Una confesión difícil

Los días pasaron y Loki era completamente distante, solo estaba cerca cuando comíamos, en los entrenamientos entrenaba contra otros guerreros, y cuando teníamos tiempo libre simplemente desaparecía, seguramente practicando su magia o leyendo en su jardín, a veces había algo que me llenaba hacia él, pero yo trataba de evitar seguir ese imán, la reina me había preguntado qué pasaba porque nos veía distantes, pero yo solo le decía que simplemente queríamos estar lejos el uno del otro, yo iba hasta la pequeña montaña a la que él me había llevado y volaba por varias horas entre las nubes, evitando que me vieran, volaba hasta cansarme y cuando terminaba volvía al palacio para dormir o comer algo, a veces llegaba a mi habitación al mismo tiempo que Loki a la suya, pero él ni siquiera me miraba. En todos esos días, quién me hacía compañía era Thor, contándome las historias de Asgard, o sus cruzadas más recientes, me abrazaba cuando me veía triste, a veces me regalaba flores o me contaba algún chiste para reír por un rato, lo cual lograba fácilmente, él era un hombre muy divertido, muy caballeroso, dulce, interesante y fuerte, tal vez tenía que ver con el hecho de que era mayor que yo por quinientos años, pero estar con él era muy agradable para mí, me hacía sentir como una niña y a la vez una mujer madura, sin embargo, nunca hablábamos de cosas muy personales, él era respetuoso de mi luto y mi dolor, evitando preguntar por mí reino o lo que sentía al respecto.
Este día ya habían pasado dos meses desde la pelea con Loki, sin hablarnos ni nada, desperté un poco triste por la nostalgia como había despertado todos estos días sin su presencia, arrepentida de haberle pedido que se aleje de mí. Me levanté de la cama, me puse la armadura que me habían entregado para que entrene más cómoda y me cepille el cabello, me mire en el espejo un poco triste y sonreí para disimular como siempre mi tristeza de los últimos días, bajé a desayunar y me senté como siempre al lado de Loki, quién no volteaba para mirarme ni un segundo, eso realmente me dolía pero trataba de disimular y solo hablaba con Thor, hacíamos bromas o cambiaba con magia sus frutas de forma para molestarlo. Thor y yo terminamos de comer primero, hicimos una reverencia y nos fuimos a entrenar como siempre.
De nuevo Thor decidió entrenar conmigo, lo había hecho desde hace varias semanas, entrenábamos con espadas, y aunque él era muy rudo siempre perdía por distraerse cayendo en mis trampas, admito que hacía trampa, pero no iba a dejar de hacerlo por el remordimiento. Comenzamos a pelear como siempre, golpeando y chocando nuestras espadas una y otra vez, ya había mejorado y era difícil ganar, pasaban muchos minutos hasta que uno ganara. Nuestras espadas bloqueaban el avance del otro esta vez, logrando que nos miremos cara a cara, ninguno retrocedía.
- ¡Tienes unos lindos ojos celestes, príncipe Thor! – dije mirándolo a los ojos.
- ¿Qué? Bueno gracias – respondió Thor.
-No, gracias a ti – dije y le pise un pie logrando que pierda la fuerza y golpeándolo para que cayera al suelo, puse la espada en su pecho – bueno ya gané, ríndete.
-Esta bien, pero si lo hago quiero que vengas conmigo a un lugar secreto, tengo que decirte algo – respondió con una sonrisa.
- ¿Qué quieres decirme? – dije bajando la espada.
En seguida sin darme cuenta pateo la espada lejos de mí y me derribó, haciendo que todos gritaran que por fin me ganó, él se puso de pie y me dio la mano para que también lo hiciera, ambos empezamos a reír por unos segundos, él había logrado hacer trampa y ganarme, era un escenario divertido, luego él me miró y con la cabeza me hizo una seña para que lo siguiera, lo cual hice, caminé tras él, y no pude evitar mirar a Loki, se veía decepcionado pero no me miraba de vuelta, así que seguí caminando, hasta alcanzar a Thor en una sala con varios sillones suaves y con almohadas por todas partes, él se sentó en uno y me indicó que yo hiciera lo mismo.
- ¿Entonces si querías hablar conmigo? ¿No era solo por trampa? – pregunté sarcásticamente.
-Zafiro, la verdad es que todo este tiempo que pasamos juntos ha sido muy divertido y maravilloso – respondió ignorando mi sarcasmo – usualmente no pasó mucho tiempo con otras mujeres, solo contigo y Sif.
-Lo noté, ella y yo somos tus únicas amigas porque siempre estás entrenando y pensando en el momento que puedas ir a batallas grandes – dije sonriendo – y también para mí estos días han sido muy especiales y divertidos.
-Sabiendo eso quiero confesarte algo y no espero que respondas igual, solo quiero que lo sepas y así por fin estaré libre de esto que me quita el sueño.
-Responderé siempre siendo sincera, no te preocupes, yo te escuchó.
-Esta bien... Zafiro yo estoy... enamorado de ti – confesó con la voz temblorosa.
-Thor... eso me halaga mucho... eres un hombre muy apuesto sin duda – respondí asombrada por la confesión – pero no quiero involucrarme sentimentalmente con nadie, sin embargo, si algún día nuestros caminos se juntan yo seré honrada de tener un hombre como tú.
Thor me miró y me abrazó con una sonrisa resignada pero aliviada, nos miramos otra vez a los ojos quedando en silencio, este silencio no era para nada incómodo, era necesario y tranquilizaba mi corazón, mis palabras no lo lastimaron y eso me ponía feliz, él era muy maduro y aceptaba todo sin tristeza o rencor, pasaron unos segundo así, y simplemente me besó, le correspondí sin problema, era un beso suave y dulce, quizás no era apasionado como cuando besaba a Loki, pero era porque este beso era más bien reconfortante para los dos, porque sabíamos que esto no arruinaría nuestra amistad, al contrario su honestidad me hacía admirarlo aun más, no separamos y sonreímos. Luego de eso como siempre hicimos bromas para cambiar el tema, hasta que un guardia llegó diciendo que el rey quería venos. Caminamos al gran salón del trono dónde nos esperaban los reyes, lady Sif, Fandral, Hogun, Volstagg y Loki.
-Me alegra que por fin estén todos aquí – dijo Odín – hoy irán en una cruzada para recuperar un objeto sumamente importante que por fin localizamos.
- ¿Una cruzada? Cuenta conmigo padre – respondió Thor – pero ¿Era necesario llamar a Zafiro?
-Por supuesto que era necesario, ya que ella ha entrenado mucho desde los ocho años, creo que está lista para su primera cruzada.
- ¿En serio crees eso, padre? Yo no creo que ella deba acompañarnos – interrumpió Loki, con una ligera expresión preocupada.
-Claro que debe hacerlo, será una guerrera importante en esto – respondió Odín.
- ¿Cuál es la misión, su majestad? – pregunto Sif cambiando de tema.
-Es un artefacto muy antiguo llamado Teceracto, su energía es muy poderosa, debido a que es una gema del infinito, la hemos buscado por muchos años para protegerla en las bóvedas, sin embargo, han estado perdidas por miles de años hasta ahora, que alguien localizo en manos de un titán, el último en su especie, pero sus intenciones no son buenas, por eso su misión es ir hasta donde él se encuentra en un planeta oscuro, y recuperarlo – explicó Odín – llevar a la princesa que usa magia de la vida misma puede salvarles la vida si es necesario.
-Su majestad, yo acepto ir sin ningún problema – dije haciendo una reverencia.
Odín hizo una seña con la mano para que nos vayamos de inmediato y eso hicimos, nos pusimos nuestras armaduras y cada uno eligió un arma, Thor tomó un hacha y yo una espada, un arco y una flecha, Loki todas las dagas que pudo esconder en su armadura y Sif y los tres guerreros como se hacían llamar tomaron las armas que mejor usaban. Yo estaba asustada, nerviosa y emocionada por mi primera misión, miré a Loki y él tenía una expresión de desaprobación a mi compañía, seguramente era porque quería estar lejos de mí o no confiaba en mis poderes, pero yo le probaría que no era débil en lo absoluto, nos dirigimos al Byfrost donde nos esperaba Heimdall con su espada que era la llave al portal, nos dio una mirada, y me pidió que me cuidara, luego abrió el portal y recordé el destello de arco iris cuando me rescataron de la masacre en mi reino, pero en esa ocasión no estaba consciente del todo, ahora podía ver la belleza del portal, parecía un círculo a nuestro alrededor que formaba un camino absorbiéndonos en un camino por el universo como cristales de colores, hasta que mis pies tocaron el suelo, ya habíamos llegado.
Era cuerdo, era un mundo lleno de oscuridad, desolado, pero con portales pequeños, seguramente solo te llevaban a diferentes partes del mismo mundo, Thor nos indico que atravesamos juntos uno frente a nosotros y lo seguimos, al final Loki y yo, podía ver como cada uno atravesaba el portal y desaparecía frente a mí, hasta que Loki y yo cruzamos, pero no veíamos a ninguno de ellos, quedamos un poco confundidos. Me acerqué a un portal y levanté la mano para sentir la energía.
-Estoy portales son inestables, tal vez todos terminamos en diferentes partes de este planeta, eso debe mantener este planeta desolado, la vida no puede mantenerse entre magia tan inestable y voluble – expliqué.
-Lo mejor es que busquemos el Teceracto y busquemos a Thor y los demás – respondió Loki.
Vimos a nuestro alrededor hasta que nos llamó la atención a lo lejos un brillo azul, sin duda lo habíamos encontrado, podía sentir una energía desmesurada emanando de él, así que nos acercamos cuidadosamente, evitando entrar a un portal, ya que se movían de un lado a otro, llegamos frente al Teceracto que tenía la forma de un cubo azul, y para estar segura, puse mi mano sobre el, a penas lo toqué despidió un destello de energía muy fuerte, pero no me hizo daño, todo lo contrario, mi mano absorbió todo el poder que despidió, Loki y yo miramos mi mano que simplemente había absorbido la luz que tocó, nos miramos asustados.
-Tú cuerpo puede absorber el poder de una gema del infinito – dijo Loki sorprendido.
-Averiguaremos la razón en otro momento, mejor tómalo y vámonos de aquí, busquemos a Thor para irnos de aquí.
-Es demasiado extraño que nadie este cuidando esto, se supone que lo tiene ese titán.
-Tienes razón, es muy extraño, pero debemos tomar en cuenta que es un lugar lleno de portales, por lo tanto, no es fácil llegar a cuidar algo a tiempo, debemos aprovechar esa ventaja e irnos.
A lo lejos escuchamos el sonido de las espadas y otras armas chocando con otros metales, seguramente eran Thor y los demás, esa era la razón por la que el Teceracto no estaba siendo vigilado, Loki me mostró un portal y corrimos hacia él, ya que de ahí se escuchaba la pelea, lo atravesamos, pero el portal nuevamente falló, haciendo que yo quedé sola y cayera en agua, un lugar donde llovía, busque alrededor, pero estaba sola, hasta que escuche unas pisadas, gire hacia el sonido y una silueta enorme se formó en la oscuridad, era el titán que tenía en sus manos una lanza especial, que la había visto en un libro de artefactos peligrosos en el universo, era la "Lanza del destino", capaz de dominar las mentes. Me lanzo un rayo con esa lanza golpeando directamente a mi pecho, haciendo que pierda la consciencia.
Narrador omnisciente:
Loki cruzó el portal y llegó al lado de Thor, mostrándole el Teceracto para indicarle que ya podían irse, sin embargo, había muchas criaturas que atacaban a Thor y sus amigos.
-Nos iremos, pero debemos hacer que retroceda los más que puedan – dijo Thor - ¿Cómo lo encontraste?
-Zafiro lo encontró – respondió Loki mirando atrás para verla, pero ella no estaba detrás de él – ella estaba conmigo, cruzamos el portal juntos.
-Sí, pasó lo mismo que nos separó, ella quedó en otra parte, debemos buscarla.
Antes de que Loki pudiera responder, el ejército de criaturas de detuvo en seco, sin dar ni un golpe o acercarse a ellos, se quedaron quietos en la misma posición rodeando a todos en un círculo, se escucharon unos pasos fuertes, y las criaturas sacaron armas filosas apuntando al cuello de cada uno, excepto Thor y Loki, el ejército abrió paso dejando ver una silueta pequeña, caminando hacia ellos, quién no dejaba ver su cara, escondida bajo una parca negra. Este levantó la mano y con un movimiento encadenó a Thor, seguramente por ser el más grande y fuerte de todos, ya que los tres guerreros estaban heridos y Sif estaba agotada, Loki era el único libre y de pie. Ahora se acercaba una silueta enorme, era el titán, Loki trataba de divisar bien quién era, hasta que por fin este llegó a la luz, era enorme, quizás media tres metros quizás, y en una de sus manos agarraba del cabello a Zafiro, arrastrándola con él mientras caminaba, Zafiro tenía heridas por todo el cuerpo, la sangre manchaba su labio superior y el hombro izquierdo. El titán se detuvo y miró a Loki, quién trata a de no tener ninguna expresión en el rostro, luego miro a Zafiro.
-Bien, ahora entrégame el Teceracto o mataré a alguien aquí, te mataré a e ti delante de todos tus amigos asgardianos – dijo el titán dirigiéndose a Zafiro, en la otra mano tenía la Lanza del destino.
-Yo no sé de qué me hablas, no tengo nada – respondió Zafiro llorando por el dolor.
-Él lo tiene – miró a Loki acercando la lanza al pecho de Zafiro – entrégame el Teceracto, asgardiano, o simplemente la verás sufrir.
-No se lo entregues Loki – suplicó Zafiro llorando.
El titán la lanzó la empujó contra el suelo y apunto nuevamente al pecho de Zafiro, sacando el poder de la lanza, haciendo que Zafiro grite con todas sus fuerzas por el dolor, Loki bajo la cabeza tratando de aguantar escuchar los gritos desconsolados de Zafiro, Thor y los demás gritaban que la deje en paz, y se detuvo, Zafiro jadeaba adolorida y llorando.
-Por última vez, entrégame el Teceracto o la torturare hasta que muera – advirtió otra vez.
-No lo hagas, por favor, no le entregues nada – suplicó nuevamente Zafiro, y de nuevo el poder de la lanza le infligió dolor, haciendo que grite otra vez - ¡¡¡Loki!!!
- ¡Ya basta! – grito Loki, no pudo aguantar – te lo entregaré, pero déjanos ir.
Loki hizo aparecer el Teceracto y se acercó con el al titán, mientras miraba a Zafiro, las lágrimas rodaban por sus mejillas, y el dolor se reflejaba en sus ojos, el titán tomó el cubo.
-Ahora te dejaremos en paz, pero por favor déjanos ir, y dámela, ya no la necesitas – suplicó Loki sin quitar la vista de Zafiro.
-Cumpliré mi palabra, lárguense y nunca vuelvan a buscarme – respondió el titán, mientras tomaba a Zafiro del brazo, ella se puso de pie como pudo, y él la empujó hacia los brazos de Loki, ella simplemente perdió las fuerzas en las piernas y él la tomó en sus brazos.
Con Zafiro en los brazos se acercó a Thor y sus amigos, las criaturas se alejaron completamente y el titán los observaba para asegurarse que se fueran, Thor le gritó a Heimdall que se los llevará y el portal de abrió, sin embargo, justo antes de que el Byfrost se los lleve, Zafiro extendió la mano hacia el titán y con lo que le quedaba de fuerza con sus poderes atrajo el Teceracto hacia ella, logrando escapar con éxito. Llegaron a la sala del portal, y los esperaban Heimdall y Odín, quién al ver a Zafiro le ordenó a Loki llevarla a la enfermería y a Thor que lo acompañe mientras se llevaban el Teceracto. Zafiro se desmayó de camino a la enfermería y Loki se apresuró por el susto, la puso en la cama y las enfermeras empezaron a revisarla. La reina llegó para consolar a su hijo, quién estaba desesperado por saber si Zafiro estaría bien.
-Finalmente llegó quién es tu debilidad hijo mío, pero ella cuidará tu corazón, estoy segura de eso, y estará bien, los vanir son muy fuertes – dijo la reina Frigga mientras abrazaba a Loki.
-Sí algo le pasa no me lo perdonaré, porque ella se arriesgo y sacrifico con tal de tener esa cosa – respondió Loki mirando a Zafiro. Paso una hora.
-Mi reina, príncipe Loki, la princesa Zafiro estará bien, las heridas ya están sanando, pero las internas son quemaduras hechas por un poder demasiado grande, su curación está más lenta de lo habitual en su cuerpo – dijo la enfermera extendiendo una botella hacia Loki – cuando ella despierte pídale que beba esto, le ayudará a sanar más rápido.
Loki tomo la botella y junto a la reina esperaron que Zafiro despierte, pasaron varias horas, ella no despertaba, él sabía que ella estaba demasiado débil, porque normalmente ella habría despertado casi enseguida de la curación.