Epilogo
Alice.
Si me hubieran dicho que salir por unos tragos y a divertirme, me iba a traer a un temible mafioso que se enamoró de mí no me lo hubiera creído, pero ahora estoy comprometida con ese mafioso.
Pienso mientras veo el impresionante anillo en mi dedo anular, prueba suficiente de que todo lo que he vivido los últimos meses fue real. Y la felicidad no cabe en mi.
Después de estar unos días con mis padres Antón, llevo a un isla privada, y ya no quería dejarla, estas vacaciones han sido las mejores, no solo porque salí del país, sino porque estuve con Antón.
Pero lo bueno llega a su fin. Y ahora estoy de vuelta en la universidad, aunque solo vine para ver donde me toca hacer mi año de prácticas.
—Dime que esa roca es de verdad. — dice Lucas a mi lado
—Si, si es de verdad. — le digo con una sonrisa en la
—¿Te propuso matrimonio?, ¿Cuándo?, ¿Cómo? — pregunta Anna casi gritando
—Bueno… fue cuando fuimos a ver a mis padres. —
—Tu mafioso no pierde el tiempo. —
—Lucas, no digas eso aquí. — lo regaña Anna, aunque no me importa, además no hay nadie a nuestro alrededor.
—¿Donde creen que nos haya tocado?, espero que estemos justos. — les digo cambiando de tema
—La verdad lo dudo, pero sería estupendo que los tres estuviéramos juntos. — dice Lucas pasándome un brazo por lo hombros y el otro a Anna.
Cuando llegamos a la oficina del departamento académico, enseguida nos atendieron, nos explicaron las reglas y la fecha de inicio de las prácticas. Nos dieron un sobre con los datos del hospital a donde iríamos junto con la carta de pasantía.
Decidimos abrirla al salir.
—Esto no puede ser. — dice Lucas con cara de sorpresa mientras lee el lugar a donde va a ir.
—¿Tan malo es? — le pregunte mientas abría mi sobre.
—No, todo lo contrario, es una clínica… pero es privada. —
—Eso no puede ser, los hospitales privados no se prestan para recibir casi egresados de enfermería para hacer sus prácticas. — le digo
—Yo también. — Dice Anna —Es la clínica Saint of light, ¿Es la tuya? — le pregunta a Lucas.
—Si. —
Me apresuro a desdoblar mi carta y leo lo mismo que ellos tienen.
—La mía también. — les digo.
—Pero ¿cómo es posible?, no tiene sentido, o sí. — dice Anna con una clara confusión.
—Y si fue por nuestro promedio. — les digo, ya que fue lo único lógico que se me ocurre que pudo haber pasado. Pero ellos no lo creen se me quedan viendo. —¿Qué? —
—No crees que esto sea obra de Antón. — dice Anna
—No, no creo… ¿Por qué lo aria? —
—No lo se, pero quizá para date mas comodidades. —
Rayos, pero como lo hizo, y si lo hizo me enojo con él o no. Hizo que mis amigos y yo estemos juntos en una clínica muy prestigiosa.
—Le preguntare. —
—Pero no vayas a hacer que nos quite las plazas. — dice Lucas y Anna le da un golpe —Ay no me pegues, no podemos darnos el lujo de rechazar esos lugares, además que tiene de malo, solo preguntarle si quieres salir de dudas, pero a mí no me molesta. —
—Está bien. — les digo y nos dirigimos afuera.
Una camioneta negra ya está esperando, no es Antón, es un guardia, el mismo con el que vine, quizá ni se fue.
—Ya te están esperando. —
—Así es. —
—¿Quién que los deje en algún lado? —
—¡Si! — dice Lucas —Puede hasta mi casa. —
—Claro. Y tu Anna, también quieres un aventón. —
—La verdad si. —
—Saben que, lo bueno es que tenemos casi dos semas para iniciar prácticas. —
—Así es, demasiado considerado. —
—Podemos hacer esa salida que habíamos planeado hace un tiempo. —
—Luego nos ponemos de acuerdo. — le digo dándole una sonrisa.
………………………………………
Después de llevar a Lucas y Anna a sus lugares, nos fuimos directamente a la mansión.
—Hola Alice, ¿Cómo te fue? — me pregunta Magi al entrar.
—Muy bien, aún tengo vacaciones… ¿Esta Antón? —
—Sí, está en su despacho. —
—Gracias. — le digo antes de ir a su encuentro.
Cuando estoy en las puertas dobles doy dos pequeños toques.
—¿Quién? — contesta con voy seca.
—Yo. — le digo.
—Pasa nena. — me dice ahora con un tono dulce
—Espero que no estés ocupado. —