El estaba hay esperando por mi tan temprano como me lo prometió.
Sheila se habia despertado desde temprano, aliso mi cabello un poco me hizo vestir realmente ridicula, unos pantalones color menta a juego con un cinturon y unas zapatillas de tacon bajo color rosa, mi blusa era basica y sencila color blanca, amarro a mi cuello una pañoleta de colores pasteles y unos lentes tipo aviador, me sentia de los años 60'S.
Lo vi recargado sobre ese coche negro convertible, vestia pantalones cortos color cafe su camisa blanca desabotonaba dejaba un poco a la vista su elsbelto pero marcado cuerpo sus zapatos color azul marino le sentaban a la perfección, Edwin podia vestir arapos y seguir siendo guapo, en cuanto me vio se acerco a mi me beso tiernamente y se despidio de sheil.
Llegamos junto con el atardecer, la casa hermosa tallada en piedra un hermoso corredor con flores llevaba hasta el jardin trasero, hay habia una alberca extensa, era una casa de campo muy original..
-bien suba las malestar arriva por favor- le decia a una pareja que estaba al pendiente de la casa de campo.
-Jove, en que habitación subimos la maleta rosa, - preguntó la chica con cautela.
-la comida estuboz riquisima, gracias por tus atenciónes,- lo abraze por instino su cuerpo pegado al mio irradiaba un calor que quemaba hasta mi alma.
Alzo mi cara con su mano y la trajo hasta sus labios que besaron los mios.
-vamos caminaremos por el pueblo un rato- me dijo animado.
No dude en seguirle, la plazoleta era como sacada de un cuento, la gente del pequeño pueblo, lo conocía todos le saludaban con respeto.
-mis padres han echo mucho por este pueblo la gente les esta agradecida, no somos tan malos- dijo tratando de sacarme las dudas que se vieron reflejadas en mi mirada.
-tus padres sabran que estas conmigo, no creo que sea buena idea, no quiero causar problemas- lo mire preocupada.
-no me interesa en lo mas minimo, estoy aqui contigo, y es todo lo que necesito, ellos no importan- sus ojos buscaron los míos, preocupado.
-te amo- le dije, le bese, un beso fugaz pero intenso.
-y yo a ti mi sol- sonrió
Seguimos caminando un par de minutos, sobre las angostas calles del pueblo, me obligo a comprar cada cosa que me veia admirar, termine por ya no mirar ni una solo aparador el resto del camino.
-te llevaré al lago, de pequeño a mi hermana, laurent y a mi nos encantaba venir, solo por ir a caminar junto al lago-
-¿tienes una hermana? - lo mire perpleja.
-si, eso dije-
-lauren, vive en alemania, tiene tres años que no la veo, casi no nos visita, solo hablo con ella por teléfono. Ella tiene un hijo Sebastián el tiene 3 años, mama pego el grito cuando se entero que estaba embarzada, el padre del bebe era un empresario, pero no lo suficientemente bueno para mi madre, se fugo con el y desde entonces no regreso, mi padre le abrió una cuenta a escondidas de mi madre, y el y yo les ayudamos, pero ella es feliz se le escucha- su semblante era de triztesa, su voz tenia una nota amarga.
-es lo importante, su felicidad- fue lo unico que pude pronunciar, debatiendome, ¿que clase de madre es ella? ¿que tanto estaba dispuesta a soportar? En cuanto le mire esta ultima preguta desapareció. Yo daria mi vida por el.
Editado: 27.01.2019