Tú y Ella [saga Griegos #2]

Capitulo 6

Matías

Estaba en la biblioteca, me gustaba  como la habían arreglado para trabajar ahí o leer... aunque lo que estaba haciendo era beber, no acostumbraba hacerlo pero tener sentimientos por dos mujeres me estaban volviendo loco.

_ Señor,  la cena esta lista_ me sentía extrañó, tener una casa gigante, personas que trabajaban para mi aunque no eran muchos y sobre todo que me llamarán señor, a mi Matías Jones el que trabajaba en una discoteca, echando fuera a los borrachos.

_ disculpa no recuerdo tu nombre_ fruncí el ceño.

_ Koral_ asentí _ ¿la señora bajará a cenar?.

_ no lo sé_ me serví otra copa, Koral me miró con pena.

_ no sé preocupe señor, generalmente en todos los matrimonios hay problemas_ miré con rabia a Koral, él juraba que Effie era mi esposa pero ella no quería ni verme.

_ preguntale si desea cenar y si dice que no, igual se la llevas y le dices que debe alimentarse bien por la niña_ apreté fuerte la botella .

_ si señor_ cerré los ojos y sostuve mi cabeza entre mis manos.

Siempre fui un hombre correcto, cuidando mi lenguaje por Inés,amable pero sentía que por dentro había un volcán a punto de hacer erupción. No deseaba cenar, quería beberme toda la botella pero no era justo dejar a Effie cuidando a la niña toda la noche, no era su hija.

Me iría a dar una ducha y beberia un café bien cargado, Eileen era mi responsabilidad no la de Effie.

Effie

Le había terminado de sacar los gases a Eileen y la acomodé en su cunita, era preciosa. No era mía pero me estaba enamorando de esa pequeña.

La puerta se abrió y hasta mi llegó el delicioso olor a comida, me giré y ahí estaba Koral con una bandeja de plata.

_ señora su cena_ sonreí _ en el cuarto contiguo al de su hija, le serviré la cena_ mi corazón latía acelerado, se oyó bonito que se refiriera a Eileen como mi hija.

La revisé por última vez y fui al cuarto que ocuparía está noche.

_ ¿el señor ya cenó? _ Koral me miró, era un señor de unos 50 años, su expresión era de mucha amabilidad.

_ él señor Jones no salió de la biblioteca a cenar, siguió tomando _ levanté el rostro y me encontré con aquella mirada llena de sabiduría _ señora Jones _ iba a protestar porque yo no era la esposa de Matías pero Koral continuó con su charla_ no debería de opinar por mi puesto pero usted me recuerda a mi hija, busquen la paz por la niña, todas sus emociones se las transmite a la bebé _ me lleve aquel delicioso té a los labios.

_ todo está bien Koral, no te preocupes.

Él suspiro y se retiró, seguí alimentandome mientras mi mente estaba pensando en cómo haría con Eileen apenas tenía dos meses de nacida y se negaba a tomar el biberón, yo vivía en la casa de mis padres, no tenía un hogar que fuera mío, necesitaba tiempo para pensar en mi relación con mi hermana, quizás me quedaría unos días en la casa de Matías, poco a poco le daría el biberón a Eileen hasta que lo aceptará totalmente.

Irme por unos días de la casa de mis padres no haría ninguna diferencia, ya nos hablábamos aunque aún nuestra relación no era buena. Aparté mi plato y me dirigí al baño, abrí la maleta y saqué mi camisón y me despoje de la ropa quedando en ropa interior, me senté en la tina, no era la primera vez que me sentía sola, sin rumbo.

El último abrazo que había recibido fue el de Inés cuando la encontraron en la isla Medrea, nadie se preocupaba si emocionalmente estaba bien a parte de Graco e Inés. Para mi familia era una infiel que había roto sus votos y había empujado a Anker a actuar como lo hizo por mi culpa, cerré los ojos y dejé que las lágrimas salieran, Eileen era la única que lloraba por mi, que al sentir mi calor se calmaba, no la podía dejar.

_ ¿qué tienes?_ abrí los ojos y Matías estaba arrodillado junto a mi, sus pulgares limpiaban mis ojos_ Effie dime que pasa pequeña_ no lo soporté y me arroje a sus brazos, lo único que necesitaba era un abrazo, el cayó sentado en el suelo mientras lo abrazaba, había tanto en mi alma que necesitaba que se vaciara, sacar todo el dolor de años acumulado,la soledad que me acompañaba.

No sé como se las arregló Matías para ponerse de pie y llevarme en brazos hasta la cama, me acostó y el se acomodó junto a mi, me atrajo hasta su pecho y seguí llorando en sus brazos, su caricia en mi espalda, sus besos en mi cabeza eran demasiadas muestras de afecto para un alma carente de ellos.

_ Effie, no estás sola,  estoy contigo_ escuchaba su voz lejana, mis párpados empezaron a cerrarse, me sentía tan bien en los brazos del hombre que amaba que el sueño que se negaba a visitarme días atrás, me estaba embargando.

Desperté al escuchar el llanto de Eileen, iba a levantarme pero un brazo me detuvo.

_ iré yo, estas cansada. Te dormiste inmediatamente.



#741 en Novela romántica

En el texto hay: desiciones, romance, amor

Editado: 25.07.2018

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