New York
1996
Patrick
Guardo el objeto en el guardarropa y veo mi silueta en el espejo. Sonrío y Anna me abraza por detrás, sus manos suaves acarician mi torso desnudo y deja un delicado beso en mi cuello.
Me doy la vuelta y acaricio su mejilla derecha. Sonrío de lado y suspiro.
— ¿Y si tomamos una ducha?
Arquea una ceja y me observa de pies a cabeza. Luego, asiente y se dirige a la ducha. Por lo tanto, la sigo, me deshago de mi pantalón y ropa interior.
Entro a la ducha, enciendo la llave y el agua tibia cae en mi cuerpo. Anna me observa lentamente dedicándome una sonrisa de lado. Entra, y cierra la puerta detrás de ella.
Se acerca lentamente a mí. Sus labios recorren mi cuerpo y provocan estragos en todo mi ser. Tomo el control y recorro su cuerpo entero dejando besos candentes.
La ducha se llena de risitas llenas de picardía de nuestra parte. Al final, la hago mía, así como lo hicimos hace mucho.
Sin embargo, ella disfruta. Cierro la llave y ambos salimos de la ducha enrollados en toallas diferentes. Su sonrisa no se esfuma y la mía tampoco.
—Te amo, Patrick.
—Yo más, Anna —digo.
Respiro profundo y pongo el tiempo a correr. No queda mucho tiempo, el tiempo es oro, y en este momento, ya he perdido demasiado.