Tú y yo

Capítulo 6

Estela

Choco con su espalda haciéndome casi caer pero me detiene justo a tiempo antes de caer.

—Estela ¿estás bien? —pregunta el delgaducho con preocupación.

—Sí, gracias... —respondo agitada.

—¿Por qué corriste? ¿Todo bien?

—Sí...no... —tartamudeo sin saber muy bien que decir, las manos me sudan con esfuerzo.

—No le entiendo ¿podría explicármelo?—cuestiona sin vacilar.

—Quiero pedirte disculpas, no quería dirigirme así hacia ti, solo es que hay varias cosas que me han tenido en estrés y me desquite contigo, el cual no tiene la culpa de nada. —explico viéndole a los ojos incluso puedo ver una sonrisa detrás del cubrebocas, subiéndome un calor tímido por las orejas.

Esta bien, lamento haberme ido tan rápido. —responde deteniendo un poco la distancia entre ambos con un paso hacia atrás.

—No quiero ser atrevida pero, ¿puedo saber porqué nunca quieres quitarte ese cubrebocas o esa chamarra de la cabeza..? —cuestiono sin poder verle a los ojos.

—No hay problema, solo no quiero hacerlo porque no quiero que cambien su manera de ser conmigo, en especifico tú.

—¿Porqué lo haría? No creo que siquiera estés feo. —digo sin medir mis palabras pero, pude atisbar una risa de él. —Perdón, otra vez, yo y mi bocota...—añado mientras trato de acomodar mi cabello.

—No hay un que, solo que es más complejo que eso y ya.

—No voy a cambiar mi forma de tratarte, lo prometo.—asiento viendole a los ojos, sintiendo una chispa en ellos la cual no termino de descifrar.

No lo se, Estela.

—Vamos a la cafetería y veremos si llegamos a algo, y si no, prometo dejarte en paz ¿si? —pregunte esperando un sí, de su parte.

—Esta bien. —acepto el, caminando a mi lado.

—Vuelvo a decirlo, perdóname por tratarte tan mal a veces... —repito.

—Deja de disculparte o me regresare. —responde el riéndose, hace que de alguna manera se me alegre el rostro.

Vale.

El silencio me come por dentro cada segundo, es un silencio cómodo, pero no me gusta del todo el silencio mientras camino o si me dirijo a algún sitio.

—Ese dinero te lo agarras ¿me oíste? No somos caridad tampoco.

—Quédatelo, para que me compres algo.—insiste el con una voz firme.

No tienes remedio. —respondo suspirando.

—Gracias Estela, aunque aún no entiendes la importancia que tienes en mi vida.

—Deja de decir tonterías, incluso puedo sentir el peso de tus ojos en mí. —trato de voltear a otro lado para que no vea como me brillan y delatan mis ojos.

Esas risitas de él, que me matan, quiero quitarle ese cubrebocas y verle esa sonrisa que sin duda me matara más que sus ojos llenos de vida.

Llegamos a la cafetería y al solo entrar Winnie se le abalanza a él dándole una rebanada de pizza y un vaso de gaseosa.

Lamentamos la dura actitud de Estela, por favor no dejes de venir. —dice ella en suplica.

—No se preocupen, si tiene la habilidad para disculparse. —bufa el.

Vale, hoy han pasado cosas que no soy propio de ti Lea. —dicen las chicas riéndose.

Me lleva con ustedes. —refunfuñe sentándome en la isla de la cafetería y ambas también.

Estela... —susurro él haciendo que las tres le volteáramos a ver, pero entendí su señal cuando se acerco frente a nosotras así que interfiero ayudándolo como prometí.

—El quiere saber si puede confiar en nosotras, que en cuanto el se sincere sobre el quitarse todo lo que oculta su apariencia, ustedes y yo no cambiemos nuestra actitud hacia él. —explico viéndolas a ambas igual que a él.

Vamos chico, ¿Qué tan fuerte podría ser? —responde Less estirándose.

Él suspiro y se quito la gorra de la chamarra y se quito el cubrebocas, la escena era tonta pero, al ver quien era Winnie no lucho por aguantar un chillido y yo trate de no matarme.

—Bueno, si que era fuerte. —dijo Less tomando su vaso de gaseosa de golpe.

—Asher Lesia ¿¡Tú me quieres matar!? —grito abalanzándome a él a pesar de la distancia de la isla.

¡Estela! ¡Detente! —grita Winnie tratando de jalarme hacia atrás, pero Asher solo apretó mi cuerpo sentándome en la isla frente a el.

—Al menos se que tu no vas a cambiar tu forma de ser, eso era lo único que pedía... —susurra el rodeándome la cintura.

¡Igualmente estoy en shock, tonto! ¡No es algo que me pueda tomar a la ligera! —confieso sin darme cuenta de la gran cercanía que teníamos hasta que las chicas silbaron detrás nuestro. Forcejeo el agarre de Asher al lado de mis dos muslos hasta que suspira y se digna a liberarme de sus garras, aprovecho el segundo de libertad y me bajo estabilizándome en el suelo.

—Bueno, hoy no dormiré. —dice Winnie tomando más pizza de la caja.

—Igualmente, iban a permanecer despiertas para prepararnos para el concurso ¿lo olvidaron? —les recuerdo mientras ambas asentían.

¿Concurso? —pregunta Asher con un ceño de confusión que me confundió sutilmente.

¿Sí? el tuyo ¿Wedding? —recalco viéndole a los ojos mientras me siento en el banco nuevamente.

Ah...ese... —responde el con clara amargura que me fue difícil de ignorar. —¿Puedo ayudarles en algo? —pregunta el comiendo la rebanada de pizza con la misma satisfacción que yo.

—Bueno, supongo... ¿Los gustos de la reina en postres? —pregunto sacando mi pluma lista para escribir cuando vi la aceptación de el.

—En cuanto a postres, le gusta lo que es prolijo y limpio, no le gusta las cosas muy extravagantes pero, le gustan que resalten con naturaleza. En cuanto a sabor, le gusta todo en cuanto sepa exquisito a su paladar. —señala el comiendo mientras yo escribo con velocidad.



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En el texto hay: #romance, #realezamoderna, #cafetería

Editado: 14.10.2025

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