—Tienes que comer, Diego —dice mi madre por tercera vez, observando cómo juego con la comida.
—No tengo hambre —respondo cortante por segunda vez.
Y era verdad; de qué me valía comer si nada me paraba en el estómago.
—No puedes seguir así, Diego. Ya no sabemos qué hacer contigo.
—Solo déjenme en paz —respondo simple, encogiéndome de hombros.
—Me enteré de que has ido a la casa de tu abuela. Lo tienes prohibido. Y basta de seguir culpándote por la muerte de Cloe —dice mi padre, entrando borracho.
—Dejen de fingir. Hasta que casi me perdieron, se la pasaban culpándome de su muerte. ¡Todos me culparon a mí por cinco años completos, desde 2013 no han parado!
—Eso ya pasó. Además, no teníamos la culpa de que tú no evitaras su muerte, cuando claramente podrías haberlo hecho. Ahora es tarde.
—Era solo un niño, no sabía qué diablos estaba pasando, no entendía.
Si hubiera podido detenerla, claro que lo habría hecho, pero fallé y supongo que viviré con la culpa por el resto de mi vida.
—Eso solo son excusas, no lo hiciste porque eres un inútil."
Suelto la cuchara y me levanto de la mesa, lleno de furia, sin mirar a un costado hasta llegar a mi habitación y dar un fuerte portazo.
Me coloco los audífonos y me siento en el borde de la cama, culpándome de la vida de mierda que llevo. Miro hacia el costado y veo la cajita de la consolación llena de cosas filosas y gasas. Sé que no debería hacerlo, pero eso y la droga son lo único que me calma en estos días de oscuridad. Sé que voy de mal en peor, lo tengo en cuenta, pero estoy tan harto de todo que ya nada me importa.
Admiro la sangre correr por mi brazo. Quién diría que esta manera de lastimarme sería relajante, que este masoquismo me daría placer... por un rato al menos...
Sé que no está bien y no lo recomiendo, solo que a mí me relaja.
Miro las fotos de Cloe, admiro sus mechones fucsias que se le ocurrió ponerse. Era atrevida, carismática, alegre, sarcástica, vivía la vida como le daba la gana… ¿Quién iba a imaginar que por dentro estaba sufriendo tanto...?
He pensado un montón de veces en irme con ella, pero no puedo, no tengo las fuerzas para hacerlo. Además, tengo que vivir por lo que ella no pudo
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Editado: 12.07.2024