Tu Rechazo, Fue Mi Salvador

Capítulo 5. Chica Desastrosa

"Me duele saber que el destino nos ligó de una manera dolorosa, Tal vez en otro universo no te odie tanto"

Ultimo día de escuela, Adiós.

Estaba de vuelta en casa, Bueno para ser mas exactos enfrente de la ventana que daba a mi cuarto, Iba a hacer lo de ayer, Ahora Mismo solo quería irme y dormir, No mas, Además mañana iría al colegio, Era tradición de la manada.

Por ahora solo me centraré en mis problemas académicos, Y olvidare los del corazón y a mi estúpido Ex mate.

Solo necesito dejar de pensar y de paso dejar de sentir.

–Como mierda voy a subir otra vez.

Haber tenia la posibilidad de volver a creerme otra vez tarzan y saltar desde el árbol hasta la ventana o llamar a la puerta.

Me dicen Tarzan II, Con precaución empecé a escalar el árbol, al estar en la sima con rapidez me puse de pie en una rama del mismo árbol y me posiciones para dar aquel brinco mortal.

Según mis cálculos esta vez tendría que salir bien, bueno mis cálculos ayer eran los mismos y miren cómo terminamos, Con un último suspiro lleno de nervios empecé a contar para indicar la hora del salto.

1...2...3...

–A saltar.

De un solo impulso me abalance contra la ventana, afortunadamente esta vez no me golpe con ninguna rama, pero sí me volví a golpear en las costillas, aun día de estos debería ir al medico para ver si siguen completas.

–¡LEA ELIZABETH DAVIS!–Gritaron a mis espaldas.

Carajo

...

–¡Me puedes decir que hacías trepando tu ventana, Que te creías un mono!?–Preguntó mi madre exaltada

Un mono, no, Tarzán sí, Aunque técnicamente y psicológicamente es lo mismo.

La mire y al ser de madrugada, ella traía con sigo su pijama, mientras que sus pelos estaban algo alborotados, Era claro que estaba durmiendo.

–Pudiste entrar por la puerta lo sabías?–Me volvió a regañar bastante furiosa.

–Dignidad ante todo madre.

Ella me miro y juro que a través de sus ojos vi que esto no me iba a ir nada bien, Mierda.

–No irás mañana al colegio, estas castigada, mucho menos irás a la ceremonia de mates–Sentenció con frialdad.

Mi mente tardó un poco en procesar su castigo, pero pronto me di cuenta, que esto no era un castigo era una maldita premiación, Amo a esta mujer.

–Gracias, gracias, gracias, juro que esto hará que mis comportamientos mejoren, Fue un castigo muy duro lo admito.–Le di un fuerte abrazo a su estético cuerpo y con una sonrisa me subí a mi habitación.

"Joder Layla debiste haber visto el rostro de mi madre"–Murmuré en mi conciencia con diversión

Pero no obtuve respuesta, Un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo, bueno tal vez necesita tiempo o esperaba que fuera eso.

Tan pronto como me encerré en mi cuarto, mis ánimos decayeron hasta el suelo, y con mucha lentitud las lágrimas empezaron a derramarse por mis mejillas, La impotencia, el dolor y el rechazo, Jamás aquellas serían una buena combinación de emociones.

Ambas necesitamos tiempo, el dolor en mi pecho aun estaba presente en mi pecho, recordándome a cada momento el asqueroso sentimiento de decepción que le tenia a Dylan Miller.

No debía esperar algo de él, Pero en el fondo quería creer que el aun tenia un poco de humanidad en su ser, Necesitaba creerlo, pues odiar a Dylan Miller no hubiera sido lo que una Lea de cinco años desearía.

Lastimosamente el era una mierda y ya no había juicio para eso.

Con lentitud me acerque a la ventana, y con mucho pesar mire a la resplandeciente luna, Derramando lágrimas sin cesar, demostrándole a la noche lo tan jodida que me sentía.

Pidiéndole a la diosa Luna una explicación de mi dolor.

–Fue un error que Dylan Miller volviera, y el recuerdo de esta noche, fue prueba de ello.

...

Pero lo que no sabía Lea Davis era que la diosa Luna La escuchaba y se lamentaba, Arrepentida de la decisión que había tomado para esa pobre alma.

Porque puede que Lea Davis tenga una familia Feliz, Pero desde hace un tiempo su corazón estaba destrozado, no porque ella lo haya querido así, Sino que la verdadera razón era que...

No puedes curar un corazón si el destino de aquel es estar ligado al dolor.

...

–chocolate

Tan pronto como balbucee un tarro de agua helada cayó sobre mi cara, me paré de golpe sobresaltada, y tan pronto me recupere mire al causante de tal atrocidad, pues lo mataría en cuanto lo supiera.

Era el estúpido de mi hermano.

–Madre dijo que iras ala escuela, tu castigo será cumplir con lo que impuso la directora.

Y como si nada, se fue, dejándome de mal humor.

Cierto, había olvidado ese pequeño detalle.

Bueno, era buena en meterme en problemas.

Con pesar y un pequeño dolor en mi corazón, quite las cálidas sábanas de mi cuerpo y salí de la cama.

Y simplemente hice lo que cualquier otro adolescente haría, intentar tardarme mas de la cuenta para no ir al colegio, Hasta me bañe.

–¡Lea Davis o bajas ya o te quemo cada uno de tus libros!

Los colores abandonaron mi cara, vale, sabía que hablaba en serio.

Tomé mi morral y pronto salí de la casa, ante todo con mala cara por supuesto.

...

–Y por allá estará el escenario, y del otro lado será el evento de los mates, y...

Bla, bla, bla, no me interesaba nada de lo que decían, la verdad a lo último que le preste atención fue a ...Absolutamente nada.

Estaba mas concentrada en mirar a la mesa sonriendo, como estúpida, esperaba que no me preguntaran nada, pues no sabría como responder.

–Manos a la obra.

Y como pudieron imaginar me pase todo el bendito día, decorando, para la gran noche.

La estúpida gran noche.

Ni Siquiera debería asistir, después de todo




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