Tú y yo

Capítulo 11

Asher

Salí de mis aposentos con los ramos en brazos, con energía renovada a pesar de mis ojeras tal cual como las de un mapache, las cuales, las sirvientas querían tapar para el ojo publico pero, soy humano ¿no? Tener estas ojeras solo representa a mi pueblo que soy igual de humano que todos ellos.

Me dirijo hacia los pasillos interminables hasta que llego a la salida del palacio, una guardia me despidió dándome paso para avanzar mi camino. Siento el viento del exterior pasar por todo mi rostro, solo fueron cosas de segundos para sentir como se me enrojecían mis mejillas, a pesar de mi esfuerzo de salir con ropa abrigada y bufanda no fue lo suficiente para mi cuerpo friolento.

Las flores de los jardines de la salida están en su máximo esplendor a pesar del cambio tan drástico del clima. Los guardias de los portones dan una reverencia y respondo con una sonrisa amable, es increíble lo fuertes que son para permanecer fuera con este frío.

Las calles están inclusive llenas de niños como de costumbre, riendo, jugando con pelotas de Baloncesto. Ese sonido de alegría de Lesia siempre hace que mi corazón se estremezca de calidez.
Sigo caminando con sigilo hasta llegar a la cafetería, levanto la mirada y veo el cartel de "Cerrado".

Toco la puerta y llamo a esta y no veo a ninguna del trío salir a verificar, agarro la manija de la puerta y para mi suerte esta abierta. Entro y cierro de nuevo viendo cada rincón de la cafetería y no las logro ver en ninguna parte.

—¿Estela? ¿Winnie? —pregunte con la voz clara mientras sostengo los ramos. -¿Less?. —un chillido parecido al de dolor me hace correr con fuerza hacia el piso de arriba, los ramos maltratándose por el impulso y el apretujo. Abro la puerta de golpe asustado. —¡¿Están bien?! —dije preocupado.
¡Asher! —gritó Winnie.
¡Nos aceptaron! —dijo Less con felicidad, veo más al fondo y puedo ver a Estela con una sonrisa viéndome fijamente.
—¿Y esas flores? —dijo Estela rompiendo su silencio.
—De felicitación para ustedes. —respondí con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿Cuál es cual? —dijo Less viendo con atención aquellos tres ramos en mis brazos, les entrego los blancos a Less y Winnie, y con pasos decididos acerco el ramo rojo a Estela con un sobre en el.
Gracias —susurra, Estela abrazando el ramo, una vista tan romántica que me hace sentir mis orejas rojas como esas rosas.

—¿Qué harán para celebrar? —pregunte acomodándome en la isla de la cafetería.
—Un buen día de dormir. —Less suspiro relajada con una sonrisa hacia Estela.
—No me negare, de eso ni te preocupes.
—¡Bingo!.
—¿Qué hay de ti Asher? Se nota que las sábanas te han abandonado. —comentó Estela.
—Solo una noche ocupada. —respondí sin más.

Salgo de mis aposentos con la ropa sin arrugas y porte elegante como de costumbre, Reon ya me espera en la punta del pasillo que lleva hacia el gran comedor.

—¿Ya se encuentran dentro? —pregunte acomodándome la corbata.
—Falta la reina Clara, alteza.
—Esta bien, gracias. —respondí entrando al gran comedor donde ya se encontraba Richard.
—Buenas noches alteza —dijo Richard saludando mientras le daba bocados a su cena.
—Buen provecho —respondí sentándome en la silla del centro de la mesa para estar frente a Richard.
—¿Le sienta bien la comida? —pregunte mientras me acercaban mi comida.
—Claro que sí, príncipe Asher. No se come estas delicias todo el tiempo.
—Me alegro. —respondí tratando de ocultar un bostezo que me hace querer arrugar el rostro.
—No te preocupes, bostece alteza.
—Gracias y le ruego me disculpe. —respondí entre bostezos los cuales me sacan pequeñas lágrimas.

Richard come con tranquilidad así que le sigo tomando mi tenedor y cuchillo, detesto el chirrido que hace el chuchillo al tocar el plato así que trato de ignorarlo. El silencio de ambos es roto cuando entra mi madre con «Conde» a su lado, Richard y yo reaccionamos de inmediato levantándonos y dándole una reverencia.

—Buenas noches madre. —saludo mientras inclino mi cabeza.
—¡Buenas noches tía! —dice Richard acercándose a ella para darle un gran abrazo.
¡Richard, que grande estás! ¡Incluso ya tienes un buen vistazo de barba! —responde mi madre con alegría.
—El príncipe Asher me comentó de que aún prefiere pasar tiempo con ese felino.
—Allí van de nuevo, a pelear por quien no tiene la culpa de que sean tan engreídos. —suspira mi madre sentándose haciendo que nosotros le sigamos el paso.

Nota de autora:
Capítulo que se siente como de relleno, lamento eso. Aunque nunca esta mal abusar un poquito del relleno. Aún así ¡Gracias por leer!. ♡



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En el texto hay: #romance, #realezamoderna, #cafetería

Editado: 14.10.2025

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