Intente ir al asilo en mi bicicleta pero, Henry, me dijo que llegaríamos más rápido en su auto por lo que acepte sin pensar, apenas estaciono su auto, me baje corriendo.
Corrí hasta llegar a su habitación, mi abuela estaba dormida con una máscara que le da oxígeno, me arrodille a lado de su cama, mi corazón no dejaba de latir tan rápido, intente no llorar pero me fue imposible, es lo único que me queda, de tan solo pensar que hoy puede ser su último día me rompe el corazón.
—Aurora — alguien pone una mano en mi hombro — Aurora, debemos hablar — limpio mis lágrimas y salgo de la habitación.
—¿Qué es lo que pasa? — aclaro mi voz, trato de tragarme mi miedo.
—Siento mucho decirte esto — me mira con tristeza y pena — tu abuela esta en las ultimas, su cuerpo ya no sabe cómo alimentarse — no quiero parpadear, si lo hago mis lágrimas volverán.
Henry, aparece corriendo, yo por algún motivo que desconozco lo abrazo, sus brazos rodean mi cuerpo y dejo salir mis lágrimas, besa repetidamente la parte superior de mi cabeza, sube y baja su mano por mi espalda.
—Ya no estás sola, cuentas conmigo para lo que sea —me alejo de el para mirarlo.
—¿Por qué me lo pones tan difícil? — es lo único que digo, con su pulgar derecho limpia mis lágrimas.
—Yo te quiero — trago saliva — pero ahora lo que importa es tu abuela — me abraza un poco más fuerte y me siento reconfortada — me quedare contigo.
—Pero debes tener cosas que hacer, apenas y nos conocemos — pongo un poco de distancia entre nosotros.
—Tu eres más importante ahora, princesa — es la segunda persona que me ha llamado así.
Los dos entramos en el cuarto de mi abuela, yo comienzo a leerle como todas las veces que estoy aquí, Henry, se queda en una esquina sentado en la silla de ruedas de mi abuela y yo sentada en el pequeño espacio que hay en la cama.
"Tú eres más importante" eso no deja de rondar en mi cabeza, quizás no deba negarme a un acercamiento con él, ahora mismo tengo los bellos de los brazos como si tuviera corriente eléctrica en el cuerpo, podría echarle la culpa al frio leve que hay pero sé muy bien que es por él.
Después de leer he sacado mi cuaderno de dibujo y un lápiz negro para dibujar, mientras escucho Aint Your Mama de Jennifer López muevo mi cabeza all mismo tiempo que mi mano derecha desliza el lápiz por la hoja, tomando forma en un lindo vestido y rápidamente me lo imagino en un color rojo.
Mi abuela siempre compraba las telas por bastante, así como las que se encuentran en las tiendas, así que no tengo problema con eso, pues he cuidado de ellas como si fueran un tesoro, mañana tengo mucho trabajo por hacer, si quiero que mis vestidos tengan éxito debo trabajar mucho en ello.
Salimos del asilo bastante tarde por lo que, Henry, me acompaña a mi casa, en todo el camino no dijimos nada. Salgo de su auto y camino hasta la puerta de mi casa, pero antes de entrar me doy la vuelta, él tiene sus manos en los bolsillo de su pantalón, cierro los ojos y camino de nuevo hasta él.
—Muchas gracias por llevarme, acompañarme todo el día y traerme, por todo muchas gracias — me siento un poco nerviosa y no sé qué otra cosa hacer, me mira fijamente.
—Aurora — dice mi nombre lentamente, este hombre solo apareció y me ha me siento diferente — quisiera tratarte más si tú me lo permites, quiero que sea mi princesa.
Editado: 18.06.2019