Tú eres mi inspiración

Capítulo 14

 El fin de semana, Blake cumplió con su palabra, condujo él mismo el camión y ayudó a transportar tanto el equipo de quienes musicalizaban como las donaciones, incluso él mismo donó varias cajas con alimentos.

Y Kate como para no perder la costumbre, hizo de las suyas.

-Mi socio en el crimen, Blake – lo presentó a Nick- Y él es mi ex novio – completó la presentación haciendo que el sacerdote se ahogara repentinamente por la impresión.

-No lo dice, en serio. Yo...

-Lo sé, eran niños. Me contó la historia. Tampoco soy criminal – aclaró Blake extendiéndole la mano. Nick la estrechó con firmeza.

Blake se quedó al evento ayudando en todo lo que podía y fascinado de ver otra faceta de Katherine, parecía estar en mil lados al mismo tiempo, también se notaba se sentía cómoda pues conocía a la gente de allí.

En ese instante se encontraba en el pequeño escenario, haciendo de presentadora.

Nick se acercó a él y le dio un café, estaba atardeciendo y empezaba a refrescar.

-Pensé que te vendría bien, y que sería mejor que una cerveza.

-Gracias. Y no imaginé que hubiera cervezas aquí.

-Kit las trajo la última vez que vino de visita, tampoco sé cómo se le ocurrió. Muchas veces pierdo el ritmo a cómo trabaja su mente – dijo divertido señalándola.

-Debe ser su parte de escritora – comentó Blake.

-Es probable, esa imaginación loca que tiene, aunque por suerte su corazón es mucho más equilibrado, es generosa y solidaria – sentenció y Blake tuvo la sensación extraña de que Nick sonaba paternal e incluso como si le hiciera alguna advertencia sobre Katherine.

-Lo sé, es muy buena persona.

-¿Has leído lo que escribe?

-Una novela, de espías y romance.

-No leas sus cuentos de ciencia ficción nunca, son raros.- Sentenció el sacerdote

-La ciencia ficción es rara.

-La de ella mucho más – comentó con un leve escalofrío y Blake rio.

-¿Siempre ha escrito?

-Sí, desde chica. Pasó por varios géneros, ya te digo a ciencia ficción no fue su mejor etapa, luego tuvo una etapa de género policial que tampoco recomiendo, y finalmente llegó al romance. No he leído mucho, por obvias razones, pero creo que es lo que mejor le queda, puede expresar mejor a emociones y llegar a la gente. De alguna forma, expresa su verdadero yo cuando escribe, creo que eso es un don, y también que la hace frágil. La lastiman fácilmente.

-No voy a lastimarla – dijo Blake con seriedad y Nick lo miró igual de serio. Daba la sensación de que ambos acababan de descubrir algo, de que la charla casual había derivado a otro terreno.

-Me alegra saberlo – asintió el sacerdote y le sonrió amablemente.

Ella se les unió un rato después.

-Nunca volveré a decir que no sabes organizar fiestas – molestó a Nick.

-Gracias por toda la ayuda – respondió él.

-No hay problema, solo háblale bien a tu jefe de mí- pidió guiñándole un ojo y Nick soltó casi un bufido, luego ella se volvió hacia Blake- ¿Comiste algo?

-No aún – respondió señalando el vaso vacío de café que tenía en la mano.

-¡Un café! Eso no es suficiente. Vamos, te compraré algo, y de paso dejaremos más dinero en manos de este muchacho. Venden unas buenas hamburguesas en el puesto de comida.

-Acepto – respondió y luego miró al sacerdote - ¿Vienes?

-Vayan solos, yo comeré luego – respondió casi divertido y dándoles un leve empujón a ambos para que se marcharan.

Katherine compró la comida en uno de los puestos de comida que se habían armado, y luego buscó un banco en el jardín, lo que demostraba que conocía muy bien aquel sitio.

-¿No estás cansada? – preguntó Blake, durante el tiempo que habían estado allí, la había visto ir de un lado para el otro, sin parar.

-No, creo que necesitaba esto. Los escritores no somos muy activos, quiero decir mi trabajo es sentarme a escribir, pero cada tanto hace bien cambiar el ritmo, y dejar descansar a mi mente. Además es por una buena causa, y puedo molestar a Nick, eso es un plus.

-Es agradable verte así.

-¿Así?

-Sí, pareces más tú misma.

-¿De verdad? Es extraño, no me conoces hace tanto para saber cuándo soy yo misma.

-Estos días, después de lo de Margarita te veías agobiada. Ahora te ves enérgica y traviesa, aunque también creo que es porque te sientes cómoda aquí. Y, aunque suene extraño, es una sensación, de que eres más tú misma estos días.

-Tienes razón, me siento mucho mejor ya, y también es cierto que me gusta este lugar. No soy religiosa, pero suelo venir a molestar a Nick cuando tengo problemas, y me gusta el lugar, los jardines y la paz que suele haber. También conozco a la mayoría de quienes vienen aquí.

-¿Tu nuevo libro va bien?

-Va encaminado, también ahora que he vuelto a escribir me siento más libre. Supongo que no escribir es como cuando a ti te va mal con un negocio o no puedes resolver bien un contrato.

-¿Me dejarás leerlo?

-¿Al libro? – preguntó sorprendida.

- Claro.

-¡Ni en un millón de años!- exclamó, el héroe de su nuevo libro se parecía tanto a él que moriría de vergüenza si se enteraba.

-Lo compraré cuando lo publiquen, eso evitará que espere un millón de años – respondió Blake.

-Estoy en problemas- exclamó en voz alta.

-Acabas de aumentar mi curiosidad tremendamente, no puede ser tan malo.

-No lo es. Quiero decir espero que no lo sea, creo que será uno de mis mejores libros.

-¿Entonces?

-Oh no lo sé, acabas de confundirme. No había pensado que lo leyeras, pero supongo que lo harás. Y ahora no sé cómo seguiré escribiendo...- dijo seria.

-Katherine, me gusta como escribes, quiero decir lo que he leído hasta ahora. No deberías avergonzarte, y soy sincero, me gustaría leer este libro.

-Lo sé, pero...

-Jamás me burlaría, o haría críticas dañinas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.