Ok esto ya era suficiente, ya había llegado a un punto donde no me importaba que hiciera, pero iba a averiguar quien es el del anónimo y hacer que hablara del porque mierda esta haciendo esto, sin importarme nada, salí del lugar y tomé la camioneta y me fui manejando como pude hasta que llegué al departamento.
Ese departamento que tenia años que no ponía un pie allí, ese departamento guarda demasiado secretos, es un lugar que solo Matthew y yo conocíamos, un departamento que si alguien se llegase a enterar varias cosas se irían al carajo.
Llegué a la habitación y tomé una ducha, después me acosté a dormir, agradecí el haber dejado ropa ahí desde hace años. Al día siguiente cuando desperté estaba desorientada, no recordaba como había llegado ahí, hasta que me desperté por completo.
Al revisar mi celular noté que tenia demasiado mensajes y llamadas perdidas de Louis, Charlie y de sorpresa de Ed y Paul, todos tenían un propósito, saber donde estaba y si estaba bien, no respondí ninguno, al contrario, apagué mi celular.
Me acerque a donde estaba el armario, saque una caja de la parte más alta, dentro de aquella caja, había una llave y era perteneciente al departamento de Matthew, si corría con suerte podría entrar al lugar si es que no han vendido o cambiado la cerradura.
Después de alistarme con unos jogger que había dejado y una sudadera negra, salí del edificio en camino a mi otro destino.
Por suerte estaba cerca de donde yo estaba y podía irme caminando. Al llegar me dirigí al quinto piso del edificio y me dedique a buscar el departamento, al llegar puse la llave en la cerradura y roge porque si se pudiera abrir, al escuchar un click hice un chillido de alegría, lentamente fui abriendo la puerta, al entrar me sorprendió que todo siguiera igual tal cual recordaba.
Sin perder más el tiempo saque de mi mochila unos guantes y subí corriendo hacia su habitación, me sorprendí más al saber que aún había ropa de él allí, sin tomarle tanta importancia empecé a buscar lo que quería, y lo encontré después de buscar un rato, era una caja donde se suponía que debería estar su celular, fotos y cartas de nosotros, pero sorpresa, no había nada de eso, y ahora la duda estaba, alguien entro al departamento y sacó las cosas, cosas de donde están sacando todos mis secretos.
Busqué mi segunda opción de salvación, esperando que si este, había hecho un hoyo en el sofá y en el debería estar otra caja. Regresé corriendo a la parte de abajo, al encontrar la caja la abrí, solté un suspiro de alivio cuando me di cuenta que en esa caja estaban las cosas que había estado buscando. Acomodé todo en su lugar y salí de ahí en camino hacia mi departamento.
Regresé caminando al llegar me di cuenta que en el lugar estaban los chicos, se me había olvidado por completo que podían buscar la camioneta y dar conmigo, me coloqué el gorro de la sudadera y aparentando tranquilidad me dirigí hacia la entrada del edificio, con éxito logré entrar sin ser vista, y me dirigí a mi departamento, una vez en el me fui hacia el sofá, abrí la caja y empecé a revisar las cosas.
Estaba su celular, cuando lo encendí agradecí de que aun estuviera en buen estado y sirviera, leí las cartas, mire las fotos, cada recuerdo estaba plasmado allí, cada uno de nuestros secretos estaban plasmados en esas hojas, espere a que se oscureciera para poder salir de allí e irme a mi casa y actuar como si nada hubiese pasado.
Cuando anocheció, volví a usar la ropa que traía el día de ayer, dejé las cosas como estaban, bajé a la recepción y salí del edificio, caminando me dirigí hacia mi casa, no me importaba que estuviera lejos y que fuera noche. Después de unos minutos de caminata decidí parar en el parque estaba cerca de mi casa, agradecía que ya me faltara poco para llegar y me quedé en el parque a descansar y pensar que haré antes de que todos se enteren de la verdad.
Llegué a mi casa, mis padres ni notaron que no había pasado una no había pasado la noche en la casa, ya en mi habitación me acerque a mi terraza y saque las hojas que había traído de la casa de Matthew, y con un encendedor las queme, estaba tan concentrada viendo como se iban convirtiendo en cenizas que no me percaté que un intruso había llegado a mi habitación hasta que sentí sus manos en mi cintura.