Estaba en un profundo sueño, donde estaba sentada en un banco mirando el hermoso lago que estaba frente a mí, por alguna razón estaba mojada de pies a cabeza, siento un movimiento a mi lado y volteo a ver quien se sentó, era una persona completamente tapada por una capucha negra con la cabeza gacha, en su boca llevaba una paleta roja, este gira a verme pero sin dejarme verlo bien. Sonríe de lado y luego nuevamente queda cabizbajo saca de su boca la paleta y pronuncia una palabra que no logré escuchar bien.
Despierto desorientada por lo que soñé, me levanto y voy al baño a lavarme la cara, me mojo completamente y pienso en mi sueño, nunca he tenido sueños raros, mayormente no recuerdo nada cuándo me levanto, aunque otras personas dicen que los sueños tienen un significado o te mandan unas señales lo cuál tú nunca lo sabrás. Pero para mí este sueño no significa nada.
Es fin de semana, y el lunes es el proyecto de Diseño Gráfico, todavía no hice de nuevo mi trabajo, no he estado inspirada y tampoco tenía ganas, la flojera me consumió por completo, mi semana se basó en escribir y hablar mucho con Miguel, las cosas ya han avanzado un montón, también hable con Sol y me dijo que Bruno todavía no ha regresado de España, lo que significa que Paolo tampoco, pero ya regresarán
¿Desde cuándo me importa que regresen o no?
Bruno siempre fue unos de los mejores amigos que tuve, siempre me apoyo al igual que Sol, sin ellos no sé qué haría ahora. Escuchó que me llaman mis padres y voy a verlos después de lavarme la cara, esto están sentados en la mesa y lucen serios, trago grueso y me siento con ellos.
~Greta queremos hablar contigo sobre tu futuro, hemos hecho todo lo posible para estar al día con las deudas, tus hermanos pusieron todo de su parte, pero aún así llegamos a la quiebra - empezó a decir mi madre con tristeza
~Te mereces lo mejor hija, y te dimos todo lo que necesitas, pero creó que tendrás que ganar una beca... No podemos pagarte la universidad, así que cuándo estés en la universidad tendrás que trabajar también para que puedas pagar tus estudios, sé que es mucha presión en tan temprana edad apenas cumplirás dieciocho años y me lastima que tengas que pasar esto, pero quedamos en quiebra, termina el año y nos mudamos a otra casa - Mi padre lo decía con la voz quebrada que estaba apuntó de llorar, esto no tenia que estar pasando, me siento culpable por ello.
~No se preocupen, que estaré bien, ganaré una beca y les traeré mi diploma, para mi ustedes son los mejores, tarde o temprano esto pasaría, buscaré un trabajo y saldremos de esta, obviamente cuando tenga los dieciocho cumplidos - dije segura, tratando de sonreírles aunque por dentro tenia una nube lluviosa.
~Hija realmente lo sentimos mucho, no quiero que te sientas culpable, estamos orgullosos de ti, sabemos que podrás con todo lo que te propongas - mi madre me decía con dulzura y agarre sus dos manos y las acaricié, me levanté y besé la mejilla de mi padre, me retiré y fui a mi cuarto a encerrarme.
Me tiré en la cama y miré el techo, no tenía hambre, tenía una acumulación de lágrimas en mis ojos y los limpié, debería ser fuerte demostrar a mis padres que puedo con esto y más. Tengo trabajo que hacer y no hay tiempo que perder, busco los materiales para trabajar en mi proyecto.
Los ordenó todo y los pongo en la mesa, una vez ahí me quedo quieta pensando, mi trabajo quedó un desastre y no puedo solucionar, tendré que hacer algo nuevo, rebusco entre mis cosas las hojas blancas que guarde especialmente para el proyecto, pero encuentro una cajita roja con un moño.
Recuerdo, fue el día que Paolo volvió después de un mes de desaparecer, el mismo día que mi corazón volvió a latir rápidamente, el día que sus besos me marcaron en la piel como en el corazón, ese día lo odiaba tanto y al vez sólo quería sus labios fríos tocar las mías.
Sentí mi corazón latir con ímpetu y sentía mis mejillas arder, no puede ser, yo...
Yo lo extraño, yo
Creo que me enamoré de Paolo, y siempre esquivaba este sentimiento, como no me di cuenta, que tonta. En mi mente vienen momentos únicos que pase con él, siempre estuvieron presentes este sentimiento llamado amor y no quería aceptar.
La primera vez que lo vi fue cuando caí a sus pies y alcé la mirada, al verlo me hipnotizaron completamente esos ojos tormentas, el me dejó paralizada, mi corazón se detuvo por unos segundos. No puedo creer que hace mucho tiempo tengo guardado el amor que siento por él.
Me senté lentamente y recordé que me dijo que abra este regalo el día de mi cumpleaños ya que él no estará en ese momento.
ya que él no estará en ese momento - volvió a repetir mi mente
al parecer él no volverá
Recuerdo lo que dijo la profesora, no es verdad, él no pudo irse así nada más, Sí, sí pudo irse así. Él selló sus labios en los míos cuándo nos besamos bajo la lluvia, él no se encontraba bien desde el principio y yo lo sentía, sentía que sería el último y así será. El tal vez sentía algo por mí pero no sé si es real o verdadero lo que siente por mí, él muchas veces me mintió y realmente no sé si tengo que creer en sus palabras.
Guardaré por siempre tus besos en mí Paolo, pero como tú dijiste, tal vez lo nuestro era conocernos pero no estar juntos. Fue una historia breve y recordaré por siempre.
¡No!
Sé que volverás Paolo, aunque me mates de nuevo, yo estaré dispuesta a ti.