Tú, nadie más.

II. "Tiam"

"Todavía recuerdo el primer día que hablé contigo..."

Chispas de estrellas danzan en el aire cada vez que tus ojos se encuentran con los míos. Atrápame, preciosa, con la red de tu mirada déjame algo que me persiga por las noches, un recuerdo, un susurro, un eco de tu presencia, algo que me haga sentir que sigues aquí, aunque tu cuerpo se haya ido, aunque tu voz se haya callado. Déjame recordarte.

Nueve años de recuerdos se acumulan en mi mente desde aquel día en que nuestros caminos se cruzaron dentro de un transporte. Aún puedo recordar esa inquietud que tuve al tenerte a mi lado, la chispa de curiosidad que sentí desde mi interior impulsándome a romper el silencio, esa brisa de intuición me llevó a ti, descubriendo un lazo invisible que nos unía.

En el instante en que nuestros ojos se encontraron, el tiempo se detuvo y el universo se redujo a un solo punto de conexión entre ambas. Un lazo que ha resistido el tiempo y la distancia, un puente que ha unido nuestras vidas y nos ha permitido compartir momentos inolvidables.

Te vi y mi mundo se expandió, como si las fronteras de mi corazón se hubieran abierto de par en par.

Tuve la fortuna de coincidir contigo en esta vida, y créeme, de todos los lugares que he estado, hay uno que siempre llevaré conmigo; el lugar donde te conocí. El lugar donde nuestra historia comenzó, y si pudiera volver, sería allí, contigo.

Haría lo que fuera para que pudiéramos coincidir en nuestras próximas vidas si fuera posible.

Discúlpame, pero no puedo fingir, te extraño.

La nostalgia me invade y no puedo negar lo mucho que te extraño. Aquellos días de conversaciones interminables, de risas y sueños compartidos siguen vivos en mi memoria. La distancia y el tiempo no han podido borrar la huella que dejaste en mi vida.

Mi órgano vital late con sinceridad, te extraño más de lo que puedo expresar. Extraño la espontaneidad de nuestros encuentros, la libertad de hablar sin temor a ser juzgadas, los atardeceres compartidos, cuando nuestras conversaciones se prolongaban hasta el último rayo de sol, cuando todo parecía posible y nuestra conexión era inexplicable. La confianza que nos unía era mi refugio seguro, y cada día agradezco haber tenido el privilegio de crecer a tu lado, de haber compartido mi vida contigo.

He aprendido muchas cosas a tu lado, tengo la certeza y la seguridad que lograrás todo lo que te propongas y seguirás siendo increíble como lo has sido siempre, mi princesa.

Sin importar que no hablemos tanto como antes y no mantengamos esa confianza que tuvimos en algún momento, yo mantengo la esperanza que esa conexión que nos unió por tantos años siga existiendo dentro de nosotras.



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En el texto hay: cartas, romance, frustraciones

Editado: 29.01.2025

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