Tú Loba y yo Vampiro

Capítulo#63 Desesperación.

 

―Ya no eres humana mamá, al menos no del todo, eres como yo también, mitad de ambos, y nuestra especie se puede comunicar de ambas formas, mentalmente o hablar...

―Esto es demasiado sobrenatural...   
    
Laura pensó que desde la llegada de Andrés a su casa aquel día... su vida había cambiado mucho, había vuelto a ser feliz, otra vez formaron una familia, de nuevo sintió la dicha de ser madre; si hubiera muerto lo habría hecho muy feliz, pero no lo hizo y también se alegraba de estar viva, la vida le seguía regalando más oportunidades, tenía que aprovecharlas, había perdido mucho tiempo encerrada, ahogándose en el dolor de la pérdida de su hija y la incapacidad de andar. Tenía que adaptarse a ese mundo sobrenatural de su nueva hija y al mismo tiempo ser una buena madre y esposa, su familia era lo más presiado que tenía y a ellos se debía sus renovadas ganas de vivir. Aprovecharía al máximo cada segundo que tuviera al lado de Andrés y Mariluna, no dejaría que nada la apartara de ese camino, cuidaría siempre de ellos. Se miró la pierna en la que fue mordida y la vio curada, prácticamente eran unas cicatrices lo que le quedó, la marca de los colmillos y dientes en una enorme silueta de mordida, le pareció extraño a no ser que llevara inconsciente muchos días. En su curiosidad por detallar las condiciones de su pierna se dio cuenta que la estaba moviendo. ¡Estoy moviendo mis piernas!, espera Laura, siento mis piernas, ¿estaré soñando?, se pellizcó su brazo fuertemente, mirando a la niña que frunció el ceño por su reacción incomprensible, Laura pegó un pequeño grito de dolor.

―¡Auch!  

―¿Que haces mamá?  

―Comprobando si estoy despierta o continuo dormida.  

―!Pero claro que estás despierta¡  

―Ya lo sé hija, pero vi que movía la pierna y no lo podía creer.  

―Sí, yo también lo vi, tienes que irlas moviendo poco a poco, papá me contó que recibiste terapia de rehabilitación, comienza realizando los primeros ejercicios que te hacían y ve aumentándolos a medida que lo superes y te sientas en capacidad de lograrlos. No te preocupes por extralimitarte que no te vas a lesionar y si lo haces te vas a regenerar... No se si serás completamente como yo en ese sentido, pero seguro que tú cuerpo será más fuerte y sanarás más rápido de lo humanamente posible. No se que tiempo tardarás en cambiarás por completo a lo que serás; quizás el proceso esté completo después de la primera transformación, esto también es nuevo para mí.

―¿Regenerar...?—esa palabra captó su atención, ese hecho pronosticaba muchos cambios positivos a su vida.

―Nuestra raza se regenera, sentimos dolor, pero es difícil que algo nos lastime, la plata es lo único que nos puede arrebatar nuestra inmortalidad... en tu caso no estoy muy segura de como funcione todo esto, ya que eres transformada y no nacida como yo y todos los de mi raza... pero debes de poseer muchas de nuestras habilidades, ya iremos descubriéndolas.  

Laura comenzó a dedicarse a mover sus pies, movió sus dedos gordos y así continuó sucesivamente con cada parte de sus miembros inferiores. Con cada movimiento su corazón saltaba de alegría, pensó que nunca más sentiría sus piernas y allí estaban, obedeciendo su orden nuevamente, después de tanto tiempo muertas. Mariluna la observaba y reía contenta, la contagiaba la alegría de su madre, parecía una niña cuando le regalan un juguete nuevo, pero no cualquier juguete, cuando le obsequian el de sus sueños, así estaba Laura de eufórica con sus piernas, como si nunca las hubiera tenido y se la acabaran de dar. Tan torpe y asombrada como la sirenita Ariel, cuando cambió su cola por un par de piernas.  

—Voy a llamar a papá, le prometí que lo haría ante cualquier novedad, ¡se va a poner tan feliz!  

―Sí, se que se pondrá feliz, pero es mejor que lo dejemos trabajar, quiero darle la sorpresa cuando llegue, tampoco quiero decirle lo de las piernas hasta que pueda caminar.  

―Está bien mamá, te entiendo, se lo que se siente, cuando yo me transformé por primera vez hice lo mismo, todos me estaban esperando a la entrada de la cueva para verme, yo podía habérselo dicho mentalmente, pero esperé a llegar para que me vieran así, recuerdo las caras de todos, de sorpresa: admiración, orgullo, respeto... la de mis padres llorando de emoción...―no pudo evitar que lagrimas silenciosas y rebelde rodaran por sus tiernas mejillas, justo un día después, casi a la misma hora ocurrió la tragedia.

―Lo siento...—habló Laura con dolor, pena y tristeza, pero además como si se sintiera culpable por lo que pasó, Mariluna se dio cuenta de ello.

―No fue tu culpa, ni siquiera estabas allí...  

―Pero fueron de mi raza, te hicieron mucho daño...

—Sí, así fue, pero salvé la vida de Andrés y te conocí a ti y pude salvarte también, el destino es así, nadie lo puede cambiar, a veces tienen que pasar cosas malas para que puedan pasar cosas buenas, o viceversa. Justo un día antes de la tragedia yo me transformé en lobo, soy la primera en mi especie que lo hace a tan corta edad, todo pasa por algo, a su debido tiempo, si no me hubiera transformado me habría sido difícil salir de la selva con papá. Lo hubiéramos logrado, estoy segura de que sí, pero lo más probable es que tu ya no estuvieras con vida...    

...

Andrés estaba supervisando la construcción de un puente, esa obra estaba un poco atrasada y se la asignaron a él por su alta capacidad para manejar con situaciones difíciles. Él sabía como tratar con los obreros, como motivarlos y dirigirlos, siempre fue el mejor Ingeniero de esa compañía y si se lo propusiera uno de los mejores del mundo, quizás el mejor, pero no presumía de sus capacidades. Estaba orgulloso de lo que hacía, le gustaba su trabajo, sin embargo prefería a su familia antes que premios y galardones, para eso tendría que dedicarle mucho tiempo, para ser el mejor, pero a él lo que más le importaba en su vida era ser un buen padre, esposo, hijo, y eso incluía a sus suegros, a los cuales aprendió a querer, a verlos como unos segundos padres, todo lo demás quedaba relegado a un segundo plano. Ese día no se había concentrado mucho en sus funciones, de hecho llevaba varios días así, desde que Laura enfermó... se esforzaba por hacerlo todo bien, pero lo hacía de forma mecánica. No se dio cuenta que alguien se acercaba a el, una persona que llevaba algún tiempo observándolo detenidamente, su voz varonil lo sobresaltó.




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