Tu Reputación

Capítulo V

Tu Reputación.

Yan_skyblue. 

Capítulo V. 

Ocho años después, comienzo de la temporada social.*

Apsley House. 

Dos jóvenes rubios de ojos grises permanecen en el gran salón que se usaba para reuniones íntimas, aún no estaba terminado de adornar, pero seguramente pronto lo estaría. 

—¿Qué se siente ser duque?. — preguntó William Wellesley tomando asiento en el diván del salón verde. 

—Ya estaba preparado para esto. — contesta el aludido con su voz firme. 

Los dos hijos del duque de Wellington ya tenían veinte y dieciocho años correspondientemente. Henry se volvió duque a esa edad por una enfermedad repentina de su padre la cual le impedía cumplir con sus obligaciones, él aceptó sabiendo cómo desempeñarse, sabía lo que debía hacer porque para esto precisamente se había preparado toda su vida. William en cambio era un joven sin responsabilidades aparte de los bares y las mujeres, tal situación llevaba a la duquesa a fuertes dolores de cabeza. Nadie podía entender cómo siendo tan parecidos físicamente, eran tan distintos en su actuar. 

—Eres un arrogante. 

Will sabía en sus adentros la razón detrás de esa antipatía hacia su hermano, era mera envidia, pero no lo admitiría jamás porque para él, podía ser mejor que su hermano. Si tuviera la oportunidad podría ser mejor en todo, hasta con las mujeres. 

Henry sonrió de lado, su hermano siempre soltaba comentarios tontos como ése. —La arrogancia que poseo es proporcional a tu desparpajo. — 

El rubio menor frunció el ceño, iba a contestarle pero su madre entró al salón enfundada en un hermoso vestido lila que resaltaba sus ojos verdes. La duquesa últimamente estuvo organizando muchas reuniones con señoras de sociedad y matronas, estaban seguros todo tenía que ver con el reciente nombramiento de Henry, era obvio su madre trataba de casarlo lo más pronto posible. 

La duquesa de Wellington era la elegancia hecha persona, alta, refinada, hermosa aún a su edad y con una voz encantadora, entró apurada seguida del mayordomo. 

—Las damas están por llegar, ¡traigan las bandejas!. — 

Entraron los empleados para llenar las mesas con postres de todo tipo, gelatinas y pasteles, varias decoraciones florales con frutas de temporada, Henry sonrió, ver a su madre animada luego de la enfermedad de su padre era bueno, por más tortuoso que fuera tener que aguantar todas esas reuniones de damas cuando preferiría estar en el club de caballeros con sus amigos. Will en cambio torció el gesto molesto, si la misión era buscarle esposa a su hermano mayor, ¿por qué él debía estar allí?. 

—¿Vendrá mucha gente, su excelencia?. — pregunta una de las empleadas acomodando las rosas y azucenas en jarrón encima de una de las mesitas del rincón. 

—Vendrán las damas con hijas en edad casadera que faltaban por invitar. — abrió las cortinas con estampado floral de un tono rosa tenue muy acorde con el color del tapizado medio verde. —Y mañana mis niños asistirán a un baile de debutantes. — anuncia casi cantando. 

—Madre — Henry se puso de pie. —, ¿no crees debería esperar al menos tener veintiún o veinticinco años antes de casarme?. — era la última carta que le quedaba, realmente no deseaba tener que oponerse a su madre, pero debía hacerlo lo haría para no atarse a un matrimonio tan joven. 

Los matrimonios eran meras transacciones, se buscaba estatus, poder, dinero, estabilidad y sobre todo un heredero, él lo sabía bien y estaría de acuerdo en continuar con la responsabilidad de darle al ducado un heredero si no fuera porque sentía era muy pronto, demasiado pronto. 

—Pero si en dos semanas cumplirás veintiún años, hijo mío. — contesta la dama con una risita sutil. Su hijo cumplía años en 

Will sí rió a carcajada partida, ahora resulta que su hermano perfecto no quería casarse. 

—No te rías de esa forma tan escandalosa hijo. — la duquesa tomó asiento al lado de su hijo mayor. —Tú también te casaras pronto, tal vez así los chismes sobre ti se esfuman de una vez.— revisó que su peinado estuviera en su lugar, ese cabello negro que tanto odió de joven era su orgullo ahora porque fue lo que enamoró a su esposo en sus años mozos. 

Will se espantó, iba a retirarse pero vio como él mayordomo entraba para anunciar que las damas estaban llegando, ni un minuto menos ni un minuto más, justo a tiempo porque nadie se atrevería a hacer esperar a alguien tan poderoso como la duquesa Olivia Wellesley. 

El desfile de señoras y matronas contrastó con la chica rubia y joven que llegó junto a su madre, lady Louise viuda del hijo único del Barón Dacre. Los ojos castaños de Laura encontraron los grises de William en un instante casi eterno para la jovencita, ella se sonrojó y caminó derecha hasta sentarse en uno de los sofás, bastante alejada del joven que le cautivó a primera vista, la madre no reparó en ello porque estaba concentrada en una presa más grande y por eso precisamente la llevó, si el duque la miraba antes que a las hijas de otras damas, ella tendría la ventaja. Olivia enarco una ceja sabiendo exactamente lo que planeaba lady Hamilt y le pareció de mal gusto. Henry, ajeno a todo, divagó sobre el viaje que debía organizar para ir a Hampshire, la casa y los terrenos necesitaban atención, también su pronta partida al astillero de Bristol y sus obligaciones a realizar antes de partir, tendría dos meses cuando mucho. 

—Tengo entendido, Lady Laura tendrá su presentación mañana por la noche, ¿es verdad Lady Hamilt?. — pregunta la duquesa sutilmente tratando de indicar a la aludida que no era necesario traer a su hija aún, ella tenía pensado organizar un picnic con las debutantes cuyas familias le parecieran apropiadas para finalmente presentarles a su hijo. 

—Sí su excelencia, espero que la invitación al evento haya llegado con bien. — contestó sin un ápice de vergüenza. 

—Claro que sí, querida. — Olivia se abanico, si no fuera porque la jovencita era tan bonita y refinada, estaría descartada por su madre imprudente. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.