Capítulo 9

Estela

La alarma suena justo a las 7:00 a.m. despertándonos a las tres, Luli estira sus patas en el rostro de Less para terminarla de despertar.

—¿Ustedes pudieron dormir bien? —bosteza Winnie con los ojos cerrados, era obvio que ninguna durmió apropiadamente en excepción de Luli la cual ya nos saludaba pasándose de cama en cama.

—¿Quién se bañara primero? —dice Less agarrando su toalla.

—Ya que la agarraste ve tú. —murmuró, lanzándome boca abajo en la cama nuevamente al igual que Winnie.

—Bueno, luego de mi va Winnie que es la segunda que más se tarda en salir de la ducha. —ordena Less, metiéndose a bañar.

Mentiría si dijera que no estoy o no estamos nerviosas, esta oportunidad es oro para nosotras, el ganar este concurso nos abriría puertas para toda la vida de la cafetería y repostería.

Se que Papá y Mamá deben estar dándolo todo para enviarnos buena suerte, no los defraudaría.

Me levanto de la cama con mucha pereza y arreglo las sábanas y almohadas que amanecieron en el suelo, agarro el uniforme de la cafetería, que mandamos a hacer exclusivamente en ocasiones que considerábamos importantes como el aniversario de la tienda, un uniforme bello y elegante.

Paso mis dedos por la placa de mi nombre, un grabado metálico en color plata y detalles marrones.

Less sale del baño haciéndole dar un susurro irritado a Winnie que debe levantarse de la cama, y sin más ella también se mete a duchar.

—¿Qué opinas de que Asher es aquel hombre el cual tanto le haz faltado el respeto? —pregunta Less, con una leve sonrisa mientras se termina de abotonar un botón olvidadizo del traje.

—¿A qué viene esto? —preguntó un poco irritada.

—¿Qué sientes al verle ahora que ya sabes quien es?

—No estoy segura, si te soy honesta.

—A mi se me hace que sabes la respuesta pero no la quieres admitir. —Less siempre tenía ese mal hábito de querer indagar en mi sin importar que, y lo peor, es que lo lograba la gran mayoría de veces.

—¿Qué quieres que haga? Inclusive vamos a un concurso que es para una ceremonia de exclusivamente eso «una pronta boda». —Mi lengua quisó abandonarme en aquella ultima frase: «boda» nunca lo había dicho en voz alta, tampoco le había dado tanto énfasis anteriormente. Pero sí, era un hecho real y verídico.
—¿Y quién dice que el le agrada la idea? Le vi muy desanimado anoche. —contesta Less, mientras se sienta en el tocador empezando a separarse el cabello para definirlo.

—¿Y qué se supone que haga Less? Decirle "Príncipe Asher no se case, abandone su corona para venir conmigo" ¿Oyes lo egoísta que puede sonar? —suspiró diciendo aquello, inclusive la visualizó haciendo lo mismo mientras batalla con sus rizos.

—Al menos te diré lo que siempre digo Lea, «Si algo esta destinado a darse, se va a dar» así de simple suele ser la ley de la vida. Pero, si todo da a que puede darse, no te eches para atrás. —responde ella, volteándome a ver.

—Ojalá. —terminó aclarando, mientras me entraba al baño con Winnie saliendo de este.

-

Winnie y yo subimos aquellos postres y aquel pastel representativo al camión y sin duda me subo junto a ella en el puesto delantero mientras que Less esta dentro del camión para vigilar los postres y el pastel. Que lo más seguro no era necesario pero, es mejor para nosotras el prevenir que el lamentar.

Después de muchas cuadras y calles llegamos al gran portón, nos detuvieron en la entrada y nos pidieron nuestra información, luego de unos minutos nos dejaron pasar aquellos guardias.

Winnie sin duda ya le había echado ojo a alguno por la gran sonrisa boba que tenía en la cara. El ser ojo alegre siendo soltera era de sus cosas preferidas.

—¿Listas? —digo con emoción, mientras abríamos el camión sacando los postres con más cuidado.

—Sí. —afirmaron ambas en coro, mientras caminábamos dentro de los pasillos del castillo. Puedo sentir algo subir por mi columna que me hace estar más recta que nunca, el eco de los pasillos y los zapatos de algunos resonar en el suelo de cerámica me hace sentir fuera de mi comodidad. ¿Está era la vida de Asher? ¿Por eso decía lo que decía...?.

Una chica muy amable nos señaló nuestra mesa y nosotros nos despedimos de ella con la misma amabilidad, empezamos a montar todo en aquella mesa. Me siento algo intimidada alrededor de varias personas, mesas muy elaboradas, extravagantes e incluso hasta muy sencillas. Trato de respirar y recordar las palabras de Asher, recordando que esta mesa y el como la presentamos es como también se vera en tal ceremonia.

Las tres tratamos de respetar el código de color que se utilizara tal día, siguiendo consejos de Asher pero, logrando hacer que nuestra huella no se olvide en este.

Un pastel de dos pisos, con betún beige y detalles de flores rojas sutiles para no robar mucho la atención, cupcakes que son prácticamente nuestra huella personal, con buttercream beige y blanco con detalles sutiles de flores rojas y unos flan de vainilla para equilibrar.

Todo se veía impecable, el mantel, nosotras, los postres. Volteo a ver a ambas y parecían hacer lo mismo que yo, verificar que todo estuviese en orden.

—Siento que mi cuerpo me empieza a traicionar ¿vamos a conocer a Laura Estévez en unos minutos? ¿Y a la reina Clara? —susurra Winnie para nosotras.

—Si no lo logramos, al menos estoy orgullosa de donde hemos llegado y se que papá y mamá también. —afirmó sonriendo, mientras abrazo a las dos que ya les empezaba a agarrar el sentimiento.

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Los tacones resuenan por todo el gran comedor pasando de mesa en mesa junto aquella estrella: Laura Estévez en persona, cabello recogido y marrón, ojos avellana y una postura tan firme pero, con una sonrisa tan amable que nos hace querer desmayarnos.

Ya se encuentra a dos pasos de nosotras, nos preparamos mentalmente para el mejor momento de nuestras vidas una vez que ya estaban frente a nosotras.