Mi momento ha llegado, como dice el meme. Oigan, quiero agradecer primero que nada a mí misma, por no rendirme, a pesar de las adversidades. ¿Fue difícil? No te imaginas, tuve que enfrentar bajones emocionales, la computadora se me descompuso, la presión de la universidad, los trabajos que dejaban en la escuela. Por cierto, estoy bastante sorprendida, porque estoy estudiando una carrera relacionada con las narrativas, así que, escribir es lo que más he estado haciendo este tiempo. He vivido demasiadas cosas este año, y aún así, puedo alardear sobre este logro. Nunca imaginé llegar a este punto. Durante noches interminables, mientras escribía cada capítulo con las manos temblorosas y los ojos ardidos, pensaba que quizá no sería capaz de terminar. Sin embargo, aquí estoy, respirando con fuerza, viendo cómo estas páginas se convierten en un reflejo de todo lo que fui, lo que soy y lo que aún estoy aprendiendo a ser. Este libro no solo nació de una idea: nació de mis emociones más profundas, de mis miedos, de mis preguntas, de mis sueños y, sí, también de mis heridas más íntimas. Y aunque no fue fácil, cada palabra escrita fue un paso hacia adelante, un testimonio de resiliencia.
No puedo dejar de sentirme agradecida con la versión de mí que dudaba, que pensaba que no era suficiente, que se sentía pequeña ante la magnitud de este proyecto. Gracias por no rendirte, por abrir el documento una y otra vez aunque sintieras que cada letra era un obstáculo imposible de superar. Gracias por las lágrimas derramadas en la madrugada, por los silencios que te acompañaban mientras te preguntabas si realmente tenías la fuerza para continuar. Gracias por mantener viva la llama incluso cuando parecía que todo se apagaba. Sin ti, este libro no existiría, y sin ti, yo tampoco sería la misma persona que lo escribió.
A la versión de mí que se levantó tras noches sin dormir, con el corazón pesado y la mente saturada, gracias por cada pequeño esfuerzo. Gracias por seguir escribiendo mientras el mundo seguía girando afuera y nadie parecía notar tu lucha. Gracias por la perseverancia silenciosa, por los sacrificios invisibles y por la disciplina que, aunque muchas veces parecía imposible, logró que estas páginas se llenaran de vida. Este libro es un reflejo de tu tenacidad, de tu capacidad para mantenerte firme incluso cuando las dudas y el cansancio amenazaban con vencerte.
Agradezco también a quienes me hicieron daño. Sí, a quienes sin intención o con intención, pusieron piedras en mi camino y me enseñaron, de maneras inesperadas, que la vida puede doler, pero que ese dolor puede transformarse en algo bello. Gracias por las palabras que pesaron, por las acciones que lastimaron, por los silencios que dejaron cicatrices. Todo eso se convirtió en combustible para escribir, para crear algo que no destruyera, sino que sostuviera. Gracias por recordarme que incluso de lo que duele puede nacer algo que enseña y que ayuda a crecer.
Quiero agradecer a mis facuamigas, sí, mis queridas Yini y Ali, ustedes saben cuánto me han motivado a seguir. Gracias por estar durante el proceso, por animarme a seguir intentado, me divertí mucho gracias a ustedes. Parte de lo cómico que escribí, es gracias a las locuras que hacemos juntas, les agradezco porque a pesar de todo, me han animado a sostenerme no solo con el proyecto, también con la pesadez de mi vida y la universidad. Para mí, siempre serán figuras admirables, ustedes me motivan a ir por más.
Vamos con otro agradecimiento fuerte, Emi, mi querido amigo hater favorito. Te agradezco que hayas estado también conmigo preguntando con interés cómo iba con mi libro, también te agradezco por la inspiración que me diste para decidir el talento de Nil, de alguna manera ver el arte que haces, me hizo imaginar posibilidades para mi personaje.
No puedo dejar de agradecer a personas importantes, una de mis mejores amigas, gracias por haber ido a ver conmigo la película de la adaptación cinematográfica "sigue mi voz" me regalaste muchas sonrisas, risas, me has hecho creer en que algún día también lograré llevar mi trabajo a más lejos. Gracias por escucharme, por alentarme y felicitarme.
Ahora a Santi, mi mejor amigo, mi hermano, con quién he vivido miles de historias. A pesar de que ahora, no hablemos tanto como antes, te sigo amando como nunca, créeme que eres una de las personas que más me inspira, porque muchas de las vivencias que me has regalado, se han plasmado aquí, aunque de forma distinta.
A los lectores que lleguen hasta estas líneas, gracias por acompañarme. No importa quién seas, dónde estés o qué circunstancias tengas en la vida; gracias por abrir este libro y permitir que estas historias entren en tu mundo. Gracias por sostener estas páginas con tus manos y con tu corazón. Espero que algo en esta historia te haya abrazado, aunque haya sido solo por un instante, y que te haya recordado que incluso en la fragilidad, en el miedo y en la incertidumbre, siempre existe la posibilidad de amar, de sanar y de seguir adelante.
Debo agradecer a Alessia y Nil, quienes no son reales, pero lo parecen más que nada en mi imaginación. Gracias por aparecer sin pedir permiso, por reclamar su lugar en estas páginas y por enseñarme tanto sobre el amor, la paciencia y la vulnerabilidad. Alessia me obligó a enfrentar mis miedos, a mirar mis inseguridades y a aceptarlas como parte de mí. Nil me enseñó que incluso quienes piensan que no merecen amor pueden aprender a darlo con una intensidad que asusta y que sana al mismo tiempo. Gracias por recordarme, en cada escena, que las personas pueden cambiar, aprender y crecer juntas, y que incluso las heridas más profundas pueden convertirse en puentes hacia algo hermoso. Por cierto, espero Nil las haya cautivado, porque me descubrí a mi misma sonriendo como idiota cuando terminaba de escribir algunas de sus líneas, es un personaje 10/10, uff. Y Alessia, me quedo corta, si tuviera que decirle algo frente a frente, sería que yo la amé, que amé sus dudas e inseguridades, un pequeño reflejo de Heyli, se encuentra en ella.