Tu Nombre En Mi Mente

CAPITULO 2: La mirada que no me recuerda

Haiden

Ella reía con todos, caminaba como si el mundo le perteneciera... pero bastaba verla una sola vez para saber que su risa era distinta. A mí me bastó una para quedarme, sin que ella lo notara, atrapado en su universo.

No me consideraba el chico más inteligente, pero algo no me cuadraba del todo, Angie no parecía recordar, pero su versión de la historia es diferente a como realmente fue ¿Acaso su familia no le conto nada? ¿Qué paso después de desaparecer repentinamente?

Hace 2 años

Llegaba como de costumbre al instituto cuando mire a un grupo de estudiantes corriendo hacia un lado de este, entre los murmullos escuche que una estudiante intentaba saltar desde la azotea. Algo en mi se encontraba intranquilo, Angie había estado sufriendo de acoso desde hace unos días después de que se revelara que robo la pintura de Mina y ganar la competencia con ella como una forma de venganza.

Corrí a donde se encontraban todos los estudiantes reunidos, con temor miré hacia arriba y ahí estaba. A quien consideraba mi ángel, con la mirada perdida a punto de lanzarse. No pude evitarlo, mis piernas corrieron hasta la azotea entre esos pasillos y escaleras que parecían no acabarse nunca. Al llegar la puerta estaba atorada, de una patada logre abrirla.

— ¡Angie! — Grité tan alto como pude llamando su atención — Por favor no lo hagas —

Se giro apenas, pero pude notar como en sus ojos se reflejaba una tristeza enorme, algo que me rompía por dentro. Mina y Elian llegaron unos segundos después, tan alterados como yo.

— Angie... y-yo lo siento — Dijo Mina caminando unos pasos hacia adelante.

— ¡Detente! — Grito Angie, haciendo que Mina se detuviera en seco y que ninguno se atreviera a moverse de su lugar.

— Mina, no tienes que disculparte...La culpable de todo soy yo. Soy merecedora de todo lo malo. —

— Angie, pero como amiga debí ser comprensiva y....no ignorar lo que estaba pasando —

— ¿Amigas? Mina, nunca tuve amigos, nunca fueron mis amigos, todo el tiempo salían entre ustedes, estudiaban, se divertían... ¿Amigos? Creo que estas confundida. Haiden, Elian y tú, son amigos. Así que no te sientas culpable.

— Por favor no lo hagas, no por favor — Lagrimas recorrían mis mejillas mientras suplicaba.

— Este es mi final, no puedo ver luz...siento que me ahogo entre la oscuridad, el corazón me pesa. No sé quién soy realmente y todo lo que hago me parece ser malo —

— ¡Angie! — Grite mirando como su delicado cuerpo caía desde la azotea aquella mañana.

Elian y yo nos precipitamos hasta el borde para mirar horrorizados el resultado. Mina se desplomo en el suelo a punto de desmayarse de la impresión, Elian al notar esto acudió a su ayuda, por mi parte corrí de nuevo hasta la primera planta donde se encontraba el cuerpo de Angie. Los maestros apenas llegaron y se encargaron del asunto. El instituto no dio clases durante una semana por lo sucedido, enfrentando fuertes críticas de los medios y padres preocupados.

Afortunadamente Angie había sobrevivido, pero estaba en coma, con un brazo, una pierna y dos costillas rotas. Los doctores dijeron que fue un milagro que sobreviviera. Intentamos verla los primeros días, pero su madre se negaba a permitirlo, después de una semana nos dieron la noticia que la paciente de la habitación 214 había sido trasladada de hospital, se negaron a darnos más información.

No podíamos permitirnos seguir faltando a clases y así transcurrieron los días hasta que Alexa, la hermana de Angie estaba recogiendo sus cosas del casillero.

— ¿Angie no va a volver? — Dije llamando su atencion. Levanto su vista apenas mirándome con cierto nerviosismo — Necesitamos verla, saber cómo esta —

— Eso es imposible — Su tono de voz lucia tan cansado como su rostro

— ¿Por qué? —

— Es complicado, además nos mudaremos al extranjero. Mama cree que este entorno pudo afectarle — Soltó un suspiro y me miro con compasión — Pero Angie está bien, ya despertó de su coma —

Fue lo último que escuche de ella antes de que desapareciera con su familia, sin embargo, su ausencia me seguía atormentando, tenía pesadillas constantemente, no podía concentrarme en mis estudios así que junto con Elian y Mina cambiamos de instituto con la idea de olvidar aquel tormento y comenzar de nuevo.

— ¡Haiden! — Escuche la voz del maestro trayéndome a la realidad — Se que no te interesa la clase, pero por lo menos disimula —

El grupo estallo en risas tras su comentario. Si tan solo pudieran entender lo que pasa por mi mente se darían cuenta que comentarios como esos no me causan gracia.




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