CAPÍTULO 28 FINAL EXTRA 1

Ha pasado una semana desde que tienen a Santiago. Julio y Ana están muy contentos por tomar esta decisión, porque él es un niño cariñoso, alegre, a pesar de todo lo que ha vivido al lado de la madre y el rechazo del padre. Ellos van a brindarle mucho amor, seguridad y bienestar, ya que el poder de la luz los ha elegido y serán los encargados de irradiar felicidad y luz a todo el que se les cruce por el camino. Se sienten orgullosos de todo y felices por haber superado todas las dificultades que han pasado.

Julio se encuentra en el jardín con Santiago jugando a la pelota, él la tira suave con el pie, para que el niño la patee, se ríe cuando falla y se cae de sentado, aunque no llora, pero sí arruga el ceño y Julio ve eso muy gracioso. Cuando Ana va llegando con suaves pasos, para no desconcentrarlos, le suena el celular a Julio; él contesta mirando la pantalla, reconociendo a quien lo llama.

- buenos días, dígame, doctor Hernández – era el representante del ICBF, encargado de la adopción y legitimación de Santiago - ¿Qué razón me tiene? – pregunta esperanzado

- Señor Fiscal, buenos días. Espero que esté preparado para la gran noticia que le tengo – dice el representante del ICBF

- ¡claro, que estoy preparado! ¡estamos preparados! – dice abrazando a Ana - ¡cuénteme!

- bueno… ¡tranquilícese! – hizo una pausa y continuó – aceptaron que ustedes adopten al niño Eugenio Miraflores – Julio arruga la frente y su nariz al escuchar el ridículo nombre del niño – puede cambiarle el nombre si quiere… pueden pasar cuando estén libres, para legitimar los documentos y recibir el nuevo registro del niño

- ¡claro que le vamos a cambiar ese ridículo nombre – dice él – le tenemos uno más bonito y acorde a él – termina diciendo Julio

- está bien, cuando ustedes decidan presentarse a las oficinas del ICBF, se hará como ustedes quieran y le haremos el cambio respetivo – se detiene un momento y sigue – les sugiero que traigan al niño para tomarle las huellas respectivas y hacer el nuevo registro, ¿vale?

- sí señor, claro que ya salimos para allá – contesta Julio sonreído de oreja a oreja, le da un beso a Ana y toma en brazos al niño – ¡nos han otorgado la adopción, amor mío – le da un beso en la frente a Santiago – y tú ya eres nuestro legítimo hijo, Santi, así que; vamos a cambiarnos, para ir por esos documentos donde acreditan que ya eres nuestro – se dirigen a la casa rumbo a la habitación y el niño va muerto de la risa, porque Julio va haciéndole cosquillas en la pancita.

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En el despacho del Fiscal de Distrito, estaban reunidos los abogados de Clara Inés Miraflores, sus padres y dos de sus hermanos, el señor Fiscal, su ayudante y los abogados pertenecientes a la Fiscalía, para dar un veredicto a la señora Miraflores. Julio se levanta de su silla y comienza a hablar.

- señoras y señores – dice mirando a los familiares de ella – señora Miraflores, abogados, estamos aquí – toma una carpeta y la abre – para dar sentencia acusatoria a la demandada, ya que ella instauró este despacho una demanda de paternidad contra mi persona, aduciendo que soy el padre biológico de su menor hijo de dos años… aquí – saca un sobre y lo muestra a los presentes – están los resultados – la mira fijamente – no lo he abierto todavía, ya que lo acabo de recibir al llegar y lo he dejado para abrirlo en presencia de todos ustedes – hace una pausa y sigue – si es mi hijo, se quedará conmigo y si no lo es, también; así que, lo ha perdido de todos modos, por sus maltratos, que ya están demostrados ante los agentes de la policía de infancia y adolescencia y los del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y ellos me dieron la custodia absoluta del menor. Se dirige al abogado de Clara Inés – haga los honores de abrir el sobre, doctor Fuentes – le entrega el sobre, el mencionado toma un abre-cartas y lo rasga para sacar la hoja donde está el resultado – puede decirlo en voz alta – le dice Julio

- el resultado con respecto al nombre del señor fiscal es “negativo”, en cambio, con respecto al nombre de Eduardo Martínez, en base a los alelos comunes existentes entre la muestra 1 (presunto padre) y la muestra 2 (hijo) se puede establecer que entre ambas muestras existe una relación genética que en este caso alcanza un porcentaje de paternidad del 99,999996 % - termina diciendo el abogado Fuentes, todos quedan asombrados, porque ella había dicho a sus familiares que el padre era Julio Benavides.

- ¡Julio, no puedes quitarme a mi hijo! – dice ella llorando – no, no, no, - decía casi histérica

- ya lo hice como autoridad y, además, le cambiaré el nombre y ya, desde este momento es mi hijo legítimo entregado por el ICBF – la mira con rencor – no puedes hacer nada, el Instituto me lo ha dado en adopción – en ese momento son interrumpidos por un hombre trigueño y cabello rizado - ¿qué hace aquí señor Martínez, interrumpiendo esta sentencia? ¿Qué derecho tiene a interferir? – le dice enojado Julio.

- el derecho que me da ser el padre biológico del hijo de Clara Inés – responde con altanería – y vengo por él – termina diciendo.

- Lo siento, señor Martínez, ya es muy tarde, porque, yo siendo el demandado por paternidad, me he hecho cargo del menor, ya que la madre es agresiva e incompetente y el niño no tiene padre responsable que le pueda brindar seguridad y amor; así que, el Bienestar Familiar me acaba de otorgar la adopción y custodia absoluta del menor.