Capítulo 32
Lunes.
Alice
El día ayer cuando llegamos en la tarde de la villa, la mansión se sentía muy lúgubre y Antón se tuvo que ir a la empresa de emergencia, no sé qué paso, pero al parecer el hecho de que los primos se hayan peleado está haciendo que sus negocios vallan mal, solo espero que se arreglen las cosas rápido.
—Entonces ¿vamos a algún lugar a tomar algo al Monk’s Good Bar? — nos pregunta Lucas cuando vamos para nuestro salón después del almuerzo.
—Creo que si quiero ir, la última vez que fuimos Alice se consiguió un novio, que tal si consigo algo. — dice Anna con una sonrisa pícara en su cara mientras me da un codazo, en este momento me arrepentía de hablarle contado cuando fuimos al baño antes de ir a almorzar, lo que paso con Antón el fin de semana.
—Oh eso es verdad, pero por favor esta vez solo quiero tomar no quiero ir a escapar de otro mafioso, una vez fue suficiente. — dice Lucas con exasperación fingida.
—¿Quieren parar?, no puedo creer que estén gritando a los cuatro vientos eso. —
—Tu tranquila, nadie nos esta escuchando. — dice Lucas. —Entonces ¿si vamos?, puedes invitar a Antón… y así obtener bebidas gratis. —
—No a las dos cosas. — le dijo tajante
—¿Por qué no? —
—Quiero descansar. — tampoco les iba a decir que las cosas no estaban yendo del todo bien en los negocios no legales de Antón y aparte si quería descansar, sentí la cara roja al pensar por que estaba cansada.
—Pero si es Lunes, literalmente acaba de pasar el fin de semana, ¿Qué hiciste que no descansaste?, ni siquiera respondiste los mensajes que te mandamos. —
—Ay ya deja de preguntar, mejor vamos el fin de semana que terminan clases. — dice Anna rápidamente mientras empuja a Lucas para que camine más rápido y llegar a nuestro salón.
……………………………….
Cuando terminaron las clases nos dirigimos rápidamente a la salida y ya estando ahí, los chicos se esperaron hasta que llegara Antón por mí, me mandó un mensaje antes de la última clase donde me decía que iba a pasar por mí para ir a comer, no puedo evitar que todo el tiempo tenga una sonrisa de adolecente, ya que no es la primera vez que me lleva a comer, pero después de lo que paso, creo que las cosas son diferentes, mas… románticas.
—Demonios. — dijo Lucas en un susurro, volteó a verlo pero estaba viendo algo al frente y cuando seguí su mirada vi a Steve bajándose de una camioneta negra con otros cuatro tipos y acercándose rápidamente.
—No te quedo claro que ya no te queríamos ver por aquí. —Dijo Anna al tenerlo más cerca.
—Tú cállate, ni siquiera te vengo a ver a ti. — le dijo Steve volteándola a ver, pude ver como su mirada no era nada parecida a la mirada dulce y cariñosa que tenía cuando nos habíamos visto en el pasado. En eso se acerca a mí y me jala del brazo, acercándome a él. —Tu bienes conmigo — me dice bruscamente —Y será mejor que no hagas un maldito escandalo si no quieres que maten a tus amigos. — dice mientras señala a los tipos que están parados detrás de él.
—Suéltame. — le digo en un susurro pero con voz estable. —No tengo ninguna maldita razón para ir contigo a ningún lado. — lo veo fijamente a los ojos mientras trato de soltarme de su agarre.
—Maldita se Alice, yo quería hacer las cosas bien, pero ve lo que me obligas a hacer. — me dice apretando más su agarre, pero no entiendo a qué se refiere, pero sé que las cosas van mal cuando veo terror en los ojos de Anna y Lucas, y lo confirmo cuando siento el pinchazo de una aguja en mi hombro libre, cuando volteo veo uno de los hombres con los que venía Steve me acababa de inyectar algo, que puedo decir que es un somnífero porque casi de inmediato siento mis piernas débiles y siento como Steve me carga y los gritos de mis amigos antes de que todo se convierta en oscuridad silenciosa.
Antón.
Las cosas se estaban arreglando, ya solo falta terminar con el o los traidores y las cosas van a volver a ser como antes o al menos en los negocios, porque en mi vida personal las cosas jamás iban a ser como antes, y me sorprendo cuando se forma una gran sonrisa en mi cara y es que realmente siento felicidad.
Alice ha venido a cambiar mi mundo y quiero que siga en el por siempre. Pienso mientras llego a la universidad donde está mi mujer. Al estacionar cerca de la entrada veo a los amigos de Alice y cuando ven que llegue se acercan rápidamente a mi dirección y yo bajo rápido del auto y me acerco a ellos que por la cercanía puedo ver sus rostros preocupados y eso me angustia mas porque no veo a Alice.
—¿Dónde esta Alice? —
—Se la llevaron señor, tiene que hacer algo. — mi sangre se congelo y sentí un escalofrió por todo el cuerpo una horrible sensación empezó a formarse en mi interior.
—¿Qué demonios estas diciendo? ¿Quién se la llevo? —
—Steve señor. — me dice su amiga ¿Ana?
—¿El niñato del bar? —
—Si. —
—¿Por qué se la llevo? —