Capítulo 12
Mina
Cuando llegue a la entrada de los Mikhailov me puse a pensar si era buena idea, pero como están las cosas, todo es mejor que estar a merced de Alexander, aunque tampoco nada garantiza que Gregory me va a ayudar.
Cuando el guardia me dijo que podía ingresar, la esperanza de no haber tomado una mala decisión, me invadió.
Cuando estacione frente a la gran mansión, apague el motor de mi auto y tome una gran exhalación, estar aunque sea en el patio de estas personas me tranquiliza, cuando cierro lo ojos para recargarme en mi asiento, alguien toca mi ventana, al voltear veo que es la señora que encontré en la cocina el día de mi escape, Magi.
Me enderezo rápidamente y bajo la ventanilla.
—Hola… Mina, ¿Verdad?. — me dice con una gran y cálida sonrisa.
—Hola, si… yo soy Mina. —
—Soy Magi, aunque creo que ya lo has de saber, pero la ultima vez no nos presentamos como debe ser… me informo Gregory que estabas aqui y que te invitara a entrar, él no tardará en llegar.
—No, no hace falta, no quiero incomodar a nadie y prefiero esperarlo aquí antes de encontrarme con el otro Mikhaolov…—
—No te preocupes querida, el señor Anton y Alice salieron, van a tardar un poco mas en volver, te aseguro que Gregory llegara primero… además, — se agacha para poder ver bien dentro de mi auto. —Creo que sería mucho mas cómodo para ella esperar dentro. — dice señalando a mi mamá con la cabeza.
Lo pienso un rato y al final asiento con la cabeza y volteo a ver a mi mamá, que esta dormida, le toco él hombro suavemente para despertarla.
—Mami… despierta. —
—¿Mina?... ¿Ya llegamos? — asiento con la cabeza y le doy una sonrisa.
Me bajo del auto y me apresuro a ir al otro lado para ayudarla a bajar.
—Te ayudo. — me dice Magi y me sigue, ayudándome a bajar a mamá del auto y a subir con ella las escaleras de la entrada, cuando estamos dentro me sorprende que Magi nos guie a las escaleras y no a la sala.
—¿A dónde vamos? — le pregunto algo confundida.
—A una habitación, tu mamá necesita descansar.
—No creo que se buena idea y ¿si se molestan?.
—No pasa nada, anda vamos, que tu mama necesita descansar… por ciento ¿que le paso? —
—Se cayó por las escaleras, y se fracturo el brazo izquierdo y tiene golpes.
—Dios mío, lo bueno que no paso a mas. — dice y me da una sonrisa cargada de afecto y compasión.
Cuando subimos las escaleras Magi nos guía hasta una puerta, cuando la abre veo una gran habitación, aunque solo tiene lo vacío, una gran cama, un tocador, un buro y una sillón.
—Esta es una de las habitaciones para huéspedes, aunque nuca se usan, pero servirá para que tu mamá descanse. — me ayuda a llevarla a la gran cama.
—Gracias. — dice mi mamá que hasta ahora había estado callada. —Usted es muy amable, por cierto me llamo Beatrice. — le da una sonrisa y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. Había ocasiones que ni de su nombre se acorvaba, y ahora va recuperando su conciencia, mientras mas su cuerpo se desintoxica, solo pensar en que todo este tiempo la estuvieron drogando, me da tanto coraje
—Un placer conocerla señora. — Magi también le serie.
—Mamá, tu esperas aquí, yo voy a esperar a… mi amigo y a hablar, con él. —
—Esta bien hija.— me dice.
—Bien… mas tarde te doy tu medicamento para el dolor, ahorita trata de dormir.
No dice nada pero hace un leve asentimiento con la cabeza y me da una sonrisa.
Cuando salimos de la habitación sigo a Magi escaleras abajo.
—Gracias por darle un ligar cómodo a mi mamá para descansar, espero que no se meta en problemas por eso. —
—No te preocupes, no pasa nada. ¿Tú necesitas algo?, ¿Algo de tomar o de comer?, si es así dímelo. — estaba por decirle que no, cuando la puerta de la entrada se abrió de golpe y entro Gregory, mi respiración se atoro un poco.
Se que lo vi anoche pero con todo lo que pasa, siento que hace mucho que no lo veo. Y impulsivamente corro hacia él, cuando llego a su lado, envuelvo mis brazos a su alrededor y entierro mi cara en su pecho y lloro, lloro ruidosamente, saco todo el coraje, dolor, miedo e impotencia que el descubrimiento que hice me trajo y no he podido sacar.
—Ey… Mina ¿qué tienes?… — dice Gregory con voz tranquila pero fuerte, yo lo abrazo mas fuerte, él también envolvió sus brazos a mi alrededor y me aprieta mas cerca.
Después de desahogarme un rato por fin logro controlar mi llanto.
—Te necesito Gregory— le digo, en cuto mi voz llega a mis oídos, me separo de él, pero no me deja ir. — Quiero… quiero decir que necesito tu ayuda.—
Se me queda viendo, tiene una expresión neutra, pero sus ojos me dicen lo contrario esta preocupado y con una mano alisa mi cabello y luego limpa los rastros de lágrimas.
—¿Qué pasa mina?, ¿Qué o quien te puso en este estado? —