Llegué a Asgard, más precisamente llegué al Byfrost, mi energía se había drenado por completo por el viaje tan fuerte, además de los malos sentimientos que había tenido antes de usarlos, y no haber comido nada en dos días por las preocupaciones que me habían causado Steve y mi padre, caí al piso y me desmayé.
Desperté en un lugar familiar, era mi habitación claramente, abrí poco a poco mis ojos hasta recuperar la vista, estaba acostada en mi cama, y frente a mí pude enfocar con la vista lentamente a Odín, traté de sentarme, pero estaba mareada y volví a caer en la cama.
-No hagas esfuerzo de golpe, Zafiro – dijo Odín – estás muy débil, pero estarás bien.
-Majestad, lamento irrumpir de golpe en Asgard – respondí – debía irme de la Tierra.
-Supongo que entendiste que los mortales no tienen nada que ofrecerte.
-Son traicioneros entre ellos mismos, pero no puedo abandonarlos del todo, mi padre es un mortal.
-Debes venir cuando te sientas mejor, te esperaré en la sala del trono.
Se puso de pie y se fue, yo me levanté poco a poco de la cama, sin exigir mucho a mi cuerpo, al ponerme de pie vi que ya tenía ropa de Asgard, las doncellas hacían eso a veces, así que no me sorprendí mucho, hice aparecer mi rosa y la puse en una mesa que estaba al centro de mi habitación, luego miré todo a mi alrededor, nada había cambiado, todo seguía igual, incluso estaba limpio como si nunca me hubiera ido, era extraño que Odín no hubiera pedido que mi habitación se remodelará y se saquen mis cosas, era más extraño que mantuviera mi habitación sumamente prolija y mis cosas en perfecto estado, sobretodo recordando que amenace al príncipe Thor delante de él. Salí de mi habitación y caminé por los pasillos hacia la sala del trono, los guardias me reverenciaban por alguna razón que yo desconocía, hasta que por fin llegué a la sala, Odín me esperaba.
- ¿Entonces que te trae aquí Zafiro? – pregunto Odín - ¿Cuál es la razón de que los concedas el honor de volver a verte?
-Padre de todo primero debo pedir perdón por mi comportamiento la última vez que nos vimos – respondí poniéndome de rodillas.
-No es necesario que pidas perdón, entiendo que estabas dolida en aquella ocasión, pero no tienes por qué arrodillarte ante mí, eres una princesa y no debes hacerlo
-Muchas gracias padre de todo.
- ¿Cuál es la otra razón por la que estás aquí?
-He venido a pedir su permiso para desposar a su hijo Thor y así convertirme en la futura reina de Asgard.
-Me sorprende tu petición ¿qué pasa con el amor que le tenías a Loki?
-Perdí la esperanza de volver a verlo, quizás si está muerto, él no ha vuelto a hablarme.
-No dejaré que te cases con mi hijo Thor.
- ¿Hay alguna razón que me impida hacerlo? Soy de sangre real como él y así no sería ilegítima mi coronación, que Thor decidió entregarme a falta de un heredero al trono.
-Acompáñame y te mostraré por qué no debes desposar a Thor.
Odín bajo del trono y se dirigió hacia la salida, yo lo seguí con cuidado y caminamos por los pasillos, hasta llegar al de mi habitación, donde también estaban las de Thor y Loki, él se detuvo frente a la puerta de la habitación de Loki, me indico con la mano que entre a la habitación de su hijo y eso hice, de nuevo estaba ahí, había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve en la habitación de Loki, igual estaba limpia e intacta, pero no me sorprendía ya que era la habitación de su hijo, el aroma de la habitación penetró mi nariz, ese aroma dulce pero a naturaleza, sonreí sin darme cuenta.
-De verdad te extraño Loki, nunca podré librarme del amor que siento por ti – dije en voz baja – ni siquiera Steve me ayudó a olvidarte.
-Otra vez buscando el amor en los mortales – era la voz de Loki.
Gire bruscamente y ahí estaba él, delante de mí con su sonrisa encantadora, me acerque a él y como si no tuviera control en mi cuerpo simplemente lo abrace, él me correspondió y me besó la frente, luego nos miramos a los ojos sin decir nada, como siempre ese azul me hipnotizaba y me hacía sentir que todo estaría bien.
- ¿Dónde está Odín? – pregunté confundida – si te ven te llevarán a la prisión.
-Ya deberías reconocer mis hechizos e ilusiones – respondió Loki burlonamente – pero más importante, creí escuchar que intentaste reemplazarme con el soldado que viene de otro tiempo.
-Bueno lo intenté, pero él demostró no ser digno de mi corazón, lo siento Loki.
-Eso es porque nunca podrás reemplazarme con nadie y menos un mortal, creo que olvidaste el hechizo que tenemos en encima, siempre volverás a mí.
De nuevo lo abrace tratando de pedir perdón por intentar olvidar lo que yo sentía por él, su aroma como siempre me envolvía junto a sus brazos, él me correspondía el abrazo.
-Tengo que admitir que me gustó que te pusieras de rodillas otra vez ante mí – dijo soberbiamente – pero eres una princesa y más importante una diosa, no tienes que hacerlo, ni siquiera ante Odín
- ¿No te gusta que tu novia se arrodille ante alguien más? – pregunté pícara – tal vez solo ante ti sea el secreto de tu satisfacción.
Solo me miró y me abrazó acariciando mi cabello.
- ¿Dónde está Odín? Estaba aquí hace un momento, debo hablar con él respecto a unas pesadillas que me han atormentado por mucho tiempo.
-Veo que convivir mucho tiempo con mortales te ha nublado la vista, ni siquiera reconoces una ilusión cuando la ves, yo era Odín.
- ¿Qué, pero entonces dónde está?
-Él está bien Zafiro, solo que ahora yo soy el rey y nadie lo sabe, espero que no digas este secreto o tendré que ordenar a los guardias tu captura.
Lo pensé por unos minutos, si Odín estaba bien y vivo, entonces no había ningún problema, no tendría por qué decirle a alguien, técnicamente no hacía daño a nadie, además no parecía haber alguna queja al respecto, cuando caminé por el palacio todo de sentía igual de tranquilo que siempre, había risas de niños, música en las afueras del palacio, las plantas florecían, nada había cambiado para mal, todo estaba tal y como lo recordaba, además ahora entendía el por qué mi habitación estaba tan cuidada, él sabía que yo volvería en algún momento, así que mi respuesta fue negar con la cabeza, él sonrió y se transformó en Odín de nuevo, indicándome que saliera con él de la habitación.
Caminamos por los pasillos del palacio, él me explicaba que iba a consejos y que me ofrecía ser su consejera por el momento y luego pensaría en un buen plan para dejar de usar la forma de su padre, podía notar que ya no había rencor en su corazón, ya había madurado con respecto a ser rey, y todo lo que conlleva el peso de la corona y de ser el líder de todo un reino, supuse que también era horrible cuidar los nueve mundos.
- ¿Desposarías a mi hermano en serio? – preguntó serio – lo pediste al llegar y quiero una respuesta sincera.
-Lo pensé en algún momento, porque ya no supe nada de ti – respondí – pero Thor está enamorado de aquella mortal, sería una desgracia hacer algo así, casarnos amando a otras personas es una condena a la tristeza eterna.
-Entonces si piensas ser la reina de Asgard tal y como Thor lo pidió en su momento, cuando dijo que tú serías la mejor opción a reina ¿trataras de derrocarme o quizás piensas casarte conmigo?
-Derrocarte es una buena idea, pero creo que la diplomacia por matrimonio es mejor, en su momento podríamos casarnos y ser los reyes de Asgard, con Thor protegiendo los nueve mundos desde su libertad.
- ¿Cómo está mi hermano? De seguro está muy cómodo con sus nuevos amigos mortales y sus habilidades un poco interesantes.
-La verdad no lo sé Loki, él se fue hace un año, dijo que buscaría las gemas del infinito para entregármelas y destruirlas, la única que debería buscar es la del tiempo.
-Entonces si Thor no fue quien te mando de vuelta aquí ¿qué te hizo regresar?
-Buscarte y saber si estabas vivo, además de la pelea de los Vengadores, ya no están juntos, Steve traicionó a mi padre y eso arruinó toda amistad que tuve con él.
-El patriótico soldado no era tu amigo, solo di la verdad.
Me quedé en silencio, dejando un mensaje claro ante ese pequeño reproche, él siempre tenía un todo diferente cuando estaba celoso, yo sabía cómo se comportaba al sentir celos, trataba de aparentar que no le importaba, pero quizás en algún momento podrías creer que explotaría en irá al no poder más con los celos.
-Dijiste algo sobre unas pesadillas – dijo cambiando de tema - ¿de qué se trata?
-Quizás se detengan ahora que estoy aquí – respondí insegura – bueno ahora que esto contigo y todo está bien aquí en Asgard.
-Eso significa que regresaste definitivamente a tu verdadero hogar.
-No, tengo que regresar en algún momento, pero pienso estar aquí un año.
-Soy tu rey así que eso lo decido yo.
Solté una pequeña risa de desacuerdo, pero solo quería molestarlo, pregunté por Heimdall, lady Sif y los tres guerreros, a lo que respondió que ella estaba en una misión, Heimdall desaparecido y los tres guerreros en prisión por cometer traición al ayudar a Thor y su novia a escapar con Loki, que en ese momento era prisionero y luego fugitivo, sin embargo, al parecer ahora era considerado un mártir por la supuesta muerte que sufrió a mano de los elfos oscuros, por lo cual los asgardianos ahora lo adoraban e incluso hicieron una estatua con su forma, en representación de uno de sus salvadores. Las doncellas suspiraban al ver su estatua, todo era muy extraño a mi parecer, pero nadie sabía la verdad y eso le daba lógica, lo cierto es que, si ayudó a alejar a los elfos oscuros y eso no podía negarlo, quizás si podía ser considerado como un salvador de Asgard.
-Me gusta la estatua, te ves muy bien en ella – dije coqueteando – creo que soy afortunada de tener el corazón del príncipe Loki.
-Creo que más bien tu corazón me pertenece a mí – respondió él sonriendo – pero si es mutuo.
Ambos nos reímos por un momento y caminamos hacia la pequeña plaza del palacio, donde a veces se hacía los anuncios más grandes, las fiestas y el ejército de Asgard se preparaba cuando había batallas, en esta ocasión él quería hacer un anuncio.
- ¡Habitantes de Asgard! – levantó la voz “Odín” – den la bienvenida a la princesa Zafiro, no olvidemos que ella tuvo el corazón de mi hijo Loki y era correspondido.
Todos aplaudieron y estaban felices de recibirme, los niños me rodearon y me empezaron a preguntar cómo eran los príncipes, si eran buenos y fuertes, qué tan fuerte era Thor y sus truenos, si Loki hacia hechizos realmente, ellos admiraban demasiado a los príncipes. Luego las doncellas eran quienes se acercaban.
-Loki el salvador de Asgard fue un héroe que murió por alejar a los elfos oscuros – dijo una de las doncellas - ¿de verdad fuiste el gran amor de él?
-Eso creo, él me regaló este collar – respondí señalando el collar de mi cuello – me cuidaba y gracias a él no morí en esa batalla contra los elfos oscuros.
Antes de que ellas siguieran preguntando, “Odín” me ayudó a salir de ahí, me llevo de vuelta al palacio y me llevo a mi habitación de vuelta, ese pasillo lleno de recuerdos cuando mi rutina era despertar, bajar a desayunar con los reyes y los príncipes para luego ir a entrenar, eran recuerdos maravillosos, no podía creer lo mucho que las cosas habían cambiado en tres siglos, y todo por un matrimonio arreglado que al final nunca pudo llegar a ser verdad, en ese tiempo mis poderes se habían vuelto cada vez más irreales e incontrolables, aprendía con los días a manejarlos, los demás controlaban mucho mejor que yo sus poderes, incluyendo Loki, que había logrado exiliar a Odín por un año y usar la transformación para que nadie se diera cuenta, incluso estaba desarrollando la habilidad de leer mentes y manipularlas.
- ¿Besaste a mi hermano? – preguntó Loki – y no intentes mentir porque puedo ver tus recuerdos.
-Eso no es… bueno creo que sí, pero eso fue hace un ano – respondí nerviosa – en mi defensa tú no dabas señales de vida y pensé que lo mejor era continuar mi vida.
- ¿Con mi hermano?
- ¡No! Solo fue un beso, no le pedí matrimonio ni nada.
- ¡Al llegar eso pediste! ¡tú quieres casarte con él!
-Claro que no, lo que yo quiero es a ti, aunque eso no se puede ya que estás fingiendo ser tu padre.
-Solo dame tiempo Zafiro, en algún momento tendré que decir la verdad.
-Pues hazlo ahora, mientras más tardes, será peor, no podemos estar juntos en público.
-Dame dos años más y te prometo que diré la verdad, por el momento solo será una relación secreta.
-Me iré en un año Loki, no puedo estar aquí tanto tiempo.
-Lo pensaré, pero puedo darte algo de una relación normal por el momento.
- ¿Qué me darás de una relación normal?
-Dormiré contigo, pero en mi habitación.
Lo pensé por unos minutos, creo que era lo único que él podía ofrecerme y tal vez no era algo tan grave, acepte dudosa, pero al menos ahora estaba con él de nuevo, me sentía como la niña de hace trescientos años, teniendo un romance con el príncipe Loki, tenía la esperanza de que todo cambiaria en un año.