¡tú! Mi ángel

La verdad de un ángel

¿tendrá un precio el amor?
Quién lo sabe ¿Acaso aquel que lo a experimentado? El amor es aquello que nos lleva a cometer  locuras, cosas que nunca antes nos atrevemos a hacer.
Lo que nos da esa fuerza que necesitamos para salir  del abismo en que nos encontramos.
Primero debemos amarnos a  nosotros mismos antes que a nadie porque así haremos cosas por nosotros, sin importar la reacción de otros, ese es el verdadero amor y el que dura para siempre.
💚💚💚💚

Ciudad de Guatemala 
¿Cuánto tiempo llevo en este lugar? No lo sé, supongo que deben ser dos semanas ya, afuera la vida sigue. No se cuánto más estaré aquí, una día olvidaré hasta la forma del cielo. Quisiera solo poder salir de aquí, huir a un lugar en el que  el amor no me pueda alcanzar,  donde la vida sea más fácil ¿existirá algo así? Un mundo de felicidad, lleno de esperanzas y sentimientos a flor  de piel, donde a nadie le de pena enseñar sus sentimientos, en el cual podamos salir a la calle sin usar la máscara de la felicidad para estar bien con todos.

Un lugar perfecto, hablando de perfección mi Ángel no regresó, estoy confundido su actitud me desconcierta. Un día parece estar pendiente de mí, luego se va, me olvida ¿por qué las personas somos tan complicadas? Debería existir un manual para cada una, así no tendríamos que adivinar lo que los demás quieren. Extraño  ese olor a vainilla que desprende, me tiene fascinado, pero el amor no se puede forzar. Si ella está enamorada de alguien yo voy a alejarme ¿a dónde puedo ir? estoy atado a  esta cama no se por cuanto tiempo, tal vez sea para toda la vida.

Una mujer llega a la habitación, su mirada es alegre y transmite mucha paz —Hola ¿cómo te sientes? —dice con una sonrisa.

—Estoy mejor.

—Mi nombre es Emma, tenemos una amiga en común, tú sabes quién es —mi corazón amenaza con salir del pecho, solo escuchar que alguien la menciona.

—Cla-claro —digo sin poder ocultar mi emoción.

—Ella no vendrá hoy —esa frase hizo que me diera cuenta que posiblemente nunca la volvería a ver, no se lo que siento, fui un iluso al pensar que ella regresaría.

—Estas escuchando —la voz de la monja que se encuentra en la habitación me hace volver a la realidad.

—Dígame madre.

—Solo dime Emma o hermana, todavía no soy madre —Habla con una sonrisa, es linda, pero nadie se compara con mi ángel.

—Ella lamenta no poder estar aquí, vendrá cuando esté mejor y la crisis haya pasado, pidió que te diera esto  —me extiende un sobre color blanco con una letra hermosa, todo lo que viene de ella es sencillamente increíble  —Antes que leas esto, me gustaría hablar contigo  —levanto mi cabeza para encontrarme con los ojos de la hermana ¿De qué podríamos hablar ella y yo? Acepto charlar con ella,  tengo tiempo de sobra.

—Se que estas aquí por ayudar a Janet, ella me ha hablado muy bien de ti la ayudaste en un momento difícil, es muy buena chica un poco temerosa y con muchos problemas,  ayuda en este lugar desde hace unos meses. Su vida no ha sido fácil, sin embargo lucha por salir adelante cosa que admiro —no sé a lo que quiere llegar, siempre me han gustado las cosas directas a lo mejor ella se había dado cuenta que esa chica me gustaba, seguro la mirada de bobo me delata.

—Se que es posible que quedes parapléjico, ella me lo comentó, también hablé con Jorge me explicó que estarás mucho tiempo aquí. Por eso quiero invitarte a que te unas a nuestro grupo, todos los días realizamos diferentes actividades en las cuales podrías participar, sirve que te distraes un poco y aprendes cosas nuevas —tengo ahora la oportunidad de aprender cosas nuevas y sin poder mover mis piernas.

La ira me domina me pregunto ¿por qué hasta hoy? ¿por qué no me dieron esa oportunidad antes? Las cosas siempre llegan demasiado tarde a nuestras vidas, no se si eso les pasa a todos o solamente a mí, la vida es tan injusta conmigo. Ya nada importa no pienso asistir a unas ridículas reuniones donde seguro deben hablar de el cielo, ángeles y demonios. Lo entiendo  Emma solo quiere enredarme con esos sermones religiosos que solo saben mentir.

—Anímate no tienes nada que perder, no eres el único que ha pasado por momentos difíciles.

—Agradezco su invitación, pero no me interesa saber nada acerca de su doctrina, tampoco quiero aprender a rezar un rosario diario mientras muchos niños mueren de frío en la calle, ustedes y sus enseñanzas que piensan que por rezar todos los días ya se ganaron el cielo —Ella no me debía nada, pero necesitaba sacar la ira acumulada durante mucho tiempo, estoy harto de todo, de esta vida que me tocó vivir, de los miserables que van por las calles dándose baños de pureza, mientras que por otro lado discriminan a otras personas. El mundo es un asco

—Entiendo tu punto de vista, pero no te cierres a las nuevas oportunidades, te dejo para que puedas leer esa carta —Emma ha salido, tomo el sobre en mis manos y me dispongo a leer su contenido, una letra muy linda es lo único que veo.

Duende

Estoy muy agradecida contigo por defenderme, lamento que eso te haya costado tus piernas a pesar de la situación por la que estas pasando deseo que estés muy bien dentro de lo que cabe.

No me gusta llamar a las personas por sobrenombres, pero no tengo opción. Primero quiero disculparme por la forma en que me marché ayer, debía darte ánimos y terminé empeorando las cosas por eso decidí alejarme de ti, en estos momentos no soy buena compañía para nadie. Debo sanar antes, me gustaría apoyarte en todo, pero se me hace imposible, estoy en una lucha por cambiar quiero que mis miedos ya no afecten a terceros.
Mi vida no ha sido fácil, he llorado largas horas, incluso llegué a pensar que las lágrimas se me terminaron, muchas batallas tengo pendientes a algunas he vencido, pero nada parece ser suficiente para la vida, porque aún me sigue dando grandes conflictos. Cuando observamos a  una persona nunca sabremos lo que lleva por dentro, muchos son buenos maquillando su dolor, brindando sonrisas a otros aunque su alma este sangrando, no todos los que ríen están felices, tampoco todos los que lloran lo hacen de tristeza. Yo solamente quiero un día  poder derramar muchas lágrimas pero de felicidad, contagiar alegría en lugar de miedos y ansiedad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.