CAPÍTULO 8

CAPÍTULO 8

Buenos Aires, Argentina

2000

Anna

Me doy una ducha rápida, la cual me ayuda a relajarme y a despejar mi mente. Después del caso, todo quedó en orden. Ya no me culpan, ya todos saben la verdad, el asesino ya salió a la luz.

Ambos unidos, ambos enamorados, ambos felices, pero al final, ambos separados.

Suspiro. Me cambio y me acerco a la ventana, el sol está en pleno resplandor. Golpean la puerta y me volteo.

—Pasa —digo.

El muchacho de antes entra, con el pelo revuelto, con el brillo en sus ojos y con una camisa sin mangas. Me sonríe y se sienta en la orilla de mi cama.

—Hola —dice.

Sonrío y me acerco a él. — ¿Me llevarás?

Asiente con la cabeza y toma mi mano. Un toque que provoca una carga eléctrica en mí, lo observo de pies a cabeza y pienso en Patrick.

Éramos felices, hasta que alguien acabó con eso.

Suspiro.

—Vamos.

Sonríe y ambos salimos del departamento. El ruido del cantar de los pájaros me relaja, los niños ríen y juegan en la orilla de las calles. Danna estuviera así. Los letreros gigantes patrocinan productos de las tiendas respectivas.

Observo lentamente uno. El cono gigante de helado abarca la entrada de la tienda y halo al muchacho que me acompaña.

—Quiero uno —digo.

Entramos y me acerco a caja. Pido dos de vainilla, tal y como lo hacíamos con Patrick. Sonrío y salgo de la heladería junto con él.

—Ven. Vamos —me hala lentamente del brazo y llegamos a un lugar en donde hay muchos árboles. Bancas, niños, muchachos y tiendas ambulantes.

— ¿Qué es esto? —pregunto arqueando mi ceja.

—Esto es el »parque« —dice sonriendo.

Observo a mis alrededores, todo tranquilo, las personas pasan sin notar nuestra presencia, entretenidas en sus pláticas.

Me siento en una banca desocupada y cruzo mis piernas. Termino de comer mi helado y limpio mi boca. A lo lejos, observo a una niña, me mira fijamente fulminándome con la mirada.

No dejo de verla, se me hace conocida. Danna, trago grueso. Ella no es, ¿O sí?

— ¿Danna? —murmullo.

La niña al ver que mi boca se mueve entre murmullos corre, sin dirección alguna. Se pierde entre tantas personas y me quedo estática.

Debes buscarla.