Capítulo 23. Lo que no nos dijimos

–Escribe y cuéntame qué tal va todo. Han sido unos días estupendos, Diana.

Me dio un abrazo y un beso ligero en la mejilla y bajó mi maleta del coche. Quien nos hubiera visto desde fuera no sabría qué tipo de relación teníamos y, para ser sincera, yo tampoco. Durante todo el día se había comportado como si lo que ocurrió la noche anterior no hubiera sucedido. Una vez más decidí no darle demasiadas vueltas, dejarle su espacio y no forzar nada. Además, mis preocupaciones en ese momento estaban puestas en otro asunto.

–Claro. Muchas gracias por todo, Duarte. Espero que todo vaya bien en tu viaje y que consigáis todo el material que necesitáis– dije mientras me daba la vuelta hacia la entrada de la casa, intentando no pensar en lo poco que me agradaba imaginar a Asha acompañándolo.

–Oye. –Me giré–. Me ha gustado mucho traerte. Estaré fuera una temporada y no voy a estar muy localizable. Ya sabes cómo va esto… pero pensaré en ti.

–Me gustaría. Cuídate y vuelve de una pieza –le respondí con una sonrisa antes de continuar mi camino.

En otras circunstancias es posible que me hubiera disgustado, pero lo que me esperaba al otro lado de la verja era un mundo nuevo, y no estaba para dramas amorosos. Le dije adiós sin pensarlo demasiado, aunque en el fondo, habría deseado otro tipo de despedida.