Hola
Antes de empezar a leer quiero agradecer por el apoyo que me han brindado y el cariño demostrado a las historias.
Espero está sea de su agrado.
Será una para todo público, gracias por leer, bienvenid@s a esta nueva aventura.
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Sólo sabía observar a la chica de lejos, era tan hermosa, una verdadera presencia celestial, no se si estaba enamorado o sólo era impresionado, ¿quién no lo estaría con sólo observar a esa chica? Cuando ella sonreía el mundo se detenía, pero que idiotez ese pequeño ángel era ya mi mundo.
Su sonrisa iluminaba mi triste existencia, era una lastima que no lo hiciera tan seguido, siempre caminaba con la cabeza baja, como queriendo esconderse de algo, llevaba mucho tiempo observando cada paso que daba, se que suena cursi pero me sabía de memoria sus gestos.
Si estaba ansiosa se tomaba la parte de atrás de la cabeza, si eran nervios jugaba con los mechones de su cabello, este me tenía loco era como una puesta de sol, justo en el momento que el sol se mezcla con la oscuridad, no sabes a ciencia cierta que color es pero te conformas con ver lo hermoso que luce.
Amaba las puestas de sol, aunque nunca pudiera observar ese instante maravilloso, me conformaba con saber que existía. Lo mismo me pasaba con la chica, no podía aspirar a hablar siquiera con ella porque se notaba a simple vista que provenía de una familia adinerada para los cuales alguien como yo era solo una escoria de la sociedad.
Me acostumbré a verla, sólo para saber que existía, los ángeles viven entre nosotros eso lo entendí desde el día que la vi, desde ese momento mi vida fue diferente, no tenía miedo a expresar aquellas palabras de las que mis amigos siempre se burlaban.
Enamorado, eso no era exactamente como me sentía, realmente estaba idiotizado por esa chica. El gran día llegó pude acercarme a ella, lastimosamente no exactamente como lo soñé.
Ella temblaba de miedo, abrazaba con sus brazos sus dos piernas y se balanceada de adelante hacia atrás. Tenía miedo de acercarme, pero se notaba tan indefensa que quise protegerla, me acerqué cauteloso a dónde ella estaba, fue entonces que me observó.
Nunca imaginé estar frente a ella y poder verme atraves de ese hermoso cristal, empañado de lágrimas, aún en esas condiciones era hermosa, sólo entonces pude entender algo que durante mucho tiempo no lo había conseguido, llegué a la conclusión de que no importa el como te veas lo importante es el ojo con el que lo hagas, yo en esos ojos me veía bueno era lo único que los ojos de ese ángel reflejaban.
La pregunta era que le sucedía, la situación por la que acababa de pasar no era precisamente la mejor pero tampoco fue tan mala, sin embargo ella no reacionaba tenía los ojos perdidos en un punto fijo mientras repetía unas palabras difíciles de entender.
Toda mi vida quise ser bueno, pensaba que los buenos no sufrían pero ese día algo cambio, descubrí que los ángeles también lloran y me pregunté ¿por qué entonces yo no quería hacerlo? El llorar no es sinónimo de debilidad.
Ese bello ángel lloraba y no sabía más que abrazarla preguntándome como es posible que por querer volar alguien tenga que llorar ¿por qué simplemente no nos permiten extender nuestras alas?
Me respondí a mi mismo porque los mejores frutos no se hicieron para los cerdos, menos para los que, como yo solo han sabido hacer daño aún sin proponérselo.
Editado: 07.02.2021