Capítulo 10
Mina
Me despierto con el ruido lejano de mi alarma, tardo un momento en estar totalmente alerta, y recuerdo todo lo que paso anoche, mi mamá en el hospital y … dios mío ¿Que hice?
Mina tonta te quedaste dormida en el regazo de tu mafioso… un momento no es mi mafioso.
Instintivamente busco por toda la habitación pero un sentimiento de tranquilidad me inunda cundo no lo veo, ¿Estará en mi cocina?
Rápidamente me levanto de la cama y voy corriendo a la cocina, pero no hay nada, de hecho todo el departamento está en silencio, quitando mi respiración agitada claro. Siento en el pecho algo como ¿decepción?, pero por qué demonios me iba a sentir decepcionada de no ver a Gregory aquí, ya había hecho mucho para avergonzarme durmiéndome en su regazo y por lo visto me llevo hasta mi cama, aunque tuvo la decencia de no desestime, pienso mientras me miro la ropa.
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Me aliste lo mas rápido que pude y vine a el trabajo, aunque solo bien a terminar un trabajo para mandárselo a mi jefe, y después iría rápido a ver a mi mamá.
—¿Te enteraste? — me pregunta Claudia cundo llega mi cubículo.
—¿De qué?. — volteo a verla esperando que no sea algo malo.
—Le dieron una oficina particular a Kevin. — volteo los ojos y vuelvo a mi trabajo.
—Pues si es sobrino del jefe, como no va a tener preferencias, aunque se aun inútil. —
—Pues si, pero no es justo, todos están enojados, ahora se va a creer con más derechos que nunca. ——
—Bueno lo bueno es que no tendremos que ver su tonta cara por aquí. — las dos nos reímos y Claudia volvió a su cubículo.
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En cuanto termine mi trabajo sali de la oficina y fui directo a casa de mis padres, que bien puede ser una mansión hermosa que ostenta lujo, aunque no tanto como la de los Mikhailov , para mi no son más que ladrillos y cemento frio.
Cuando llego a la puerta de entrada la abren para mi y entro, el portero sigue siendo el mismo, por lo que me reconoció o quizá Alexander le dijo que vendría.
Cuando llego a la puerta principal toco y no tardan en abrirme.
—¿Señorita? — me abre la puerta Elena, el ama de llaves, que es con quin hablo para poder habar con mamá.
—Hola, ¿Puedo pasar?, vine a ver a mamá. — le doy una pequeña sonrisa
—La señora Beatrice llego en la mañana, ahorita esta dormida. —
—Entonces primero voy a ver a mi padre. — noto como se incomoda. —¿Pasa algo?, ¿No esta? —
—No es eso, es que el señor Baker está en su despacho con la señorita Catherine. —
—¿Quién es la señorita Catherine? — aunque muy en el fondo se quien es.
—Es la amante de su padre. — no me sorprende ni lo mas mínimo.
—Esta bien solo voy a decirle que ya llegue. — paso a su lado y voy directo a su despacho.
Mientras mas me acerco mas coraje tengo, como se atreve a traer a su sucia amante a la misma casa donde su esposa esta, y si tiene una amante porque no le da el divorcio a mamá.
Cunado estoy en la puerta escucho una voz femenina que me hace detenerme en seco, pero no es por su tono chillón, sino por lo que dice.
—Si se hubiera muerto todo sería más fácil amor. —
—Te equivocas si la hubieras matado cuando la empujaste por las escaleras, todo se echaría a perder, al morir ella, todos sus bienes pasarían a la inútil de mi hija y eso no nos conviene. — dice mi padre y en cuanto comprendo todo lo que están diciendo un escalofrió recorre todo mi cuerpo.
—Bueno pero también la tienes que matar a ella para que todo sea entregado a ti. —
—Si, pero la idea es que sea a las dos juntas, para no levantar sospechas, pero Mina es tan difícil de controlar. — dice mi padre y me tapo la boca con la mano para evitar que cualquier ruido se me escape y me descubran.
—Lo bueno es que su madre es una tonta. —
—No la subestimes, en el pasado me dio muchos problemas, pero pude y puedo controlarla gracias a los medicamentos que le doy, pero no se cómo demonios a empezado a recuperar su lucidez. —
—Por eso tienes que actuar rápido. — se escuchan ruidos de besos y me producen arcadas. —Te imaginas que tu mujercita hubiera escapado ese día, hubiera sido catastrófico. —
—No lo creo, es prácticamente considerada una loca, pero gracias a lo que hiciste corazón, ahora poder ejercer un poco de poder en Mina y no te preocupes, ya estoy pensando en cómo deshacerme de ellas. — se escuchan mas ruidos de besos y gemidos así que mejor me voy, cuando estoy a pie de la escalera veo a Elena que me mira fijamente antes de diríjase a la cocina, yo subo rápidamente a ver a mamá.
Cuando llego la encuentro dormida aun y yo me dejo caer en una silla alado de su cama, apenas puedo respirar, siento que algo me oprime el pecho y no sé qué voy a hacer con lo que escuche, bueno si se que voy a hacer, largarme de aquí con mi mamá, solo que no sé a dónde demonios me la voy a llevar.
Pero de una cosa estoy segura, mi padre me quiere matar.
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Habían pasado unas horas desde que llegue y aún estaba revisando mis posibilidades, cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe y entro Alexander.
—Elena me dijo que llegaste y viniste a ver a tu madre directamente. — trate de no cambiar mi expresión, pero me sorprendió que Elena no le digiera que había ido a su despacho primero, es como si supiera que no había hablado con él.
—Pues por mi mamá bien aquí. —
—Para la próxima te agradecería que mínimo mandaras un mensaje cuando estés de camino aquí. —
—Lo tendré en cuenta padre. — por un momento me miro extrañado, quizá por mi tono de voz, que no pude evitar que saliera seco y cortante pero rápidamente cambio su expresión.
—Como sea, ya mande limpiar tu antigua habitación para que te quedes ahí, claro si es que quieres cuidar a tu mami de noche o si no te puedes ir a ese lugar deplorable que tienes. Voy a salir a una cena con unos clientes llego mas tarde. — sin esperar mi respuesta se va cerrando la puerta tras de él.