Especial Anker
No me gustaba el olor de los hospitales, hice una mueca cuando entré a aquel cuarto, aún estaba internado en el hospital pero aquella petición me intrigó.
Athenea estaba en aquella cama con la mirada perdida, cuando escucho mis pasos me miró.
_ Anker _ extendió sus brazos pero fruncí el ceño.
_ ¿qué deseas Athenea?
_ A ti _ negué.
_ ¿para eso me has llamado?_ fruncí el ceño.
_ necesitaba saber que estás bien _ sonreí con ironía.
_ estoy en un hospital por la bala que disparate.
_ Tú me provocaste, eres mío. Acabo de despertar de un coma inducido y lo primero que deseo es verte._ quiso moverse pero se sorprendió.
_ ¿qué pasa?
_ estas atada a la cama_ ella negó.
_ ¿por qué?_ metí las manos en mi pantalón y la miré.
_ estás en un manicomio Athenea y no estabas en coma, estabas sedada por que buscas a dañar la herida.
_ no sé de qué hablas_ intentó moverse pero no podía _ sácame de aquí Anker.
_ no, hablé con el médico, tú no estás bien por días no sabes quién eres, te retraes y no sabes lo que haces.
_ ¡mientes! Es Effie ella le ha pagado a todos aquí porque me odia, no acepta que nos amamos, que seremos padres, esto le hace daño al bebé.
Me quedé en silencio escuchando sus incoherencias, nunca noté que Athenea estaba mal de la cabeza, hasta que la internaron, Nera mi hermana me dijo que desde muy joven bebía antidepresivos, y que había desarrollado personalidad múltiple.
_ Athenea, debo irme, conseguí un permiso en el hospital.
_ ¿quien es Athenea?_ la miré y negué.
_ descansa.
_ Anker, besa a tu esposa, nuestro bebé está creciendo dentro de mi _ fruncí el ceño avance hacia la puerta_ me llamo Effie Andreaki.
Cerré los ojos, si no hubiera hablado con el médico pensaría que estaba fingiendo.
_ Anker, soy inocente_ seguí avanzando, cuando llegue a la puerta, me giré para verla por última vez, Athenea hablaba sola, como si hubiera alguien con ella.
_ soy Effie, me llamó Effie... _ cuando salí de su cuarto se escuchaba por el pasillo repetir que se llamaba Effie.
Cuando llegue al hospital, Effie estaba en el cuarto, toda la semana que tenía de estar hospitalizado no había faltado ni un solo día, frunció el ceño al verme.
_ Anker tienes que estar en cama, tu hombro no está bien aún _ sonreí porque me sentía tan bien ser cuidado por ella.
_ no lo he movido mucho_ dejé que me ayudara a acomodarme en la cama y mientras ella arreglaba las sábanas se vino aquel pensamiento, no iba a ser más egoísta menos con ella _ Effie me dijeron que mañana me dan de alta _ me dolió el alma al ver aquella sonrisa.
_ Qué bien Anker, vendré por ti
_ Effie, vendrán por mi _ frunció el ceño_ mi chófer, me iré por un tiempo.
_ ¿te vas de Grecia?
_ no, iré al pueblo donde nacieron mis padres, siempre te dije que quería conocerlo_ la vi asentir.
_ te hará bien Anker
_ estoy cansado Effie, ven dame un abrazo_ ella se me acercó y recibí aquel abrazo, que me quedaría de recuerdo, su perfume.
_ hasta pronto _ me dio un beso en la mejilla, tomó su bolso y se marchó.
Deje que las lágrimas corrieran libremente, pasaría más tiempo en el hospital por el hombro pero no podía permitir que Effie estuviera llegando, ya había sufrido una vez por malos entendidos, no dejaría que tuviera problemas. La soledad sería mi compañía.