NARRADORA
Pasado 1999
Era el cumpleaños número dos de Alexia cuando la diosa bajo para llevarse a su hija por un tiempo…esa noche ambas mujeres esperaron a que la niña se durmiera y así quizá no habría tanto remordimiento.
Al entrarse la noche las diosas regresaron al palacio lunar (casa de cada diosa de la luna por milenios), cuando llegaron la Diosa le explico muchas cosas acerca de las responsabilidades de su nieta, como sería su desarrollo y demás, por un momento guardo silencio por lo que Selene hablo.
Selene: Madre ¿Qué es lo que no me has dicho?
Diosa: Creo que deberíamos ir donde mi padre
Selene: De acuerdo, hace mucho no lo veo.
Así que se dirigieron a la casa del Dios Supremo, Selene sabía que si su madre le había sugerido ir era por una razón y estaba segura que lo iba a descubrir pronto…cuando llagaron el hablo.
Dios Supremo: Selene que gusto verte…Amaris (diosa luna) ¿aquí debe su visita?
Amaris: Padre he venido para que le expliques a mi hija lo que yo no puedo
Dios Supremo: Ya veo hija mía…Selene acompáñame a dentro por favor
Selene: Si abuelo
Amaris: Yo los dejo solos…
Dios Supremo: No Amaris tú también vienes
El dios llevo a su hija y nieta a un gran salón donde se encontraba un gran cristal que le mostraría a Selene lo que pasaría con su hija y aquellas cosas que su madre no pudo explicar…Al cumplirse ocho años de haberse ido ella regreso y fue cuando los entrenamientos empezaron.
Actualidad
Selene se encontraba de camino a el único lugar que conectaría con su padre y aunque el nunca quiso saber de ella siempre habría algo que los uniría, ahora solo faltaba saber si eso era suficiente para que el la ayudara.
SELENE
Estaba en mi jardín cuando recibí la visita de mi madre ambas habíamos acordado que cuando tuviera que afrontar la decisión de ver a mi padre por el bien de mi hija ella vendría a verme y así sabría que era el momento…Si bien es cierto mi hija es muy fuerte y poderosa, aunque ella aun no lo sepa.
Entre a la casa seguida de mi madre, cuando mi esposo nos vio supo que ahora más que nada necesitaba que él estuviera tranquilo, me despedí de Joshua pidiéndole que no le dijera nada a nuestra hija el solo asintió.
Me encamine con mi madre al único lugar donde podría quizá tener la posibilidad de hablar con él, nunca imagine que algún día mi familia necesitaría de su ayuda…y aunque esto se tratara del bien de Alexia no por eso dejaba de doler el hecho de que nunca le importe.
Estaba tan metida en mis propios pensamientos que no note que ya habíamos llegado…en frente de mí se encontraba la laguna ancestral donde las personas podían venir a clamar a los dioses del mar, sus aguas eran tan cristalinas. Me hinque en una gran piedra blanca con símbolos pertenecientes al mar, coloque mis manos en dos de los símbolos y empecé a hablar en griego.
Selene: Ο Θεός της θάλασσας ακούει τη φωνή μου και πηγαίνει σε αυτήν. Γιος της βασίλισσας Αμφιτρίτης βασίλισσα των θαλασσών, παρουσιάστε τον εαυτό σας μπροστά μου (Dios del mar escucha mi voz y acude a ella. Hijo de la reina Amfítrite reina de los mares preséntate ante mí.) _ repetí esas palabras tres veces hasta que de las profundidades apareció una luz celeste hasta que apareció ante mí y hablo.
Tritón: ¿Ποιος είσαι και γιατί με επικαλείς;? (¿Quién eres y porque me invocas?)
Selene: Το όνομά μου είναι Selene κόρη της θεάς Amaris και δική σας (Mi nombre es Selene hija de la diosa Amaris y el tuya)
Tritón: Δεν έχω τίποτα να σου μιλήσω (No tengo nada de qué hablarte)
Amaris: Είναι απίστευτο ότι ως Θεός δεν ξέρετε πώς να μιλάτε άλλες γλώσσες (Es increíble que como Dios no sepas hablar otros idiomas).
Tritón: Vaya vaya si es la favorita del Todo poderoso
Amaris: No estamos aquí porque nos guste no tuvimos otra opción
Selene: Almenos escúchame una vez en tu vida
Tritón: Esta bien hablen rápido
Amaris: ¿Te acuerdas de la profecía de mi madre?
Tritón: ¿Qué tiene que ver eso conmigo?
Amaris: Bueno al tener una hija tuya la profecía se alteró, Selene fue destina a un Omega Real y su hija es una Diosa en cierta manera.