería que hable, primero debía hacerlo ella.

—Catalina Natalie Johnson Macavich —dijo casi gritando y obteniendo toda mi atención—No cambies de tema. —Me lanza una mala mirada.

Ella sabía que odiaba que me llamaran por mi segundo nombre. En verdad, lo odiaba. Prefería cualquier nombre en lugar de Natalie. Ni yo sabía bien por qué, pero crecí odiando ese nombre. Tal vez era porque Valentina lo usaba con frecuencia para molestarme y hacer mi vida imposible.

Ahora que lo pienso, ya no me llama así. Lo que resulta algo extraño después de haberlo usado por largos años. Sea como sea, mi odio por aquel bendito nombre no acabaría.

—Sabes que odio que me llamen así —dije luego de un largo rato.

—Habla ahora.

La voz de Almendra sonaba algo ruda, lo suficiente como para saber que era una orden la que me estaba dando. Parte de mí quería seguir molestándola y retarla una vez más, pero sabía que no podía alargar este tema más de la cuenta.

Richard no era nadie, solo un egocéntrico con el que me topé así que si querían saber de él les contaría lo que pasó, lo más rápido posible, como para no volver a tocar el tema nunca más.

Resoplé y me acomodé para contarles a mis amigas lo que tanto esperaban saber.

—Conocí a Richard Miller el día de la fiesta, impidió que me caiga al suelo y quería que formara parte de Los Populares. Logré escapar y no ser una fresita —hablé rápidamente y mostré una inocente sonrisa cuando terminé. Mis mejores amigas se quedaron un rato procesando lo que acababa de decir.

—¿Qué? ¿Ibas a ser popular? —exclamó Almendra con el ceño fruncido y evidente confusión.

—Claramente no acepté, ¿olvidan que quiero hacer un debate en contra de ellos? Por nada del mundo cambiaría mi forma de pensar sobre Los Populares. —Me excusé haciendo que se calmara. A veces mi amiga podía ser algo dramática.

En la mañana les había contado a las chicas sobre mi plan. Ambas habían accedido a formar parte de mi equipo sin titubear. Tal y como dijo Antonio.

—¿Entonces no estás con Richard Miller? —preguntó Ryan sorprendida.

La miré indignada. Recién acababa de conocer al tipo y ya cree que es mi novio. Era una locura. Admito que el rubio no estaba mal, pero no era mi tipo. Los chicos egocéntricos y presumidos jamás serán mi tipo de novio ideal.

—Claro que no —negué al instante—Apenas lo conozco, además es popular.

Almendra asintió convencida de que decía la verdad cuando mostré mi cara de asqueada por la hipótesis que estaba impregnada en su mente sobre Richard y yo.

—¿Entonces no? —preguntó de nuevo Ryan.

—No. —La miré con cara de pocos amigos—¿Desde cuándo estudia aquí? —pregunté luego de algunos segundos, un poco más calmada.

—Desde el año pasado —dice Almendra mientras mira un punto muerto, pensando en algo—Si mal no recuerdo, tiene una hermana pequeña que va en el salón de sus hermanos.

Una hermana pequeña. Oh Dios, es ella por quien mi hermanito está tontamente ilusionado. Ahora tiene sentido todo, por eso Robert me molestó hoy con Richard, pero él no dijo exactamente su nombre.

—Al fin descubrí quién le gusta a Robert. —Suspiré aliviada—. Hoy en la mañana me dijo algo como… "Suerte con Ricky". Tal vez se refería a Richard Miller, ellos son… ¿amigos?




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