Tu perdón es mi salvación

VIAJE...

2018

Lourdes hizo un esfuerzo por abrir los ojos, el despertador de su teléfono sonaba insistentemente; lo había programado para las 06:00 A.M., había pensando en sorprender a Fernando con un rico desayuno; sin embargo en ese momento la idea no le pareció la mejor; le hubiese gustado continuar deleitandose con el agradable sueño que la había acompañado durante todo la noche; unos hermosos ojos grises que la observaban seductoramente, cuando con unos experimentados movimientos tocaban partes sensibles de su cuerpo....pero....era un sueño y era hora de levantarse. Lourdes suspiró y se aproximó al teléfono para apagar el despertador. Se dirigió a la ducha y tomó un refrescante baño, se colocó la ropa nueva y por primera vez en sus 28 años, quiso ser realmente bella!!! ...."estás loca mujer" ...pensó, "¿que crisis emocional estás atrevesando, que algo que nunca te ha importado, ahora lo estás deseando tanto?"....la belleza no es algo que realmente te ha quitado el sueño y no debería hacerlo ahora...." se dijo así misma.  Luego se trenzó el cabello y se dirigió a la cocina; de donde surgía un agradable olor. Frente a la estufa se encontraba una mujer delgada, de unos 50 años, con un hermoso traje típico y 2 largas trenzas. -Buenos días señorita-. Juanita le sonrió a Lourdes y con un gesto de la mano la invitó a sentarse frente a ella. Lourdes se sonrojó de repente, rápidamente pensó en lo que Juanita estaría creyendo de su presencia en ese apartamento, sin embargo le devolvió el saludo. -Señorita, mi nombre es Juanita, soy el ama de llaves de la casa-. -Es un placer conocerla Juanita...y....quiero agradecerle por ....la ropa y lo que adquirió para mí-. -Fue un placer señorita, además de divertido-. El rostro de la mujer revelaba entusiasmo y hasta complicidad; había tenido que pedir ayuda a 2 entusiastas muchachas que paseaban en el centro comercial; rápidamente hicieron la elección de la ropa y los zapatos y al parecer la compra había sido un éxito, pero ella se había divertido mucho con la labor asiganda.  Lourdes sonrió. -De todos modos muchas gracias....ah.....y por favor...dígame Lour.... perdón, Ixmucané-.  Juanita estaba a cierta distancia de Lourdes, y, a pesar que conversaba con la chica, estaba muy atenta de la comida que tenía sobre la estufa, hasta que apagó las hornillas y pudo observar directamente a la chica. Abrió los ojos como platos y añadió. -Es usted la jovencita de...- -¿Perdón?-. Lourdes sostenía una taza de café que Juanita le había servido y la colocó lentamente sobre el desayunador. -Es usted señorita...perdón Ixmucané...la chica de la foto-. Lourdes notó la mirada de sorpresa de la mujer. -¿A que se refiere?-.  En ese momento escucharon el saludo de Fernando. -Buenos dias hermosas damas-. Fernando vestía un pantalon de pijama color gris y una camiseta blanca, sus fuertes brazos podían observarse en su máxima expresión. Lourdes olvidó el hilo de la conversación y fue necesario tomar un sorbo de café, porque inmediatamente su boca y garganta se quedaron completamente secas. Juanita sonrió al observar la escena. -Buenos dias Fernando, ven, siéntate, el desayuno está servido-. Fernando no podía recordar su relación con Juanita, sin embargo se sentía muy cómodo a su lado, a pesar de no recordar nada acerca de ella. Juanita le había ayudado, ofreciendole todo tipo de detalles de su vida desde niño y él estaba completamente seguro que ella había sido un pilar en su vida. 

Fernando se sentó junto a la chica y pudo sentir su agradable olor, para sus sentidos ese olor era familiar, aunque él no pudiera conectarlo con algo más de su pasado.  Lourdes le sonrió timidamente. -¿Dormiste bien?- Ella asintió; no entendía porqué se sentía tan tímida; pero en ese instante tomó la firme resolución de demostrar que era una mujer, segura de sí misma; que había dejado de ser la chica tímida que Fernando había conocido, aunque no entendía como lograría que esos  ojos penetrantes y su seductora sonrisa no lograran derreterirla hasta el punto de perder las fuerzas en los miembros de su cuerpo.

-Gracias Fernando por tu hospitalidad, descansé muy bien y....he disfrutado de la compañía de Juanita y de su sabroso café-. Subió el tonó de su voz para que se escuchara mucho más segura. -Me alegro mucho...ah....y te ves muy bella con esa ropa-. De nuevo lo había hecho, había logrado que se sonrojara. -"Pinche..."pensó; debo hacer algo, de lo contrario pasaré todo el fin de semana, encendiendo mi rostro como semáforo de calle principal. 

Estaban listos para partir, Juanita les había preparado unos sandwiches y bebidas para el camino. Lourdes regresó a su habitación por su mochila y para cepillar sus dientes. Fernando pensó que sería necesario un poco más de dinero en efectivo; podrían necesitarlo y talvéz no encontrarían un cajero automático por el trayecto a su destino. -Juanita-. Ella dejó los platos sobre el lavaplatos y llegó hasta él. -Necesito dinero en efectivo, pero...no conozco la contraseña de la caja fuerte. Juanita se entristeció; aunque había estado muy feliz durante el desayuno, al ver a su muchacho tan feliz, como no lo había visto durante los últimos 10 años, parecía un adolescente, relajado, feliz y .....enamorado.  Él le sonrió tristemente y ella lo abrazó con cariño y bromeó con él, diciendo que no era extraño que la olvidara, que a pesar de no tener amnesia, en otras oportunidades le había prestado auxilio para abrirla. Él le besó la cabeza y camino junto a ella.  Juanita le proporcionó el dato que necesitaba y luego se alejó a continuar con sus deberes. Fernando abrió lentamente la caja y observó que en ella había además de dinero en efectivo, una serie de documentos importantes, que en ese momento no podría entender que contenían; habían unas joyas antiguas de mujer y al fondo de la caja, observó un sobre, bastante peculiar, estaba decorado con corazones y con letras grandes decía "te amo"; le pareció que era muy infantil para encontrarse dentro de sus documentos importantes, sin embargo no pudo con la curiosidad. Sacó lentamente la fotografía y se sorprendió al ver en ella a un Fernando mucho más joven, vestido con ropa deportiva; deteniendo una motocicleta y con una sonrisa divertida en los labios; pero su mayor sorpresa fue cuando reconoció a la chica que estaba a su lado. Los hermosos ojos cafés eran definitivamente inconfundibles; además de su precioso  cabello largo; la chica lo observaba con mirada temerosa, la escena indicaba que él estaba enseñándole a conducir la motocicleta. Sonrió, pensó que debieron haber disfrutado mucho ese momento, también le pareció curioso que su amiga no le haya contando que él le había enseñado a conducir; pero....esa no era la única fotografía. Al parecer una segunda fotografía estaba guardada en el mismo sobre; la substrajo lentamente y de nuevo aparecia los 2 chicos, estaban junto a la misma motocicleta,  pero esta vez se observaban directamente a los ojos, sus labios estaban a milímetros de tocarse; las manos de Fernando estaban colocadas posesivamente en la cintura de la chica y en las miradas era evidente notar la atracción entre ambos; su corazón se contrajo y en ese momento comprendió que habían muchas cosas que Lourdes no le había dicho y que debía averiguar. No iba a descansar hasta saber que había ocurrido entre los dos y porqué su "amiga" intentaba impedir que descubriera la verdad.




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