¡tÚ Eres Mi Destino! En Edición

CAPÍTULO 17

En la casa de los Benavides, ya estaba la fiesta en marcha, los invitados llegaban, todo era felicidad, risas, los niños corrían por el jardín y las personas hacían grupos para charlar e ir a las mesas de comidas, los meseros repartían las bebidas y todo estaba saliendo muy bien; Ana no se encontraba muy bien, sentía muchas náuseas mareos, entró un momento a unos de los baños del primer piso, que estaban cerca a la piscina, sacó unos de sus pañuelos y se secó el sudor en la cara con mucho cuidado, para no correrse el maquillaje, tomó varias respiraciones para calmarse  y evitar el vómito, así logró tranquilizarse, se retocó el maquillaje y salió al patio nuevamente, cuando trataba de dirigirse a la cocina a buscar un vaso de agua, se encontró con Pedro y Héctor que había llegado en ese momento.

- ¡Héctor!, ella corrió a saludarlo. Él era hermano de Pedro. Héctor al escuchar su nombre, se volteó y abrió los brazos para recibirla, la abraza y la levanta, luego la besa en la mejilla, para luego volver a levantarla.

- ¡oye, me vas arrugar el vestido!

- ¡primita querida! ¡tiempos sin verte! Y es que estás hermosa – él sonríe y le planta un beso en la nariz, como hacía cuando estaban pequeños – ¡pero mírate! – le da una vuelta – lástima que seas mi prima o de no, me casaría contigo.

- si como no. Como si pudieras. Será para que me estrangule Viviana – se carcajea al ver la cara de él. De los hermanos de Pedro, Héctor era el más payaso.

- ella no diría nada, porque sabe que es el amor de mi vida, jajajajaja.

En ese momento alguien está mirando al grupo, no muy contento, Julio está al lado de Roberto y Fer; están conversando alegremente, pero él su cara de enojo, fue notado por Roberto.

- ¿sucede algo, Julio? – le pregunta muy sospechoso al seguir la dirección de su mirada.

- Ana, que no es muy discreta – escupe con rabia

- ¿a qué te refieres exactamente? Ya se estaba enojando también.

- ¿no la vez? Toqueteándose y besándose con cualquiera, delante de todo el mundo.

- haber y te lo digo una sola vez, Julio, ese que tu vez con mi hermana, es hermano de Pedro. Eso quiere decir que son primos y espero que lo que dijiste no sea para ofender a mi hermana, me oyes – le dije acercándose más a él, para que no lo escuche Lucía Fernanda- porque si es así, te vas a encontrar mi puño, ¿me escuchaste? Porque no voy a permitir que ofendas a mi hermana.

- ¿primos? – pregunta el confundido, al ver la confianza que se trataban ellos.

- sí, primos hermanos. Se criaron juntos, además; Héctor está felizmente casado y con dos niños, así que no tienes que ofender a mi hermana delante de mí, ¿me entiendes, Julio?

- te entiendo – después de eso, se excusó para ir hasta donde estaban sus primas y comenzó a hablar con ellas. A los pocos minutos, el presentador de la ceremonia, anunció el inicio del baile de los novios y comenzaron a bailar, luego algunas parejas se les unió.

Más tarde, Sofi, Stella, Annette y Ana, se llevan a Lucía Fernanda, para que se quitara el vestido de novia y se pusiera el vestido que tenía preparado para después de la boda y con el que iba a viajar de luna de miel. Ya cambiada, Fer le pide a Ana que quiere hablar con ella a solas, ella asiente y las otras salen para dejarlas que hablen tranquilamente.

- ¿cómo estás, Ana? Pareces muy triste ¿estás enferma? – la aborda enseguida, su cuñada.

- estoy bien – pero en ese momento, se le fueron los colores, su puso pálida – no te preocupes, es que como ha habido mucho calor y el cansancio de estos días, se me ha descompensado el organismo.

- ¡claro que me preocupa, tu eres mi cuñada y eres la novia de mi hermano.

- ya no somos novios, Fer, terminamos hace rato – se le quebró la voz – no sé qué fue lo que pasó, porque estábamos bien, pero un día me dijo tantas cosas horribles que no encuentro la razón para eso – se le salieron las lágrimas y Fer la abraza y luego le da un pañuelo desechable para que se seque y no se corra el maquillaje.

- ¡qué! A mí no me quiere decir nada – le dijo ella – ten paciencia, amiga, que… - Ana la interrumpe

- No. Él no quiere saber nada de mí, así que no voy hacer nada, además; él duda de mí, piensa que le puse los cuernos – se levanta de la cama y va hacia la puerta – tengo que irme, no me siento bien, solo quería despedirme de ti y desearte mucha felicidad y que les vaya muy bien en la luna de miel – la vuelve abrazar, Fer siente algo extraño en Ana, le pone una mano en la cintura y la acerca a ella. Confirmado. Está embarazada. Pero ella no puede decir nada todavía, sólo le dice:

- pero Ana, no has comido todavía, quédate y come antes de irte – ella ve que Ana niega con la cabeza.

- tengo que hacerlo, no soporto verlo con otra mujer – dijo al fin.

- ¿con quién? Se asombró Fer -  se acercan a la ventana y ven a Julio con una joven vestida de celeste y con muchas curvas - ¡ah! No te preocupes, es prima nuestra Alejandra, hija de la hermana gemela de mi mamá, no tiene nada con ella, no puede – le aseguró

- pero hace unos días lo vi con otra chica – dice ella con dolor en el pecho y en ese momento se le vino unas náuseas, se puso una mano en la boca y corrió hacia el baño. Lucía Fernanda se extrañó en ese momento lo que le pasaba a su cuñada, pero se siente feliz, porque va a tener sobrinitos. Sí. Sobrinitos, porque van hacer gemelos. “vaya, hermanitos, vas a ser papá”




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