Blake llegó a buscarla y decidieron comprar comida en lugar de cocinar, así que buscaron unos arrollados de pollo que debían calentar un poco al horno y distintas ensaladas. Tras conseguir la cena, siguieron viaje a la casa de Blake mientras hablaban de cosas varias.
-¿Tu empleado ya se recuperó?
-Sí, por suerte está muy bien, aunque debe seguir cuidándose ¿Cómo va tu novela?
-Ya casi terminada, solo me falta el final.
-¿Es la parte difícil?
-Extrañamente lo es, quiero decir hay finales felices o tristes, cerrados y abiertos, no debiera ser algo tan difícil de escribir, pero lo es.
-Debe ser raro dejar ir una historia.
-Mucho, y me alegra que no pienses que estoy loca.
-¿Y qué clase de final será?
-Asquerosamente feliz- respondió sonriendo- De adolescente amaba escribir historias trágicas, ya no.
-Supongo que uno tiene más tolerancia para el horror y la tragedia en esa edad- observó él.
-Sí, ser adulto es aprender que ya existe demasiado de eso en la realidad. Creo que a eso se refería la frase de C.S.Lewis cuando dijo "Algún día serás lo suficientemente mayor como para comenzar a leer cuentos de hadas de nuevo"
-Me alegra saber que habrá final feliz.
-Sí, solo que el camino para llegar ahí no es fácil, ni siquiera en ficción.- Aseveró ella justo antes que llegaran a la casa de Blake. Pusieron a calentar la comida y acomodaron la mesa.
-¿Qué tal algo para beber? – preguntó Kate y él le alcanzó una copa con agua-Oyeeeeeeeeeeeeeeeeeeee- protestó
-No vas a llegar despierta a ver las la lluvia de estrellas. Mejor esperamos hasta la comida, sólo faltan unos minutos más
-Solo haré caso porque tienes algo de razón.
La cena se calentó pronto, así que cenaron y charlaron acompañando la comida con una copa de vino blanco. Dejaron para después la charla sobre sus respectivas citas.
Kate intentó lavar los platos, pero él no la dejó.
-Eres mi invitada, ve a sentarte allá y vigila el cielo.
-Falta mucho aún. Pero de acuerdo, iré a ver si algo se cae y te aviso- dijo y luego se acurrucó en el sillón frente a los grandes ventanales. Él se unió un rato después.
-¿Cómo fue tu cita? – preguntó Blake.
-Tú primero, me muero de curiosidad.
-De acuerdo, fue mucho mejor de lo que esperaba. Ella era arquitecta así que encontramos muchos temas en común.
-Me imagino – comentó Kate, no le hacía mucha gracia que él pareciera entusiasmado, de pronto se preguntó si ella y su cháchara sobre la escritura de novelas lo aburría -¿Y era bonita?
-Sí, y muy agradable. Diría que era la cita perfecta, pero...
-¿Pero?
-Te lo diré después, cuéntame cómo te fue a ti.
-Parece ser que las penúltimas citas son las buenas, deberíamos avisarle de eso a tu hermana, es como si cuando estuvieras a punto de rendirte apareciera alguien que vale la pena.
-¿Eso significa que esta vez no sucedió nada raro?
- Todo muy normal, trabajaba en un museo y fue muy entretenido.
-Nunca pensé que alguien que trabajara en un museo fuera divertido – comentó Blake con un tono brusco.
-Oh, pero sabía contar historias maravillosas sobre el museo y los objetos, tengo cierta fascinación por lo antiguo y es tan raro encontrar a alguien que sepa contar buenas historias, es un don.
-¿Y supongo que tenía cabello y no te mostró fotos extrañas?
-No, era muy atractivo, y un caballero.
-¿Te gustó?
-Sí, no – dijo ella frunciendo el ceño.
-¿Te gustó o no, Katherine? – preguntó Blake acercándose a ella.
-Era la cita perfecta...atractivo, agradable, entretenido...pero...
-¿Pero?
-Diablos, no eras tú – soltó ella y escondió la cara entre las manos, no pensaba decirlo así, no había esperado decirlo así. De pronto sintió que Blake le quitaba las manos de la cara y la ponía de pie para enfrentarlo.
-Eso he pensado yo también ayer, y durante todas las últimas citas. Ninguna de ellas eras tú, y yo quería más nuestras citas no citas que estar ahí.
-¿En serio?- preguntó ella.
-Muy en serio – respondió Blake y la besó. Katherine no recordaba cuando un beso la había impactado tanto, la había dejado temblando y llena de anhelo.
-Creo que esto puede funcionar – dijo ella después de separarse un instante de él, y volvió a besarlo. Blake la envolvió en sus brazos para sentirla más cerca y poder besarla más intensamente.
La mano de Blake acariciaba la cadera de Katherine que yacía en sus brazos, los besos habían sido un camino sin retorno.
-Y yo que tardé diez páginas para que mis protagonistas terminaran acostándose juntos – dijo Kathe y Blake rio.
-Y solo bastaba un beso, un beso perfecto- le susurró abrazándola más cerca.
- Nos perdimos la lluvia de estrellas - dijo ella de pronto y se sonrojó, se le ocurrieron muchos comentarios mordaces y agradeció que Blake no los dijera, sino que pronunció las palabras exactas, porque acababan de hacer el amor y había sido perfecto, pero ninguno había dicho demasiado de sus sentimientos.
-Veremos la próxima, lo prometo – respondió él y le besó la frente – duerme ahora, si nos despertamos a tiempo veremos el amanecer.
Kate se acomodó contra él sintiéndose segura y cobijada, con una extraña sensación de plenitud y se estar por fin, en el lugar al que pertenecía.
Una semana después ambos tenían la última cita de la agencia, habían quedado en ir, explicar que estaban en una relación a su pareja asignada, marcharse rápido y reunirse luego.
Katherine llegó primero a la cafetería y unos diez minutos después llegó Blake.
-¿Cómo te fue? – preguntó luego de darle un beso suave para saludarla.
-No vas a creerlo, no pude ni hablar, me dijo que no quería ser maleducado y por eso había venido pero que se había enamorado de alguien ya, y que iba a reunirse con ella, y se marchó ¿Puedes creerlo?