No, tiene que ser una maldita broma de mal gusto, el idiota de Paolo no puede ser primo de Bruno, no, ¿por qué Bruno no es el sobrino de la Directora? como es el idiota, me dará jaqueca.
~Esperen, ¿ustedes se conocen? ¿Por qué le llamaste cachorro? - pregunta Bruno disgustado
~Demasiadas preguntas primo, y si ya nos conocemos - dice Paolo con una sonrisa de oreja a oreja
Maldito idiota
~ ¿Y de donde? ¿se puede saber? - se une Sol con las preguntas
~ Larga historia - digo cortante
~Entonces lo dejaremos solos - dice Sol traviesa
~ ¡No! - grito de la desesperación
~ Sí, vayan tienen que estar juntos es su aniversario, suerte - les anima el idiota, sonriendo con malicia.
¿Qué? ¿Me quiere violar o que este tipo?, aunque esta buenísimo no estaría mal eh
¡Dios que estoy diciendo! No es un rotundo no
~ Nos vemos, conozcance - dicen al unísono Bruno y Sol
~No, no me dejen sola con este idiota - grito pero ya no alcanzan a escuchar, hago un puchero y me cruzo de brazos.
~¿Sigues con el apodo de idiota? - inquiere Paolo irritado
~ ¿Y tu sigues con el apodo de cachorro? - digo también irritada
~Sep, hasta que te conozca y tenga otra perspectiva de ti - contesta desviando mi mirada.
¿Otra perspectiva de mí? ¿Conozca? ¿Qué le pasa a este idiota?
~¿Qué insinúas? - pregunto acercándome hacia el con los brazos cruzados
~ Insinuó, que cuanto te conozca mejor, tal vez cambie tu apodo de cachorro no me importa que esté en masculino, pero mientras te seguiré llamando así, cachorro - dice acercándose hacia a mí, también con los brazos cruzados
~¿Quieres conocerme? - pregunto acercandome más a él
¿De dónde saque tanta valentía?
~Tal vez, eso dijeron tus amigos, además así te quitas el odio hacia mí - dice cortando el poco espacio que quedaba entre nosotros y desafiandome con la mirada.
Ah no querido, esta Guerra de miradas la ganó yo
~¿Cómo sabes que te odio? - pregunto curiosa, desafiandole más con la mirada.
~ Es obvio cachorro, me gusta verte odiandome- contesta mirándome más fuerte con esos ojos grises tan hermosos.
~ ¿Te gusta verme odiandote? - echo una carcajada
~Sí, da gusto ver como me odias, porque sólo con la presencia, molestas al que te odia y adoro verlo
Nos quedamos mirándonos varios minutos, hasta que me pongo nerviosa con la tanta acercania que hay entre los dos, y la rompo.
~Okay, conozcamonos aunque eso no quitara mi odio hacia ti, pero con una condición - digo con malicia
~¿Cuál? - dice Paolo curioso
~ Qué me cambies el apodo de cachorro - respondo
~ Y tu el de idiota - dice pasándome su mano
~ Trato - digo pasandole mi mano
~ Trato - guiña y nos damos un fuerte apretón de manos.