Capítulo#3 La boda.

Capítulo 3 La boda.      

Laura se graduó de Ingeniería Ambiental (Es la rama que estudia los problemas ambientales, con el objetivo de promover un desarrollo sostenible), con mucho estudio y un gran esfuerzo lo logró, contando con el apoyo de su novio, que siempre la motivaba y la animaba a continuar; además de ayudarla con repasos y a realizar todos los proyectos que tienen que realizar todos los estudiantes de estas carreras tan difíciles y complejas, de cada ramas de la Ingeniería. Andrés estaba muy orgulloso de su novia. Después de su graduación, de mutuo acuerdo, fijaron la fecha de la boda y al mes siguiente contrajeron nupcias.A la ceremonia asistieron los padres de ambos, vecinos y amistades de sus padres. Muchos amigos de ellos de la universidad y compañeros de trabajo de Andrés. De parte de los padres de Laura, asistieron sus amigos más cercanos, personas muy distinguidas y estirados como sus suegros, pensó Andrés.

La novia lucía realmente hermosa y encantadora, con un vestido blanco de diseño exclusivo, hecho por un famoso diseñador, un escote de corazón enmarcaba sus senos redondeados, se ceñía hasta sus caderas y se dejaba caer, suave y delicado hasta sus pies. La cola del vestido era corta, con flores de jazmín adornando su cabello en forma de tiara, un velo transparente cubría su cara, con un diseño curiosamente bien elaborado, pero tan transparente que permitía apreciar cada detalle de su hermoso rostro, perfectamente maquillado. Tenía su espalda aparentemente descubierta en un diseño en forma de V que le llegaba hasta el final de su columna, con un encaje transparente, color piel, donde sólo se distinguían pequeñas rosas blancas en su espalda y en sus brazos, como flotando en el aire, llevaba un hermoso ramillete de flores en sus manos. Fue una boda sencilla pero elegante, los padres de la novia se ocuparon de que así fuera. Andrés pensó que no había nada más hermoso en la tierra que su mujer y se sintió el hombre más feliz del mundo, esa felicidad solo la podía comparar, con la misma que sintió el día en que su amada esposa dio a luz, a su pequeña Sofía.

Laura ejerció su carrera por un año, como práctica, en la misma empresa constructora que Andrés, luego decidió renunciar y dedicarse a la casa. Andrés lo tomó bien, cualquier cosa que decidiera su esposa por su bienestar, para el estaba perfecto. Él se dedicó de lleno a cuidar de Laura, ella lo era todo para él y cada día la amaba más. Sofía llegó a sus vidas tres años atrás, para completar su felicidad. La pequeña era la adoración y la luz de sus vidas. Sus abuelos maternos y paternos se derretían con ella, no eran capaces de negarle nada. Laura estaba muy feliz por el tiempo y el amor que sus padres le daban a su nieta, cosa que a ella le faltó.

—¿Verdad amor que se ven lindos papi y mami corriendo detrás de Sofi? —le preguntaba Laura a Andrés una tarde, en el segundo cumpleaños de Sofía. Estaban en la piscina, ubicada en la parte trasera de la mansión familiar, regalo que le hizo a su esposa hace cinco años atrás porque le encanta nadar, como forma de ejercitar y mantener su esbelta figura. Luego de todas esas reformas que fue haciendo a través de los años, con el apoyo de su esposa, se fue remodelando y ampliando la mansión, que ya era toda una regia propiedad, pero cálida y hermosa. Contaban con un equipo de servicio en general, cocinera, empleadas domésticas, jardinero y un empleado para el mantenimiento de la piscina, para hacer más fácil y cómoda sus vidas. Desde que se casaron, cada año, se dedicó a mejorar y a darle todas las comodidades que podía a su esposa, mejoraba su casa, sus muebles y equipos electrodomésticos, para darle la vida que ella se merecía junto con su pequeña, desde que estaba aun en el vientre materno, hasta la actualidad.

Andrés no quería que nada les faltara, ni amor ni comodidades y él hacía todo lo posible para que no les faltara ninguna de las dos cosas, quizás en el fondo se sentía inferior a Laura, porque pertenecían a clases sociales diferentes y no quería que ella se pudiera decepcionar de él; por lo que hacía todo lo posible por darle el mismo nivel de vida al que ella estaba acostumbrada:

―Sí amor, cuando están con nuestra pequeña traviesa, ya no reconozco a mis elegantes y estirados suegros ―le respondió divertido y burlón, por lo que Laura terminó por darle un suave, pero firme codazo:

―Más respeto que son mis padres ―lo miro con gesto de aparente enojo, pero con mirada risueña y un mohín en sus labios que disimulaba una sonrisa y él no pudo evitar robarle un beso allí mismo, sin importarle los presentes.

Laura era una excelente madre y esposa, pensó Andrés enamorado. Toda su vida acababa de pasar por su cabeza.

―Sentí como si acabara de volver a vivir mi propia vida. Que cosa tan extraña ―murmuró por lo bajo, sin darse cuenta, como pensando en voz alta. En verdad sintió que vivió su vida por segunda vez y se le clavó una punzada en el pecho. Tenía un fuerte presentimiento de que algo malo iba a pasar, lo que algunos llaman corazonada. Una sensación muy parecida sintió aquel día en el que se conocieron, cuando Laura iba a ser secuestrada y a él le dispararon.

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¿Qué pasará, se hará real su corazonada? 😱