Tú eres mi destino

Nuevo siglo, nueva familia

Un siglo y quince años más pasaron desde aquella vez, y no lo volví a encontrar, tal vez él venía a verme desde lejos, él era así, y no me sorprendería saber eso, en estos años aprendí a manejar mis poderes para cambiar mi edad físicamente, de esta forma lograba ser parte de familias que me cuidaban como una hija, y en este siglo fui adoptada por un millonario, mi padre adoptivo amasaba su fortuna fabricando armas, pero él cambio su rumbo a usar su inteligencia para ayudar a proteger a las personas, las cosas cambiaron mucho desde que llegué a la Tierra, habían poderes en algunos, y mi padre era un superhéroe, como lo llamaban los niños, Tony Stark, o papá como yo lo llamaba, técnicamente me adoptó cuando yo aparentaba cinco años, ahora se supone que tengo doce años. Ahora tenía un apellido, Zafiro Stark.
Una amiga de Tony me llevo de viaje a petición de él, por alguna razón se portaba un poco distante y preocupado, molesto, y Pepper quien era su secretaria, novia y como mi madre desde hace muchos años, algo le pasaba, pero no podía hacer nada. La amiga con la que estaba viviendo siempre trabajaba y yo me la pasaba conociendo el pequeño pueblo, con un par de amigos, como todos me conocían por ser la hija de Tony y también del superhéroe Iron Man, aquí caminaba volviendo a mi apariencia de chica de veinte años, que era la real, tenía amigos con los que me veía y comíamos en los restaurantes cercanos, no era muy grande el lugar y era casi desierto, perfecto para encontrar la tranquilidad que ser hija de un millonario no me dejaba tener. Caminaba con mis amigos y todos se despidieron para volver a sus casas, ya era un poco tarde, y a lo lejos había un tornado, no muy peligroso, pero si era mejor ir a casa, me quede solo con uno, Christian, era joven, tenía solo dieciocho años y me acompañaba hasta la puerta de mi casa siempre que quedábamos solos, llegamos a la puerta y aún había gente caminando. Sin embargo, él no sabía mi verdadero nombre, a causa de que yo cambiaba de forma a quien realmente se conocía como la niña millonaria, mentía respecto a mi nombre.
-Solange, quiero decirte algo muy importante – dijo Christian antes de que entre a la casa.
-Claro, dime Christian – respondí sacando las llaves de mi bolsillo.
-Hemos sido amigos desde hace un año que visitas a tu tía – se notaba que él estaba nervioso – y quiero confesarte que me gustas mucho y me gustaría ser tu novio.
Lo pensé bien, sentía que él también me gustaba, y no haría daño darle una oportunidad a una relación juvenil, pero antes de que pudiera responder una luz de varios colores apareció a lo lejos, viniendo del tornado, gracias a que el pueblo no tenía edificios podía ver claramente esa escena, cuando vi que ese rato de colores a lo lejos venía desde el cielo me di cuenta que alguien de Asgard había llegado, pero no podía correr hacia allí y llamar la atención siendo obvia con el interés, se escuchó como un ruido estruendoso chocaba contra el suelo.
-Debo irme a mi casa – dijo Christian – mejor entra a tu casa y mañana hablaremos al respecto.
-Sí, ve con cuidado, te llamaré o llámame tú – respondí abriendo la puerta – hasta mañana.
Entre a la casa y me metí a la cama lo más rápido posible, quería dormir para ir lo antes posible a ver quien había llegado, me quedé dormida rápidamente. Al día siguiente, me levanté y me cambié rápido, como siempre estaba sola, y solo había una nota diciendo que debía desayunar y cuidarme, ya que mi padre aún no había llamado para decir que vuelva, comí lo que ella me había dejado en el microondas, era un pequeño pastel de chocolate y pensé que debió salir muy apurada, porque eso no debía estar en el microondas o se derretiría todo el chocolate. Salí de la casa y vi el auto que estaba estacionado, me fijé si las llaves estaban ahí y para mí suerte si estaban ahí, yo sabía conducir así que me dispuse a conducir hasta donde el portal llegó. Tarde una hora en llegar pero lo logré, al bajar vi que la tierra estaba hundida, como si algo hubiera impactado fuertemente, caminé hacia él y ahí estaba, el Mjölnir, lo toqué con una mano y sentía su energía, definitivamente era el martillo de Thor, asumiendo que él había logrado ser digno de tenerlo, pude moverlo un poco de la tierra, pero no pude alzarlo, era como el cuento de la espada en la piedra, sin embargo, el poder moverlo un poco significaba que yo también pude haber sido la dueña. Thor estaba cerca, pero por qué, y por qué no tenía el Mjölnir con él, todo era muy misterioso.
Volví al auto y regresé al pueblo, para buscar a Thor, pero no pude encontrarlo. Llegue a la casa nuevamente y busque mis cosas, tenía que encontrar a Thor, para tratar de saber que estaba pasando y por qué estaba él allí, hasta que sonó el celular, cuando vi quién me llamaba, vi el nombre registrado antes de responder “Agente Coldson”, demonios, pensé.
-Espero que tengas buenas noticias de mi padre – respondí al teléfono – yo aún estoy exiliada en New México.
-Lo sé, Zafiro, pero no es de él de quien quiero hablar – dijo Coldson – tienes que venir a la ubicación que te enviaré, necesito tus conocimientos de historia.
-Bien, iré para allá, pero por tu bien, no me dejes al descubierto, recuerda que soy la hija de Tony Stark y así quiero seguir por un tiempo.
Colgué y me dirigí a la computadora, había un mensaje oculto de correo electrónico que decía “tienes la ubicación en el GPS, solo no le digas a nadie a dónde te diriges”, tomé el GPS y ya tenía la ubicación marcada, tomé nuevamente las llaves y entré al auto, junto con mi celular y una chaqueta por el frío y la lluvia que habría esa noche, podía predecir el clima, esa era una habilidad que desarrollé hace cincuenta años, conduje guiada por el GPS, y nuevamente llegue donde estaba el Mjölnir, solo que ahora había todo un sector de investigación, ahí me esperaba el agente Coldson de S.H.I.E.L.D. y me acerqué, sabía que todo se debía al martillo de Thor, pero preferí ocultar que sabía todo, porque no sabía las intenciones de la agencia con él.
-Espero que sea muy importante, porque cuando mi tía se dé cuenta que me lleve el auto y no estoy ahí, se volverá loca o peor aún, llamara a mi padre – le dije a Coldson – si esto va a tomar tiempo, quiero que me ayuden con ella.
-Tranquila, solo envíale un mensaje diciendo que te quedarás a dormir en la casa de una amiga que acabas de conocer, y en cuanto al auto, haré que alguien lo devuelva sin dejar rastro – respondió él mientras me llevaba hasta donde estaba la sala de cómputo.
-Bien, ahora que eso está arreglado, ya puedes decirme el por que construyeron otro pueblo lleno de matones – dije molesta.
-No debes molestarte, sabes que es necesario, en cuanto a la misión, no sabemos nada, solo el hecho de que tiene la forma de un martillo y despide mucha radiación que causa un tipo de interferencia con cualquier aparato electrónico, las computadoras y celulares no tienen señal, llegó del cielo literalmente.
- ¿Y yo que podría hacer sin una computadora? Si ellas no funcionan, me temo que no puedo ayudar en nada.
-Bueno al conocer tanto sobre historia por tus años en este mundo, creímos que podrías tal vez saber algo de esto, si alguna vez esto ya había pasado antes.
Me llevo ahora hasta donde se encontraba el Mjölnir, lo analizaban con detectores de radiación, por si era peligroso, también se ponían guantes con el miedo a que hiciera alguna reacción, o también hubiese restos nucleares, análisis de toda clase.
-No sé nada, pero puedo buscar algunos libros, y me quedaré aquí a observar si pasa algo o tiene alguna reacción en alguno de ellos.
Me dejó sola, para que observe desde el segundo piso todo lo que hacían y anoté cada cosa extraña que pueda ver, escuché los truenos que avisaban una tormenta bastante fuerte y fui a conseguir un impermeable, para no mojarme, me quite por un momento el comunicador, estaba demasiado distraída pensando en que estaba pasando y qué debería decir del Mjölnir, o de los dioses, no confiaba en que pudieran tener una buena intención, pero tampoco era posible que lograrán levantarlo del suelo. Por fin salí de mis pensamientos y me puse el impermeable, volví con el cuaderno para anotar y me di cuenta que muchos de los agentes habían peleado y estaban golpeados recuperando la fuerza o la consciencia, y busqué a Coldson para preguntar qué había pasado, pero al parecer estaba hablando con un supuesto intruso asesino a sueldo. Lo describieron como musculoso, muy alto y rubio de cabello largo, supe que hablaban de Thor, así que corrí a buscarlo, pero Coldson me detuvo en el camino.
-Es mejor que te vayas, Zafiro, tenemos un problema con un hombre aquí – dijo Coldson mientras me tomaba del brazo y me llevaba lejos de la celda – además tu padre llamó para decirme que mañana ya podrás regresar a California.
-Eso es una buena noticia, pero tal vez podría hablar con el hombre – respondí mirando hacia atrás.
-Es muy guapo si es lo que quieres averiguar, mejor cuídate, nosotros nos haremos cargo.
No dijo nada más y se dio la vuelta para regresar a hablar con él, no quería iniciar una escena, caminé alejándome de todos ellos para buscar un auto y volver con mi tía, pero no me iría hasta tener una respuesta o ver a Thor, quién yo sabía que se encontraba por ahí. Entré a un auto después de que uno de los agentes me entregó una llave y encendí el motor, acomode los espejos y me di cuenta que no estaba sola ahí, en el asiento de atrás apareció Loki, lancé un pequeño grito ahogado, pero me cubrió la boca.
-Sí haces algún ruido, tus amigos se darán cuenta y harán preguntas – dijo Loki mientras me soltaba – además se ve que ya son más avanzados con sus armas.
-Loki, si estás aquí, significa que Thor también está por aquí – dije en voz baja.
-Mejoraste conduce o se darán cuenta de que algo raro pasa.
- ¿Dónde está él, ¿qué pasó? ¿O mejor, qué hace aquí el Mjölnir? – pregunté mientras arrancaba el auto y comenzaba a conducir para salir de ahí.
-Siempre tan curiosa y preguntona – volteó los ojos – pero te explicaré todo lo que pasa.
-Comienza por el hecho de que Thor y el Mjölnir están aquí por separado.
-Odín lo exilió como castigo a su desobediencia a su rey, por culpa de Thor tal vez estaríamos en guerra con Jötunheim, mi padre cayó en un profundo sueño para recuperar su poder, y la única razón por la que no estamos en guerra es porque el acuerdo pide el exilio definitivo de Thor, mi madre no quiere alejarse de mi padre y ahora yo tengo el peso del trono en mis hombros – dijo con un tono de tristeza – lo único bueno es que puedo llevarte conmigo de vuelta.
- ¿Entonces eres el rey ahora? Eso está bien, creo – dije confundida – me encantaría ir contigo y tener una explicación.
Llegamos un poco lejos de la base de S.H.I.E.L.D. y me detuve, ambos bajamos del auto y caminamos a un lugar donde no afecte al auto el invocar al Byfrost, él me tomó de la cintura y llamó a Heimdall para que nos lleve de vuelta. Al llegar Heimdall no ocultó su sorpresa.
-Zafiro, bienvenida a tu hogar – dijo Heimdall – Loki no pude verte, usas magia oscura para esconderte al igual que los gigantes de hielo.
-Tú solo ocúpate de tu trabajo Heimdall, y obedece a tu nuevo rey – respondió Loki.
Yo no dije nada por la sorpresa de escuchar a Loki tan agresivo con él, pero era mejor no preguntar ni meterme en sus asuntos, solo miré a Heimdall, quién parecía querer decirme algo, pero solo me hizo una mirada de advertencia. Seguí a Loki confundida, hasta la sala del trono donde se paró en seco y les pidió a todos que se fueran, dejándonos solos ahí.
-Algo te mantiene callada – dijo Loki mientras se acercaba - ¿Qué es lo que te incomoda?
-No estoy incómoda, solo quiero saber qué pasó – respondí tocando el collar – siento que algo te paso y ahora estás cambiando.
-Soy adoptado, Zafiro – él bajaba la mirada – Odín me confesó que en realidad soy hijo de Laufey, el rey de los gigantes de hielo.
-Para mí siempre serás Loki, el príncipe de Asgard – respondí abrazándolo – para Thor y tu madre eres el de siempre, y te amamos.
Lo besé instintivamente, pero él parecía triste, su corazón estaba roto, aún así sus manos acariciaban mi cabello y mi espalda, él aún era quien yo amaba, nos separamos y me miró a los ojos como siempre, su mirada tan triste y color azul me gustaban demasiado.
-Te abandoné en la Tierra por lo nuestro, porque debía hacer algo por nuestra relación – estaba por fin explicando lo que pasó – mi padre decidió comprometer a Thor contigo y por eso te alejé, así al menos mi padre olvidaría con el tiempo esa idea.
- ¿Y por qué no me dijiste la verdad antes de abandonarme ahí?
-Porque tú siempre eras obediente a las órdenes de Odín, lo habrías hecho sin dudar a pesar de no amarlo.
-Pero yo tenía el derecho de saber el por qué me dejabas sola en otro mundo.
-Te deje en el más inofensivo y débil de todos los mundos.
- ¿Inofensivo? Loki, me dejaste el año 1697, eran agresivos con lo desconocido, tuve que evitar hacer magia y trabajar para un herrero, era Salem ¿Tienes idea de lo que les hacían a las brujas aquel año?
-Matarlas supongo – ahora él estaba siendo sarcástico – pero tú los habrías matado a todos.
-Eso es cierto, pero aún así fue una época terrible, vi que mataron a muchas amigas que ni siquiera tenían algo que ver con la magia.
Loki me tomó de la mano y me llevó con su madre, quién estaba al lado de Odín, él dormía profundamente, la saludé y ella me abrazó, diciendo que quería a Thor de vuelta, pero por el momento Loki debía hacerse cargo del trono, me explico lo que pasó exactamente que los llevo a tener una mala relación con Jötunheim, era culpa de Thor que se había comportado como un niño atacando primero. Luego Loki me tomó la mano delante de su madre y yo estaba asustada por una mala reacción.
-El hechizo del destino siempre les hará tener una conexión que jamás de romperá – dijo la reina mirando nuestras manos – si la quieres a ella como tu reina o compañera de vida, tienen mi bendición.
Yo me sonroje inmediatamente y ella me sonrió amablemente.
-Muchas gracias, majestad, yo siempre estaré con su hijo – respondí tímidamente – y siempre cuidare de él como él siempre cuidaba de mí.
Loki no decía nada, solo sonreía orgullosamente a su madre, sin soltarme la mano y dándome un beso en la mano, su madre estaba conmovida, sabía que Odín a pesar de estar dormido, él podía escuchar todo, lo cual era peor para mis nervios. Le hice una reverencia a ambos y salimos de ahí solo Loki y yo.
-Tengo que estar en la sala del trono, y como mi pareja, debes estar a mi lado – dijo Loki – te pido que me hagas ese favor.
Asentí con la cabeza y nos fuimos a la sala del trono, mientras el sostenía el cetro de Odín que era como el símbolo del rey, yo me quedé de pie donde la reina siempre estaba cuando Odín estaba en el trono sentado, y miraba a Loki sentarse en él, sería un buen rey permanente, pensé para mí misma.



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En el texto hay: marvel, loki, vengadores

Editado: 26.03.2024

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