De vuelta
Al volver a mí ciudad, esperaba nada menos que un beso, nada menos que un "¿Quieres ser mi novia?" Cómo en las películas infantiles que veía. Y claro estás supocisiones cabían en la cabeza de una niña de quince. Aún tenía que esperar a montarme en el avión y aterrizar en mi ciudad, pero mucho antes en la tierra porque según mi madre y mi abuela yo me encontraba en la luna, pues si, ya me habían preguntado si me gustaba alguien, aunque mi madre ya creía saberlo todo.
Hablamos durante todo el día, mientras esperaba para subir al avion, mientras aterrizaba, mientras iba de camino a casa desde el aeropuerto. Finalmente después de haber llegado, juntos nos habíamos reunido toda la "Cuadra feliz", menos Leah y Ava.
Lo vi caminar a lo lejos y me fui acercando a el, el también caminaba hacia mi, una suave brisa golpeaba mis pómulos y movían su horrible cabello. Al estar uno frente al otro, nos miramos sin hablar, el ahogaba una risita nerviosa y yo sentía algo parecido al horror de ver una película de miedo.
Se limitó a decir "Hola" con su cara presumida y tonta. Me sentí muy tímida y el parecía igual, me miraba y reía un poco, no emitio alguna otra palabra. Quería que me hablara más, pero sólo conmigo, que me llevará lejos de los demás y me contara cosas, que no me evitará y se quedará muy cerca de mi. Pero no sucedió nada, paso de mi totalmente, me ignoró, hizo como si nada hubiera pasado, hablo de que, como si no hubiéramos hablado tanto, todo se había esfumado.
Pasamos toda la tarde hablando tonterías los cinco, todos seguían embobados con el, incluso yo. Pero me decepcioné nuevamente, pensé que tal vez le había gustado, empezé a sentir algo por el que no se tardó en irse. Y ese día fue como cualquier otro día antes de conocerlo más a través de la pantalla de mi celular. Ya se había hecho tarde, mi madre había hecho que entraramos a casa, entre a mi habitación y arregle mis cosas para la escuela, mi teléfono sonó al instante, lo ignore por completo, de seguro sería de "La cuadra feliz", así que continúe con lo mío, me bañé, arreglé mi habitación y mi bolso para el ballet, finalmente me acosté en la cama con mi teléfono en la mesa de noche al lado de mi cama, lo revisé por última vez antes de dormirme, no era de la cuadra feliz, era de Miles, "Oye" otra vez, como al comienzo ¿Por qué me estaba escribiendo de nuevo si no me habló en persona? ¿Era tan tímido como yo? O simplemente no quería que supieran los demás que habla conmigo, pero aún así quería hacerlo. La verdad no la sabía, pero la mentira era que se interesaba en mí, no sé cuál era su intención ni tampoco la mía. Asi que contesté casual "hola ¿Que cuentas?" A lo que respondió con una pregunta muy tonta "¿Tienes novio?" Eso ya me lo había preguntado, al parecer se preocupaba mucho por eso. "Te había dicho que no" contesté rápidamente por el teléfono "¿Y por qué no?" Pregunto buscando más conversación, "La verdad no tengo tiempo para eso" respondí cortante, "Jajaja, si claro, no tienes tiempo o ¿a nadie le gustas?" Pero que tipo más fastidioso... "Ese no es tu problema" contesté. "Uy eres muy odiosa ¿Lo sabes? Con razón no tienes tiempo para aquello" No le contesté esto último pero aún siguió escribiendo, dejé mi teléfono aun lado y me dormí. Aunque no pudiera dormir, quería hacerlo, queria hacerlo y dejar de pensar en Miles, pero no podía ¿Quien se creía para hablarme así? No sabía nada de mí. Tenía una visión de mi que nadie jamás había notado, me creía ñoña, ordenanda, infantil, alguien que no había experimentado el amor y en eso tenía razón, pero realmente no había tenido tiempo o siquiera había pasado por mi cabeza hablar con un chico. Pero el lo hizo, nadie había impresionado tanto a mis amigos como el. Y nadie me había desafiado y gustado al mismo tiempo como el, quizas yo podría demostrarle que no me equivoco.