Capítulo 2
Mina
Una semana después.
Estoy a nada de rendirme
Es lo que pienso cuando subo mi abrigo hasta el cuello, empezó la temporada de lluvias y con eso los fríos vientos después de una tormenta, es mi época favorita, no hace calor, el frio es soportable y el olor a lluvia es muy relajante.
Ya es tarde, debería de estar ya lista para ir a la cama, pero no, en su lugar de eso estoy fuera de mi departamento lista para subirme a mi auto para empezar a seguir a Gregory Mikhailov, después de unos días de solo seguirlo de día me di cuenta, que posiblemente lo turbio pasaba en la noche. Así que decidí que hoy empezaría a seguirlo también de noche.
Así que aquí estoy rumbo a su oficina de bienes raíces Nova Orion’s, que es su empresa legal, que es lo suficientemente exitosa como para justificar su fortuna, pero a nadie engañan.
……………..
Cuando estaciono en la esquina de la cuadra frente al edifico de Gregory, apago el motor y me acomodo para esperar a que salga.
Estaba ganándome el sueño cuando noto movimiento en la entrada de la empresa, es Gregory y Antón Mikhailov, bajan rápidamente de dos en dos los escalones y suben rápidamente a un auto Maserati mc20 negro, condenadamente lujoso y caro, con Antón en el lado del piloto y Gregory en el del copiloto, tenía su atención en su teléfono cuando cerró la puerta. Cuando arranco el auto, lo hicieron también dos camionetas negras, que los empezaron a seguir.
Espere un poco antes de arrancar tras ellos. Estoy segura de que no me han visto, no creo que Gregory espere que lo siga también de noche, espero captar algo de relevancia esta noche, pienso mientras doy una mirada rápida al asiento del copiloto donde descansa mi cámara.
……………….
Cuando empezamos a alejarnos de la ciudad me asuste un poco, pero eso me convenció de que iban a un lugar ilegal. La emoción hace que me hormigueen las manos y apago las luces de mi auto, aun pasan autos pero cada vez se hacen menos frecuentes, no me quiero arriesgar a que me descubran tan cerca de logras algo productivo.
De pronto se estacionan frente a un gran portón blanco de una bodega aún más grande, abarcaba toda una cuadra, por fuera se ve muy descuidada, el auto y las camionetas de lujo destacan mucho en contraste frente a ese lugar, no paso mucho hasta que abrieron el portón y entraron a la bodega.
Cuando cerraron la bodega, yo me estacione, tome mi cámara y me la colgué, y baje rápidamente, no fui directo a la puerta principal, fui hacia la parte de atrás. Había ventanas pero están muy altas, caso perdía la esperanza de ver por ahí, cuando en la esquina del otro lado vi una escalera de incendios, que se dirigía a una puerta.
Cuando corrí hacia ahí, rezaba para que estuviera abierta, aunque era poco probable, si llegaba ahí, podría intentar ver por pequeña ventana que está a un lado. Al subir pude notar que las escaleras ya estaban muy oxidadas, podrían ceder en cualquier momento, pero para mí fortuna me aguantaron, al llegar a la puerta pude ver que había muchas colillas de cigarros lo que me hizo pensar que posiblemente usaban este lugar para fumar, por lo que la puerta debería de estar abierta.
Cuando giro lentamente la manija y esta no pone resistencia, dejo de respirar por la victoria que siento al abrir la puerta, lo hago lentamente esperando que no haya nadie, meto la cabeza lentamente y me doy cuenta que las luces de la parte de arriba están apagadas y solo la parte inferior esta iluminada, y no veo a nadie, aunque si escucho unas voces a lo lejos, entro rápidamente y cierro lentamente la puerta para no hacer ruido, trato de pegarme lo más que pueda a la pared para alejarme del barandal y evitar que me vean.
—¿Cuánto llego? — pregunta una voz acercándose al lado donde yo estaba, al bajar la vita pude ver que había muchas cajas de madera amontonadas. Mierda, espero que no se les ocurra subir encender las luces de arriba.
—Según Nikolev, es todo el cargamento que habíamos pedido, pero el idiota lo mando antes de la fecha acordada. — ahora ya podía ver a los que hablan y no eran otros que los primos Mikhailov, que inspeccionaban las cajas, seguidos de más hombres armados. —No podemos enviarlo a los suecos antes de tiempo, tendríamos problemas. — le dice Gregory a Antón.
—Pero tampoco podemos tenerlo aquí, es muy peligroso, aún hay ratas de Berlusconi y otros hijos de puta que quieren entrar en el territorio, pueden intentar sabotear el cargamento y cuando lo tengamos que entregar vamos a quedar mal con los suecos, tenemos que moverlo. — le dijo Antón abriendo una de las cajas, revelando que en su interior hay armas de alto calibre y cajas, saca una de ellas y supongo que son municiones.
—Podemos repartirlo en las bodegas, poner más seguridad y cuando la fecha de entrega está cerca lo volvemos a juntar. — Dice Gregory con calma.
—Eso me parece bien, hay que hacer todos los movimientos. —
—Will y yo nos encargaremos de hacer la distribución. Cuando tenga las bodegas para su almacenamiento avisare para…—
Yo tomo mi cámara y les hago una foto, esto es oro, los dos están en una situación más que comprometedora, hago barias tomas por cualquier cosa. Me pongo de rodillas y me acerco más a la orilla buscando una mejor toma, muevo el zoom de mi cámara para hace una foto de las cajas con armas y municiones. En esos movimientos de cambio de enfoque al parecer active el flash, por que la siguiente foto que apuntaba a los dos, ahora confirmados traficantes de armas, al menos, ilumino la bodega.