Tu Mala Suerte

Capítulo XI: "Lejanía"

Este capítulo le pertenece solo a Nil

En la mañana, no pude evitar sonreír al despertar al pensar en ella. Me levanté aún de mejor humor que el día anterior, me arreglé e incluso me puse mi mejor loción. Salí de casa, dando casi saltos. Una niña pequeña, se me atravesó en el camino, estaba vendiendo rosas, sin dudar, compré una y le di un billete a la nena, le dije que se quedará con el cambio, acerqué la rosa a mi nariz e inhale. Al llegar a la oficina, Alessia ya estaba ahí, trabajando.

—Buenos días, hermosa—dije, con una sonrisa. Pero había algo raro, ella ni siquiera me miró, ¿había hecho algo mal? Me acerqué y dejé la rosa sobre su escritorio—. Para ti.

—Nil, no es necesario—su voz ya no sonaba dulce, ni siquiera amable.

¿Había sido un idiota? ¿Qué había hecho mal?

—Disculpa, ¿hice alguna cosa mal? Yo me disculpo.. pero..

Ella me interrumpió antes de que pudiera terminar.

—Fue un error, ese beso fue un error. No mal entiendas las cosas, solo fue un momento.

Un momento, esa simple frase me rompió el corazón. Quería entenderla, no quise insistir, tomé la rosa y la llevé a mi escritorio. Me senté a comenzar a trabajar, no tenía sentido esperar tanto, después de todo, solo había sido “un momento” nada especial. A lo mejor, había cometido un error y no lo había notado. ¿Qué fue? ¿Debí ser más amable? ¿Más considerado? ¿Soné muy descarado? Tal vez había mal entendido todo, era cierto, ella nunca había dicho que me amaba o que yo le gustara. Sí, esas cosas pasaban cuando te dejabas llevar por la emoción, podías confundir cosas que realmente no estaban ahí. Pero, ¿por qué se había sentido tan real? ¿Solo lo había sido para mí? No podía creerlo. Sentí un nudo en la garganta, me levanté para ir al baño, una vez llegué ahí y me aflojé el nudo de la corbata, sentía que no podía respirar, hasta que sentí la primera lágrima deslizarse por mi mejilla, no pude contenerme más. Me habían rechazado una vez más, tal vez seguía siendo un idiota, no podían esperar mucho de mí.

Justo Jones entró en ese momento al baño, se veía muy alegre en comparación a mí, cuando llegó a mi lado me sonrió sin ver mi estado actual.

—¿Qué tal, morena..?—se detuvo a sí mismo al ver mis lágrimas—¿Qué sucedió?

No pude evitarlo, lo abracé, lo necesitaba, por primera vez el imbécil más imbécil no me lo parecía tanto. El me correspondió el abrazo.

—Si sabes que esto se puede mal pensar, ¿verdad?—preguntó él, a modo de broma, no pude evitar soltar una carcajada.

—Ni te hagas ilusiones.

Me aparté suavemente, él soltó otra carcajada que resonó por el eco del baño.

—Y está de vuelta el Nil que conozco..

—¿No se supone que no deberías estar aquí?

—Sí, eso… bueno, digamos que me aburro en casa y solo vine de pasada. Pero al final, fingí que solo vine por unos documentos. ¿Qué te sucedió?

—Alessia, ella… está rara.

—¿Rara en el buen sentido? Es normal después de un beso.

—No, la verdad es que… me habló diferente, de manera más cortante.

—Hmm, no sé mucho sobre chicas son como un cubo rubik y yo nunca supe resolver ni uno.

—Tal vez debería recurrir a la inteligencia artificial.

Enseguida Jones comenzó a reírse demasiado.

—No era un chiste—le aclaré.

Él se puso serio, de nuevo.

—Pues… sí eso te hace sentir mejor, hazlo. ¿Quién soy yo para interferir entre tú y la IA?

—JAJAJA, que gracioso—dije, con sarcasmo.

—Al menos ella si te responde al instante.

Comencé a reírme, la presencia de Jones en ese momento me ayudó demasiado.

Ya no quiero golpearte, o al menos no tanto.

—Las relaciones siempre tienen sus complicaciones, no eres culpable. Tal vez, ella tenga sus motivos para actuar así—era la primera vez que Jones hablaba de esa manera.

A veces las personas, nunca dejan de sorprenderte.

—Sí, debe haber algo de eso no me queda duda. Pero una parte de mí, siente que tal vez fue mi culpa.

—No debes cargar con lo que tú no controlas, lo único que puedes hacer ahora… Es dejar que ella hablé, si quiere hacerlo. La vida no se detiene por ello.

Una notificación llegó a mi celular haciéndolo sonar, rápidamente lo saqué y abrí los ojos de par en par.

“Felicidades, has sido admitido en nuestra institución, serás bienvenido a primer semestre a partir del próximo mes”

En el correo adjuntaba un documento con los documentos que tenía que preparar.

—¿Qué es? ¿Alessia te envío un mensaje?—la voz de Jones me sacó de mi ensoñación.

Negué con la cabeza.

—Me aceptaron… en una universidad artística. Mi pintura les gustó.

Jones abrió los ojos y sonrió.

—Cielos, colega. ¡Felicidades!

Me dio unas palmaditas en el hombro.

—Solo que… La escuela está en Reino Unido.

—¿Hasta allá? ¿En serio te irás?

—Bueno, es una oportunidad que no quiero desaprovechar. No sé cómo es que me aceptaron tan rápido, parece un sueño.

—Siempre has sido bueno con eso, pero… ¿Qué pasará con Alessia?

Me encogí de hombros.

—No lo sé, presiento que ella no me quiere cerca ahora.

—Puedo ayudarte.

Me sorprendí ante la sugerencia de Jones, este día sí que consistía en descubrir cosas de Jones.

—¿Cómo lo harías?

—Puedo intentar hablar con Alessia, claro eso si quieres.

—Es una buena idea.

Un rato más tarde, estaba de vuelta en la oficina, comencé a preparar mis documentos para poder ir a la institución de mis sueños, era la mejor de arte. Después de salir del trabajo, no quería volver a casa, sabía que pensaría en Alessia. Llevaba la rosa en la mano, tras eso vi a la chica de cabello rizado, de nuevo, se miraba algo preocupada mientras estaba sentada en una banca. Me acerqué con cuidado, me aclaré la garganta para llamar la atención.

—¿Puedo sentarme?

Ella asintió con una sonrisa, y se hizo a un lado.

—Hay días que pesan, ¿no es así?




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