Capítulo 4.
Alice.
El dolor fue lo primero que sentí cuando desperté, pero solo vasto un segundo para recordar que había pasado y darme cuenta en donde estaba, aunque en realidad no sabía dónde estaba, lo primero que pude notar es que estaba en un sofá, y que la habitación donde estaba era muy grande y muy lujosa, y estoy convencida de que es la casa del mafioso Mikhailov, aunque estar aquí de alguna manera me calma, ya que yo esperaba estar en una bodega grande, sucia y tenebrosa, estado amarrada y esperando mi muerte, no esto, aunque aun así no sé qué va a pasar conmigo.
_Valla… despertaste, por un minuto creí que te aviamos matado y eso sería un problema._ escucho que alguien habla, busco con la mirada al dueño de esa voz, y me topo con Gregory, sentado en una silla cerca de un escritorio, y noto que saca un cigarro y un encendedor para encenderlo. _Me presento, soy Gregory Mikhailov._ me dice poniéndose de pie y acercándose a mí, aunque se presentó yo ya sabía quién era ya que Lucas lo había reconocido en la puerta de la universidad, pero decidí no comentar nada.
_¿Qué estoy haciendo aquí?.... ¿Qué va a pasar conmigo?... ¿Qué me van hacer?, si es dinero lo que quieren, dinero no tengo así que por favor déjenme ir… si es por lo del incidente hace unos días en el bar, lo siento mucho de verdad, estaba algo tomada y cuando uno está ebrio no sabe lo que hace, así que no lo hice con intención de ofender o nada parecido, así que de verdad estoy muy arrepentida._ pare de hablar hasta que me quede sin aire.
_Oye, oye… cálmate un poco, lo del incidente lo entiendo, pero yo no soy quien para responder tus preguntas o poder perdonarte, así que hay que esperar a que mi primo llegue y diga que sigue._ dice eso y se sienta en un sillón cerca de donde estoy.
_Pero tú puedes dejarme ir, te prometo que me voy a ir muy lejos y no me van a volver a ver._
_Ya te dije que te calmes, estas siendo muy dramática, irte… muy lejos, no exageres._
_Pero quien sabe que me vaya a pasar, tu primo es un…_
_¿Un que?... ¿un mafioso sin escrúpulos y listo para matar?, sí, pero tranquila nunca he visto que sea cruel con una mujer, aunque esta es la primera vez que lo veo interesado en encontrar a alguien que lo ofendió de alguna forma… bueno no es que en el pasado no los haya matado en el instante en que lo hicieron enojar, ¿quizá fue porque tu saliste corriendo?, no lo sé._
No le respondo, no sé si trata de tranquilizarme o de decirme indirectamente cual va hacer mi destino, le iba a preguntar dónde estaba su primo, pero no pude porque fuimos interrumpidos por una mujer de entre 55 y 60 años, que se ve muy angustiada.
_ ¡Gregory!... ha pasado algo muy malo, los guardias de Anton acaban de llegar y lo traen herido, al parecer los emboscaron y el único herido fue él._ cuando termino empezo a llorar.
_¿QUE?... MIERDA… ¿Dónde está ahora mismo?._
_ Les dije que lo llevara a su habitación, ya mande llamar al médico, pero eta sangrando mucho._
_Maldita sea si no hacemos algo pronto puede morir…_ se queda un rato en silencio y después voltea a verme. _TÚ… estudias enfermería ¿no?, ven sígueme._ sin más llega hasta donde estoy y me empieza a jalar, cuando salemos del cuarto veo un poco de la casa pero no la puedo apreciar mucho ya que va muy rápido y por consecuencia yo también, solo sé que es muy grande, cuando subimos las escaleras y llegamos a una gran habitación estoy sin aire y con mucho dolor, recordé que al final de mi inútil huida me habían golpeado con la camioneta, lo bueno que me estaba jalando de la mano derecha y no de la izquierda que fue la que recibió el golpe.
Cuando entramos veo a el mismo hombre al que le di una cachetada en el bar hace unos días y la razón por la que estoy aquí, Anton Mikhailov, solo que esta vez no me está diciendo nada que me insulte, ni nada, de hecho esta más inconsciente que yo al darle una cachetada y con una gran mancha de sangre en su lado derecho, tan grande que no puedo decir de donde se origina, junto a él están tres hombres que se ven muy agitados, pero sin heridas.
_Oh mi dios…_ murmuro para mí, de verdad está mal.
_Señor Gregory, en el camino se desmallo, se nos hizo más fácil tráelo a la casa, ya que estábamos más cerca, está perdiendo mucha sangre y el medico no llega aun._
_Tú… puedes hacer algo por él._ Gregory voltea a verme y puedo ver en su rostro preocupación.
_No… no se, necesito algunas cosas y no las tengo._
_¿Qué necesitas?, tenemos cosas de ese tipo... si lo salvas o logras estabilizarlo hasta que llegue el médico, te dejare ir, y lo convenceré de olvidada todo lo del incidente en el bar._
_Está bien… primero necesito toallas limpias para intentar detener el sangrado, gasas y desinfectante o alcohol en todo caso._
_Escucharon, traigan todo eso… ¡pero rápido!._ dos hombres salen apresurados a buscar las cosas.
Lo primero que llego fueron las toallas y me encamine a hacer mi trabajo, pensando que sería mi pase seguro para vivir.
_Necesito algo para romper la camisa y poder ver dónde es que hay que hacer presión._
_yo tengo un navaja ¿eso sirve?._ me pregunta uno de los hombres que estaba en la habitación.