Tu Vida en la Mía

CAPÍTULO 21

New York

1982

Anna

Los días pasaban volando, el silencio abrumador se encerraba en mi cuarto, Patrick trataba de hacerme sonreír, pero su esfuerzo fue en vano.

No sonreía, no comía, no hacía absolutamente nada. Desde que Mario murió me mantengo encerrada, es como si él se hubiese llevado parte de mi alma. Mi mejor amigo desde siempre, el primero que conocí cuando llegué a New York.

Una lágrima se desliza por mi mejilla, mi vista se mantiene fija al edificio de enfrente, lugar donde Mario vivía.

Tanto tiempo transcurrió desde que nos conocimos, tan rápido crecimos y nos convertimos en adultos. Tanto tiempo ha pasado y mi pérdida de memoria acaba con todos mis recuerdos.

La puerta se abre y observo de reojo a Patrick, de pie detrás mía, observándome detenidamente.

— ¿Sabes? No puedes mantenerte encerrada todo el tiempo —dice.

Suspiro.

—Tú no has sufrido tanto, Patrick —contesto.

—Eso lo dices tú —se sienta en la orilla de mi cama—, pero no sabes las cosas que me sucedieron de pequeño.

Lo observo, busco en él alguna cara de angustia, pero su rostro refleja tristeza y desesperación.

—En realidad, no sé si yo también sufrí de niña.

—Yo fui violado, golpeado y secuestrado —abro los ojos como platos—, y eso es un poco, hay muchas cosas por decir.

—Aún no lo creo, Mario no se pude haber ido —bajo la mirada.

—Créeme, él está en un lugar mejor.

—Quisiera poder recordar mi niñez —susurro.

—No —dice Patrick—, no quieres recordar.

Arqueo mi ceja.

— ¿De qué hablas?

—Tu infancia fue horrible.



#11324 en Thriller
#6377 en Misterio

En el texto hay: misterio, enfermedad, olvido

Editado: 14.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.